2023: Año de Francisco Villa, el revolucionario del pueblo
Amigas, amigos:
Nos da mucho gusto estar aquí, en Quintana Roo, en los límites con el municipio de Tulum del estado de Quintana Roo.
La inauguración de esta obra nos permite recordar que hoy cumplimos cinco años de gobierno. En buena medida este bello aeropuerto, Felipe Carrillo Puerto de Tulum, Quintana Roo, es una prueba fehaciente de lo que hemos realizado con el apoyo de muchos servidores públicos, mujeres y hombres, civiles y militares. Desde luego con el respaldo y la participación de nuestro pueblo.
Así como esta magna obra, hemos terminado o están por concluirse otras, como el Tren Maya, el proyecto constructivo más grande e importante en la actualidad en todo el mundo.
Queda también el día de hoy de manifiesto que la inversión pública, contrario a lo que algunos piensan, es fundamental para el desarrollo porque, entre otras cosas, se generan muchos empleos, se distribuye el ingreso y se reactiva pronto la economía.
No es casual que en este año el sureste esté creciendo al doble que el norte del país, algo que no sucedía en décadas. Este fenómeno está íntimamente relacionado con el aumento, precisamente, de la inversión pública que pasó en estos cinco años de 500 mil millones de pesos a un billón y fueron los estados del sureste los más beneficiados.
Pero no sólo es la construcción de infraestructura, el desarrollo industrial, en especial, del petróleo, de la industria eléctrica, lo que ha beneficiado al sureste y a todo México; han sido también fundamentales los Programas de Bienestar que han permitido dispersar recursos hasta en las más pequeñas comunidades del país y en todos los pueblos y ciudades, no hay en el territorio nacional una localidad en donde no llegue un programa de bienestar, y también es importante subrayar el método de cómo se distribuye el presupuesto, antes nos engañaban con el sofisma de que si llovía fuerte arriba, goteaba abajo, como si la riqueza fuese contagiosa o permeable, ahora ya no nos creemos ese cuento. Se está atendiendo al pueblo y nos conviene a todos, de abajo hacia arriba de la pirámide social, así es como hemos evitado hasta en los peores momentos cuando la pandemia una crisis mayor, una crisis de consumo, porque siempre la gente tuvo para lo básico, aún en esa difícil circunstancia. Esta política de apoyar de abajo hacia arriba, acompañada del incremento en las remesas enviadas por nuestros hermanos migrantes a sus familiares, algo que no vamos a dejar de reconocer porque, de acuerdo a todas las estimaciones de este año, van a llegar al país 65 mil millones de dólares en remesas; es la principal fuente de ingresos que tiene México y esto también llega abajo a cerca de 10 millones de familias que viven también en pueblos apartados, en comunidades marginadas, más otras medidas que han venido fortaleciendo el consumo, los ingresos de la gente, el mercado y han permitido la paz y que podamos vivir con tranquilidad, que haya la felicidad en nuestro pueblo, que haya esperanzas de salir adelante de ir escalando con el estudio, con el trabajo, hasta mejorar condiciones de vida, condiciones de trabajo. Esa movilidad social había desaparecido en nuestro país, era ya muy difícil que el hijo del campesino, del obrero, del comerciante, del maestro, pudiese ascender en la escala social con el estudio, con el trabajo para salir adelante, solo le habían dejado dos, tres opciones: emigrar, irse a buscar la vida a Estados Unidos o a otros países; buscarse la vida en la calle honradamente en lo que se conoce como economía informal o, de plano, enlistarse en las filas de la delincuencia. Ahora es distinto, me da mucho orgullo poder decir que en cinco sexenios anteriores destinaron para atender a los jóvenes 7 mil millones de pesos y, en cinco años, sólo el programa Jóvenes Construyendo el Futuro ha significado una inversión, que no gasto, de 105 mil millones de pesos. Y otras acciones.
Por ejemplo, hoy mismo se ha anunciado que de común acuerdo con el sector obrero y empresarial, y un aplauso para los dirigentes del sector obrero, dirigentes que hoy nos acompañan; y un aplauso más fuerte por lo que implica para los dirigentes del sector empresarial. Hoy hemos logrado un acuerdo para aumentar el salario mínimo en 20 por ciento, este aumento entrará en vigor el próximo mes de enero.
Con este incremento se cumple el compromiso que hice en campaña de aumentar el salario mínimo al doble a nivel nacional y al triple en la Zona Libre de la Frontera Norte, en términos reales. Para tener una idea de lo que esto significa, a nivel nacional el salario mínimo pasó de 88 pesos diarios, cuando llegamos (2 mil 687 pesos mensuales) a 249 pesos diarios (7 mil 508 pesos mensuales). Mientras que, en la Zona Libre de la Frontera Norte, el salario pasa también de 88 pesos diarios a 375 pesos diarios (11 mil 403 pesos mensuales). Pero si consideramos inflación y todo lo que se perdió en el periodo neoliberal, de capacidad de compra de los consumidores, porque en 36 años de política neoliberal, el salario perdió el 70 por ciento de su capacidad de compra, de esa dimensión fue el empobrecimiento de nuestro pueblo. Hace 36 años un salario mínimo alcanzaba para comprar 50 kilos de tortilla, cuando inició nuestra administración sólo se podía comprar 6 kilos y medio de tortilla, ahora, porque esto no se resuelve por decreto ni logrando buenos acuerdos, va a llevar tiempo la recuperación, pero ya el salario va a alcanzar para comprar 12 kilogramos de tortilla, casi el doble.
En el caso de huevo, en 2018 se podían adquirir 3.2 kg con el salario mínimo de entonces, de 2018, y ahora en 2024 se podrán comprar 5 kilos 900 gramos. En cuanto al frijol, se pasó de poder comprar 3.1 kg en 2018 a 5 kilos 300 gramos.
En otras palabras estamos demostrando que es viable, sí funciona el Humanismo Mexicano, la Economía Moral y es viable aplicar una política que busque la modernidad, esto, pero forjada desde abajo y para todos, como se demuestra, repito, en este Aeropuerto Internacional de Tulum, Felipe Carrillo Puerto.
También quiero decir por qué se le puso el nombre de Felipe Carrillo Puerto a este aeropuerto, porque hace un poco más de 100 años esto que es un paraíso que desde los años 70 del siglo pasado, empezó a ser el principal destino turístico de México y de los más importantes destinos turísticos del mundo. En el porfiriato era una cárcel, era la Siberia tropical, todo esto que conocemos hoy como Quintana Roo, pertenecía al estado de Yucatán y Porfirio Díaz le quitó todo este territorio a Yucatán porque querían apoderarse de las tierras y de las aguas. El hermano del gran intelectual y maestro de América, Justo Sierra, era el dueño de Cozumel, para ubicarnos. En ese entonces habían 15 mil habitantes y acá vinieron los dirigentes de la huelga de Río Blanco, aquí los trajeron porque era muy difícil salir con vida de Quintana Roo, en ese entonces.
Aquí también, a diferencia de los buenos generales, como Felipe Ángeles y otros, aquí mandaron a Victoriano Huerta, en Akumal, por ejemplo, quemó el pueblo y reprimió a la población y era el tiempo de la guerra contra los mayas y contra los yaquis. Uno de los episodios más vergonzosos de la historia de nuestro país.
Felipe Carrillo Puerto estaba estudiando como agrimensor, topógrafo, y terminando esa profesión se fue a Morelos, cuando triunfa la revolución carrancista y ayuda al deslinde de las tierras para entregar lo que pertenecía a los campesinos de nuevo, para entregar sus tierras y de ahí llega a Yucatán y se convierte en el dirigente social más importante de la Península y él es el que acaba con la esclavitud, aquí en Quintana Roo. Es el que viene a decirle a los peones acasillados: son libres. Por eso es que lleva su nombre este aeropuerto.
El día 3 de enero se cumplen 100 años de su asesinato y voy a estar presente en esa ceremonia y el año 2024 va a ser el año de Felipe Carrillo Puerto.
Quiero terminar diciéndoles que esta lucha ha sido, es y seguirá siendo para el bien de todos, de indígenas, campesinos, obreros, comerciantes, maestros, servidores públicos, de comerciantes, de empresarios, porque hay que entender bien lo que significa la frase de que “por el bien de todos primero los pobres” y eso es lo que venimos haciendo, la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. Hablando de porfiriato, de Felipe Carrillo Puerto, de Huerta, yo respeto a quienes piensan, sostienen de que fue muy bueno el gobierno de Porfirio Díaz porque respeto todas las corrientes de pensamiento, porque soy demócrata y una regla de oro de la democracia es la pluralidad, es garantizar el derecho a disentir, pero no comparto ese punto vista, si hubiese sido bueno ese gobierno, de Porfirio Díaz, no hubiese habido revolución, así de sencillo, por eso no estoy de acuerdo con la política neoliberal o neoporfirista porque puede transitoriamente funcionar en beneficio de una minoría, pero va a producir profundos resentimientos, profundas desigualdades que va a llevar, tarde o temprano, a la confrontación, a la violencia, a no vivir en paz porque, repito, la paz es fruto de la justicia; por eso vamos a seguir nosotros a continuar con esta política, en el tiempo que nos falta, 10 meses y deseo con toda mi alma que haya continuidad con cambio. Que continúe la transformación con cambio, porque no se debe aspirar al necesariato, a creernos indispensables, a apostar a ser jefes máximos, caudillos, hombres fuertes, caciques. No, ya se cumple un periodo, hay que recordar lo que fue el lema de ese gran demócrata, el mejor que ha habido en México, el Apóstol de la democracia, Francisco I. Madero: “sufragio efectivo, no reelección”. Yo ya termino mi ciclo y me voy a jubilar, me retiro por completo, ya ayudé con muchos más millones de hombres y mujeres que iniciamos este proceso de transformación, además tengo la convicción que no hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero, porque eso no es del todo la felicidad, la felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra consciencia y estar bien con el prójimo.
Por eso termino felicitando a los trabajadores de la construcción, que ya no están, ya están en otra obra, pero que aquí los veíamos, porque respetuoso de sus derechos, el general Vallejo es también estricto, y todos debían cumplir con su responsabilidad, sino, no se construye este aeropuerto en un año cinco meses, que es una hazaña más de la ingeniería.
Felicidades a los ingenieros militares, a todos los trabajadores de la Secretaría de la Defensa, a los oficiales, altos mandos de las Fuerzas Armadas, gracias también, desde luego, a las empresas constructoras que trabajaron en esta obra y que siguen trabajando y ayudándonos en otras obras.
Gracias a las autoridades ejidales, comunales, este terreno pertenece al ejido de Felipe Carrillo Puerto, está en los límites del municipio de Carrillo Puerto con Tulum, se portaron los ejidatarios al cien, porque, lo explicó el general Vallejo, no es fácil conseguir un área compacta de 2 mil hectáreas, en una zona donde hay ríos subterráneos, cenotes, se exploraron seis terrenos hasta que se llegó a este y se logró el acuerdo, aquí están los de la Secretaría de Reforma Agraria, también nuestro reconocimiento a quienes nos que ayudaron a adquirir, hablaron con los campesinos, los ejidatarios y se llegó a un buen acuerdo.
Gracias también a los presidentes municipales, de Tulum, que nos ayudó mucho el presidente municipal, está aquí con nosotros; está también la presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto.
Gracias a la gobernadora, Mara Lezama; y gracias a quienes nos acompañan. Miren, está aquí, el embajador de Portugal, Manuel Carballo; el embajador de Francia; el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar; el embajador de Cuba, Marco Rodríguez; nos acompaña también y le agradecemos mucho, porque todo esto, entre otras cosas, como el salario mínimo ha sido por acuerdos y diálogo con empresarios como Carlos Slim, que nos acompaña. También del mismo grupo Carso, que es el encargado del trabajo, bueno, Carlos también trabaja, pero acá en el territorio, Antonio Gómez García.
Miren, alguien a quien le agradecemos mucho, que es un empresario del sector turístico, de los más exitosos de México, que es de los que más atrae turistas extranjeros y trae al país muchas divisas, pero al mismo tiempo, nos ayuda porque tiene una dimensión social y desde que empezamos a construir el Tren Maya, me dijo: cómo ayudo. Ya mis hijos están a cargo de la empresa turística y yo quiero ayudar; y es ingeniero, y yo dije, ayúdanos y no vas a cobrar nada porque además no vas a aceptar que te paguemos nada y no queremos también que se piense que lo hacemos por influyentismo porque eso ya no existe, ya no hay amiguismo, ya no hay nepotismo, ya no hay influyentismo, ninguna de esas lacras de la política, eso ya se acabó. Y le propuse como supervisor honorario ‘contribuye, ayúdanos’, y así es como ha estado Daniel Chávez, ayudándonos, porque yo venía cada mes a supervisar las obras, ya últimamente cada 15 días, pero a parte de la supervisión normal se tenía esta supervisión para que nos doraran la píldora porque orden dada no supervisada no sirve par nada o sirve para irse a Palenque.
Ya me estoy tardando mucho, pero es que tengo que agradecer también a Felipe Ramírez que también es parte del mismo grupo. Agradecerle también a Guadalupe Phillips de ICA, una empresaria, una mujer extraordinaria, de lo mejor del empresariado en lo que tiene que ver con la construcción, me consta.
También agradecerle que está aquí João Pedro Parreira de Mota-Engil que nos ha ayudado mucho asociado con otro empresario mexicano también muy responsable, José Miguel Bejos. Agradecerle al que se hace cargo de la ingeniería, Carlos Roldán, está allá viendo el tendido del puente de Boca del Cerro.
A Manuel Muñozcano de INDI. A mi amigo, hermano Alfonso Romo que está con nosotros.
Marco Fasbell, empresario también que siempre ha estado con nosotros.
Miguel Rincón, amigo; a alguien que estimo mucho, porque nos tocó compartir muchas conversaciones con su finado padre y estuve enterado hasta el final de Alberto Baillères que le iba a dejar toda su herencia y sobre todo su confianza a su hijo Alejandro Baillères, que está aquí.
Me da gusto que esté también aquí con nosotros Eduardo Tricio.
Dirigentes del sector obrero, vi por ahí a Isaías González de la CROC; a Francisco Hernández Juárez del sindicato de telefonistas. No sé si está aquí Francisco Cervantes Díaz, miren, él es presidente del Consejo Coordinador Empresarial, nos ha ayudado mucho porque evitamos confrontarnos, siempre es mediante el diálogo como avanzamos en beneficio de nuestro país, muchas gracias, Francisco.
Desde aquí le enviamos un saludo a don Carlos Aceves, de la CTM, y a Pedro Haces.
Mi amigo, Alberto Masón que está aquí; a Guillermina también, Celsa. A todos, grandes amigos, servidores públicos, compañeros, compañeras.
A los gobernadores, a Layda. Vamos a inaugurar el Tren Maya, el día 15, están invitados, de Campeche a Cancún. No lo veo, pero también le mandamos un saludo a Mauricio Vila, gobernador de Yucatán, que se ha portado muy bien y ha trabajado con nosotros. A Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas; a mi paisano Manuel Merino, gobernador de Tabasco; a Salvador Jara, gobernador de Oaxaca; a Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz.
A todas y a todos mi felicitación y mi agradecimiento. Gracias, muchas gracias, de todo corazón.
Tulum, Quintana Roo, 1 de diciembre de 2023