2024: Año de Felipe Carrillo Puerto, benemérito del proletariado, revolucionario y defensor del Mayab
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de San Luis Potosí:
Me da mucho estar con ustedes. Es tanto lo que podemos comentar, tratar, que no sé por dónde iniciar, pero, como siempre, he considerado que la historia es la guía, es la que nos da el rumbo, vamos a recordar a los potosinos que han hecho historia.
¿Por qué no acordarnos aquí de Ponciano Arriaga, potosino? Que decía, en la época de la Reforma, cuando Juárez, decía: ‘Entre más me golpean, más digno me siento’. La historia, que es la maestra de la vida.
Luego, un sobrino de él, Camilo Arriaga, fue el iniciador del movimiento liberal en contra de Porfirio Díaz. Y en una convención que se llevó a cabo aquí, en San Luis, se unieron los precursores de la Revolución, los primeros opositores al régimen porfirista; desde luego, estuvieron los Flores Magón, que eran de Oaxaca; pero estuvo Librado Rivera, que era potosino, nunca abandonó a los Flores Magón.
Y un potosino que lo admiro mucho, Juan Sarabia, acuérdense de Juan Sarabia, que luchó contra Porfirio Díaz. Y en un movimiento en el norte lo detienen y lo juzgan en Chihuahua. Antes se usaban los juicios populares, participaba toda la gente en los juicios. Y llegó de manera fantoche el gobernador, en ese entonces porfirista, de Chihuahua al juicio, Enrique Creel, y su suegro, que era el gran cacique de Chihuahua, Luis Terrazas.
Había la frase —Chihuahua es el estado de México con más territorio— había la frase de que Terrazas no era de Chihuahua, sino Chihuahua era de Terrazas; imagínense lo que significaba este gran latifundista.
Pues llegaron cuando estaban enjuiciando a Juan Sarabia y se le pararon enfrente los dos, el gobernador y Luis Terrazas, Enrique Creel y su suegro Luis Terrazas, y le dicen a Juan Sarabia: ‘De modo que usted es el bandido Juan Sarabia’, porque también no olvidemos que todo el que luchaba por la justicia era tachado de bandido, así lo hicieron con Villa y con Zapata, y con muchos.
Y dice el potosino: ‘No señor, yo no soy bandido’, eso es lo que contesta Juan Sarabia. Y vuelve otra vez Enrique Creel: ‘No, usted es el bandido Juan Sarabia’. ‘No, señor, los bandidos son otros’. ‘¿Quiénes son los bandidos?’. Los tenía ahí enfrente Enrique Creel. Le contesta: ‘Luis Terrazas y Porfirio Díaz’. Y vámonos en tren a la cárcel a San Juan de Ulúa, al paisano de ustedes, cinco años estuvo en la cárcel de San de Ulúa, en Veracruz; triunfó el maderismo y salió libre. Un hombre digno, un potosino que tenemos que recordar siempre.
Y también de aquí, Graciano Sánchez, que apoyó a los campesinos, que fue gobernador de San Luis, pero también fundó la Confederación Nacional Campesina.
Y últimamente, un dirigente que llegué a conocer, que lo quise mucho por ser un hombre íntegro, el doctor Salvador Nava Martínez.
Entonces, por eso me da gusto estar aquí con ustedes, acompañando a la próxima gobernadora, también haciendo historia. Miren la dicha tan grande, que vivimos para contarlo: por primera vez en siglos, porque no nada más son los 200 años del México independiente, hay que también agregar que México fue colonia de España tres siglos, 300 años. Y desde España mandaban a los virreyes, eran los que gobernaban la Nueva España, 300 años; nunca se molestó un monarca español, un rey, a venir a México, mandaban a los virreyes, y puros hombres, 300 años.
Se logra la independencia, se constituye la Primera República Federal; el primer presidente de México: Guadalupe Victoria, en 1824 toma posesión, hace 200 años. Entonces, 300 de la época colonial y 200 del México independiente, que tampoco en 200 años del México independiente: puro hombre de presidente; y ahora, por primera vez en la historia, una mujer presidenta de México. Ya nada más con eso, como dicen en mi pueblo, ya nada más con eso tengo, ya hasta me puedo ir, he dicho, pero no, es muy importante que se da este cambio porque así lo decidió el pueblo de México.
¿Saben que nuestro pueblo está empoderado, como no sucedía en mucho tiempo? Siempre decidían, mandaban los de arriba, se creían mucho los fifís, decían que la política era asunto de los políticos. Un político mexicano ya finado, por eso no voy a mencionar su nombre, decía que ‘político pobre, pobre político’. Y no, ahora se está demostrando que la auténtica democracia es el poder del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, que el pueblo es el que manda.
Por eso están despistados, no acaban todavía de entender lo que les sucedió. Porque lo he dicho en las mañaneras, pero no está de más repetirlo, porque ayuda mucho a entender cómo se habían acostumbrado a vivir en un mundo de privilegios, en una burbuja, totalmente divorciados del pueblo, no les importaba el pueblo, el pueblo no existía, nada más iban a las comunidades, a los pueblos, a las colonias a ver a la gente cuando necesitaban los votos, para legitimar su poder oligárquico; nada más era cuando hacían campaña y llevaban despensas, frijol con gorgojo y materiales de construcción, y pollos, y patos, chicos, borregos, puercos, cochinos, marranos.
Pasaba la elección, no les volvían a ver ni el pelo, ni se acordaban. Hasta humillaban a la gente que después iba a los ayuntamientos, a los palacios municipales, a pedir algo, y le decían: ‘¿Y qué te voy a dar, si a ti ya te dimos? No vengas aquí, vete, lárgate’; así eran de déspotas, no le daban su lugar al pueblo.
Por eso se está llevando a cabo esta transformación, porque estamos haciéndole caso a un migrante que me dijo cuando estábamos en la última campaña: ‘Mire, licenciado, vamos a ganar esta última, pero, así como Juárez dividió el poder clerical del poder civil porque, como se establece en la Biblia, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, ahora —me dijo— lo que se necesita es separar al poder económico del poder político, y que el gobierno represente a todo el pueblo, a ricos y a pobres, a creyentes y a no creyentes, y que no haya discriminación’.
Pues ahora las riquezas de México, el ingreso de México, el presupuesto de México, que es de todos los ciudadanos… Porque había también la creencia de que el presupuesto era del gobierno. No, el presupuesto es dinero del pueblo, nosotros somos simplemente administradores de los dineros del pueblo.
¿Y qué estamos haciendo?
Estamos distribuyendo con justicia a todos los mexicanos el presupuesto.
¿Y qué es la justicia?
Es darle más al que tiene menos, porque no puede haber trato igual entre desiguales; primero los pobres. Pero este modelo nuestro funciona, porque lo otro era lo irracional, lo que llaman política neoliberal era un absurdo.
Imagínense el fundamento de esa política; decían: ‘Tenemos que ayudar a los de arriba, porque si ayudamos a los de arriba se van a beneficiar los de abajo. Si llueve fuerte arriba, va a gotear abajo’. Ese era el fundamento, como si la riqueza fuese contagiosa o permeable.
No, nosotros estamos aplicando una política económica distinta, se está apoyando de abajo hacia arriba, primero la base de la pirámide social. Somos 35 millones de familias en el país, y es un orgullo poder decir que 30 millones de familias están recibiendo, aunque sea una pequeña porción del presupuesto público, 30 millones de familias; y los cinco que no reciben, cinco millones que no reciben de manera directa este apoyo, también se benefician porque, si hay ingresos abajo, la gente tiene capacidad de consumo, compra lo básico y hasta no lo básico, y se beneficia el comercio y se beneficia la industria. Por eso nos está yendo bien, por este modelo, porque cuando la milpa se da bien alcanza hasta el pájaro, a todos los mexicanos les está yendo bien.
No les voy a dar aquí, a poner ejemplos, pero, imagínense, no hay un empresario de los grandes que haya fracasado; al contrario, todos han tenido utilidades, y hay empresarios que han incrementado con su trabajo y con su capacidad empresarial, creando empleos y de manera legal, han aumentado hasta el doble su fortuna. Los banqueros, me da hasta pena decirlo, pero en el gobierno nuestro, el año pasado, este año, es cuando más ganancias han tenido los bancos en toda la historia de México.
¿Saben por qué lo digo?
Porque tengo también la gran satisfacción de poder decir que, en toda la historia moderna, nunca se había reducido la pobreza en México como lo estamos haciendo ahora.
Por eso, me da gusto estar aquí con ustedes, con Claudia. Y esto desde luego que va a continuar, y es bienestar para el pueblo.
Primero, que no falte a la gente lo más indispensable, los mínimos de bienestar. Por eso hablamos que tenemos que seguir con la aspiración de hacer realidad el Estado de bienestar, que el mexicano tenga seguridad desde que nace hasta que muere, desde la cuna hasta la tumba, que no les falte nada: derecho al trabajo, derecho a la salud, derecho a la educación, a todos, los satisfactores básicos, derechos.
Esto lo explica muy bien, lo sabe muy bien, lo ha llevado a la práctica muy bien la próxima presidenta. Ella habla de que la educación, la salud no son mercancías, no son privilegios, son derechos del pueblo.
Y también en lo económico está probado, los tres sectores, los tres motores de la economía. La inversión pública, que es importantísima, que la habían olvidado los tecnócratas. Ahora, imagínense la importancia de la inversión pública, porque ya somos por la inversión pública, entre otras cosas, pero mucho ha tenido que ver la inversión pública. Cuando llegamos al gobierno, la inversión pública eran 500 mil millones, el año pasado fue un billón de pesos la inversión pública, el doble; entonces, eso genera mucho empleo.
La industria de la construcción reactiva pronto la economía y genera mucho trabajo los trenes, las viviendas, todo lo que se hace de construcción es un efecto, tiene un efecto multiplicador, porque se hacen las obras que necesita el país, se reactiva la economía y se generan muchos empleos. Entonces, por eso hay que seguir con la inversión pública.
No saben qué inteligente la propuesta de la presidenta electa, nada más que no se vaya a quedar otra vez olvidado el sureste, pero hicimos allá el Tren Maya porque el sureste estaba en el abandono por completo, es donde vive la gente más pobre, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, no había nada, y ya le tocaba su turno, su hora le llegó al sureste para que se emparejara. Y allá se hicieron, en efecto, mil 500 kilómetros de vías, el Tren Maya, que es un tren moderno. No hay ninguna obra en el mundo hoy. Los amigos de China son muy creativos, muy trabajadores, pero no tienen una obra así en China, ni en ningún lugar del mundo.
Pero ¿saben?, ahora, la presidenta dice: ‘Ahora para el norte’, y San Luis Potosí es el centro de la República. Me venía comentando. Imagínense lo que es que esta es una ciudad ferrocarrilera, nada más acuérdense de cómo era, pregúntenle a sus papás, a sus abuelitos, cómo era San Luis en la época de los trenes. Y ahora la presidenta se está comprometiendo a que va a haber tren de pasajeros, tren rápido, de 140 kilómetros por hora de México a San Luis Potosí.
Pero es el transporte, pero, al mismo tiempo, el trabajo, cuánto se va a necesitar de fuerza de trabajo, cuántos obreros, y eso va a reactivar mucho la economía en San Luis.
Y lo otro es que siga llegando, como está pasando, la inversión extranjera, porque también eso ayuda.
Aquí hay facilidades para que siga llegando la inversión extranjera, se sigan estableciendo plantas de la industria automotriz, de la industria de autopartes aquí, en San Luis Potosí, y en todos los estados del centro, del bajío, del norte de nuestro país. Y con esa inversión extranjera y la inversión pública, se va a seguir reactivando la inversión privada nacional, y se ayudan las pequeñas y las medianas empresas.
Ese es el modelo.
Ya termino nada más diciéndoles que aquí está el ejemplo, fíjense: va a ser secretario de Economía Marcelo Ebrard, toda la experiencia. En efecto, a él le tocó la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en el tiempo del expresidente Trump, que es un hombre fuerte, de carácter, pero también visionario.
Y primero decía que no quería el tratado, que quería cerrar la economía de Estados Unidos, y se fue convenciendo, porque es —ya lo dije— un hombre con visión, de que hacía falta mejor abrir la economía de Estados Unidos, y agruparnos tres países del continente americano, Canadá, Estados Unidos y México, y lo aceptó, y eso ha permitido ahora, en efecto, que se beneficie Estados Unidos, porque está bien la economía de Estados Unidos, está bien la economía en Canadá, y está bien la economía en México.
Cuando se firmó ese tratado, como aquí se ha dicho, China era el país que más comercializaba con Estados Unidos, el primer socio comercial de Estados Unidos; después pasó a ocupar el primer lugar Canadá, pero ahora primer lugar México como socio comercial de Estados Unidos. Entonces, va a estar el manejo económico en muy buenas manos.
Raquel, que me ha ayudado mucho, mucho, mucho, es una mujer con convicciones, incorruptible, por eso la presidenta la nombró, la elige para que sea la secretaria de la Función Pública. Pero eso de función pública no se entiende bien, y siempre hay que explicar. Es de los problemas que habían antes, de que sólo los políticos hablaban para ellos y la gente no sabía qué es eso de función pública. ¿Lo sabían ustedes? ¿Sabían qué es secretaria de Función Pública, qué hace? La mayoría no sabe nada de eso, no. Es la secretaría encargada de que no haya corrupción, eso es mejor, ¿verdad?, se entiende, la secretaría anticorrupción es más claro. Pues va a estar Raquel.
El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que está ahora de secretario de Hacienda, decidió la presidenta electa que se quede de secretario de Hacienda.
Si aquí… Para qué hablo de títulos académicos, pero puro doctor. Ustedes saben también, ¿no?, que dice ‘licenciado’, licenciado puede ser un médico general, un contador, un ingeniero o un abogado, ese es nivel licenciatura; pero arriba, si se estudia dos años o tres años más, ya es maestría; y si se estudia dos o tres años más, ya es doctorado. ¿Quién creen ustedes que es doctora en Ingeniería? La próxima presidenta.
Y doctor en Economía, el secretario de Hacienda, de los mejores economistas de nuestro país.
Y también el secretario de Relaciones Exteriores que propuso la presidenta, que ya fue, ya fue el… Bueno, ha tenido muchos cargos y ha tenido un desempeño ejemplar: fue secretario de Salud, fue rector de la UNAM, últimamente fue embajador de México en la ONU y ahora Juan Ramón de la Fuente va a ser el próximo secretario de Relaciones Exteriores.
Ya, sí, ahora he dicho, ¿verdad?, ya nada más es despedirme de ustedes. Yo ya termino mi ciclo, me voy muy contento. ¿A poco no se me nota que estoy contento? Desde hace… Siempre he estado contento porque no hay motivo más importante para la felicidad que trabajar en bien del prójimo, esa es la felicidad verdadera, no acumular bienes materiales; no es el dinero, no es la fama. La felicidad tiene que ver con nosotros mismos, estar bien con nosotros mismos, con nuestra consciencia, estar bien allá con lo que uno cree y estar bien con el prójimo; esa es la verdadera felicidad. Entonces, ahora estoy más feliz, más contento desde hace como dos meses. Porque ya andaba mal, ando mal de la carrocería, pero me pusieron ya motor nuevo ahora, ando al cien, ya estoy bateando otra vez arriba de 300 de porcentaje. Estoy muy contento.
Y ya cierro, cierro mi ciclo, ya me retiro, voy a jubilarme. Me voy muy contento porque voy a entregar la banda presidencial a una mujer excepcional, extraordinaria; queda México en muy buenas manos. Y siempre, siempre, nos vamos a seguir queriendo, porque amor con amor se paga.
Muchas gracias.
¡Que viva San Luis Potosí!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!