El presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó su postura a favor de la atención a las causas del fenómeno migratorio y del mantenimiento de relaciones sanas con Estados Unidos.
“Nosotros no apostamos a la política de la fuerza, al autoritarismo. No pensamos que la solución a los problemas tiene que darse con medidas coercitivas. Pensamos más en la cooperación para el desarrollo. Es indispensable el buen entendimiento con nuestro vecino de Estados Unidos por cuestiones de economía, de geopolítica (…) la vecindad nos obliga a entendernos y para eso lo mejor es la política”, expuso.
En entrevista con el editor en jefe de la agencia de noticias Bloomberg, John Micklethwait, añadió que México cumple los compromisos establecidos con el gobierno estadounidense en las negociaciones y que la comisión asignada a este tema trabaja en convencer sobre los efectos positivos que tendrá la generación de oportunidades en Centroamérica y el sur de México.
Aunado a ello, dijo que la Guardia Nacional ayuda en las labores de control de los flujos migratorios con respeto a los derechos humanos.
“Los resultados son buenos aunque insisto: lo mejor es atender las causas. La gente migra por necesidad. Tengo un sueño que quiero convertir en realidad. Va a llegar un día en el que, durante mi gobierno, no irán mexicanos a trabajar en Estados Unidos porque van a tener trabajo y va a ser feliz donde nació”, subrayó.
Destacó el respaldo que ha recibido del partido demócrata y los empresarios del país vecino para que prevalezca la relación económica entre ambos países, luego del momento de tensión bilateral que se vivió ante el anuncio de la imposición de aranceles.
Durante la primera entrevista exclusiva a un medio internacional como jefe del Ejecutivo, sostuvo que a casi ocho meses de gobierno, en México hay Estado de Derecho y la economía es estable, con inflación controlada y un peso fuerte.