El Apóstol de la Democracia, Francisco I. Madero, decidió que tenían que pagar impuestos las empresas extranjeras, cinco centavos por barril de petróleo, y con mucha prepotencia pusieron el grito en el cielo y amenazaron con invadirnos.

Aquí estuvo Cándido Aguilar defendiendo esta plaza, estuvo también Pablo González, el general Francisco J. Múgica.

Y siempre se repetía una frase ante la amenaza, primero la pronunció Cándido Aguilar, revolucionario veracruzano, y luego Plutarco Elías Calles, que según el expresidente Portes Gil —por cierto, tamaulipeco— llegó a decir el presidente Calles, después de que en la Constitución 1917, se establece que el petróleo era de la nación y esto no lo aceptaban las empresas petroleras extranjeras y amenazaban, repito, con invadirnos por aquí, por Tampico.

En ese entonces expresa el general Calles que, si se atrevían a invadirnos, ‘iluminaré a Nueva Orleans con el fuego de los pozos de la Huasteca antes de permitir que violen nuestra soberanía’.

En ese entonces, que no se podía aprobar la ley reglamentaria del artículo 27 de la Constitución porque eran muchas las presiones de las compañías petroleras extranjeras, aunque ya estaba en el artículo 27 que la nación era la propietaria del petróleo no se podía este principio constitucional, este mandato constitucional aplicar por las amenazas de las empresas petroleras extranjeras que tenían pleno dominio en toda la costa del golfo, tenían guardias blancas, su propio ejército; hablaban incluso de crear una nueva república, la República del Golfo de México.

En ese entonces, por acá en la costa estaban a cargo de la defensa de nuestro territorio y de nuestros puertos el general Lázaro Cárdenas, entonces capitán, y su jefe de Estado Mayor era el que después llegaría a ser presidente de México, Manuel Ávila Camacho. Y también en ese tiempo, el gobernador de Veracruz era un revolucionario, Heriberto Jara.

Cuando el general Cárdenas ya en la Presidencia toma la decisión de expropiar el petróleo conocía muy bien el abuso que cometían las empresas petroleras extranjeras, porque había estado trabajando en custodia de esta región de nuestra patria.

Afortunadamente, en Estados Unidos gobernaba un buen presidente, de lo mejor que ha habido en Estados Unidos, el presidente Franklin Delano Roosevelt, Titán de las Libertades, respetuoso de la soberanía de los pueblos, que ya estaba aplicando la llamada política de buena vecindad con México, y nos respetó.

Hay dos presidentes de Estados Unidos que debemos recordar con afecto:

Uno, el presidente Abraham Lincoln, que cuando decidieron darnos un gran zarpazo y quitarnos la mitad de nuestro territorio de manera abusiva, él era diputado en Estados Unidos, 1847, y se opuso a ese ultraje. Y por eso ya no fue reelecto, lo castigaron, lo trataron de traidor.

Y, luego para fortuna de México llega a ser presidente de Estados Unidos en momentos decisivos, cuando de nuevo nos invadieron los franceses para querer establecer en nuestro país un imperio, ya estaba entonces Lincoln en la Presidencia y nunca aceptó a Maximiliano, siempre reconoció y apoyó al presidente Juárez. Por eso, antes se decía, y ojalá y no lo olvidemos: ‘Habrá muchos Abrahames, pero como Abraham no habrá’, y era republicano. Y el otro presidente al que ya hice referencia, Franklin Delano Roosevelt, era demócrata.

Se hizo valer la soberanía de México con la expropiación del petróleo y llega el presidente Ávila Camacho al Palacio Nacional, ocupa ese cargo y nombra como primer secretario de Marina al revolucionario Heriberto Jara, primer secretario de Marina.

Y con motivo de la Segunda Guerra Mundial, aunque ya había terminado su mandato el presidente Cárdenas, lo vuelven a llamar para que regrese y vuelva a ser secretario de Defensa, y se vuelven a unir Ávila Camacho, Lázaro Cárdenas y Heriberto Jara cuando la Segunda Guerra Mundial.

Por eso, no debemos de pensar que las labores hechas por los marinos, por la Armada, tiene que ver nada más con la pesca y con la defensa de nuestros litorales, también históricamente la Marina de México ha defendido nuestro territorio, nuestra independencia.

Ahora nos están ayudando mucho, ahora que estamos llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de nuestro país, de nuestro querido México.

¿Qué hace? ¿Qué labor lleva a cabo la Secretaría de Marina?

Además de sus tareas de siempre, de cuidar los mares, de cuidar la fauna, que no haya sobreexplotación de especies marinas, de cuidar los puertos, ahora ya la Secretaría de Marina nos ayuda en algo que necesitaba nuestro pueblo, que seguimos necesitando: el garantizar la seguridad pública.

Antes no podía la Secretaría de Marina ni la Secretaría de la Defensa, no podían las Fuerzas Armadas de México llevar a cabo tareas de seguridad pública. En nuestro gobierno se propuso una reforma a la Constitución, se aprobó esa reforma y ahora contamos con el apoyo tanto de la Secretaría de la Defensa como de la Secretaría de Marina para garantizar la paz, la seguridad pública, y esto ha significado el poder enfrentar el desafío, el flagelo de la violencia. En eso nos ayudan muchos marinos.

Y también a ellos los recordamos con afecto, porque en esa labor han perdido la vida marinos e integrantes de las Fuerzas Armadas.

Nos están ayudando ahora marinos, integrantes de las Fuerzas Armadas en el cuidado, la protección, la vigilancia en puertos y en aeropuertos. Tomamos la decisión de entregar el manejo, la administración de los puertos a la Secretaría de Marina.

No se entendía al inicio, porque estaban a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pero no se podía tener un buen control de los puertos con civiles, se necesitaba personal militar, marinos de la Armada de México, en los puertos, porque en casi todos los puertos había presencia de la delincuencia organizada, sobre todo en los puertos del Pacífico, en Manzanillo, en Lázaro Cárdenas, estaban tomados los puertos por la delincuencia y se manejaba la consigna de plata o plomo, y se necesitaba por eso contar con el apoyo de la Armada de México. Ahora los puertos están a cargo de la Secretaría de Marina y vamos avanzando.

También se han entregado los aeropuertos, tanto a la Secretaría de la Defensa como a la Secretaría de Marina, así como el aeropuerto ‘Felipe Ángeles’, está a cargo de la Secretaría de la Defensa. Ellos construyeron ese aeropuerto, los ingenieros militares en la Ciudad de México, un aeropuerto de primera, de dimensión mundial, igual que el que se está construyendo en Tulum, Quintana Roo, y otros.

Así también el aeropuerto ‘Benito Juárez’ de la Ciudad de México ya está a cargo de la Secretaría de Marina, y están entregando buenos resultados. No hay robos de maletas, como era antes; no se permite el contrabando y, lo más importante, ya ahora no hay esos operativos 20/45 que existían cuando, aunque parezca increíble, el narcotráfico manejaba el aeropuerto de la Ciudad de México. Eso se terminó y es por el apoyo de la Secretaría de Marina.

También, en las misiones de la Secretaría de Marina está el del apoyo a la población civil en casos de inundaciones, de desastres. ¿Cómo no voy a… (falla de transmisión)? Para prevenir esta terrible pandemia.

Y ahora la Secretaría de Marina tiene a cargo proyectos estratégicos, como el Plan del Istmo de Tehuantepec, el Interoceánico, el ferrocarril desde Ciudad Hidalgo, Guatemala, hasta Ixtepec.

El ferrocarril de Salina Cruz a Coatzacoalcos, que, por cierto, ayer ya se recuperó una concesión y ya solo nación va a tener dominio sobre el Istmo de Tehuantepec.

Por cuestiones de seguridad nacional y de utilidad pública, una empresa de la Secretaría de Marina va a manejar esta línea de Guatemala a Ixtepec y de Salina Cruz a Coatzacoalcos y de Coatzacoalcos a Palenque, más cuatro puertos: Dos Bocas, Coatzacoalcos, Salina Cruz y Puerto Chiapas, que se están modernizando; y 10 polos de desarrollo en el Istmo de Tehuantepec, todo esto a cargo de la Secretaría de Marina.

Ahí para que se sepa, se oiga bien, se oiga lejos, todas las utilidades por la administración de estas obras públicas, de estas obras de la nación, todas las utilidades, para las pensiones de marinos y soldados. Ese es el propósito de este plan.

Aquí podría seguir hablando de otros apoyos de la Secretaría de Marina al desarrollo de México, pero creo que con esto es suficiente sobre la importancia que tiene esta secretaría para nuestro gobierno, para la Cuarta Transformación del país.

Termino recordando de nuevo con cariño, con afecto a todos los marinos que han perdido la vida en el cumplimiento de su deber. Nuestra gratitud permanente, nuestro abrazo fraterno a sus familiares.

Y dejo también de manifiesto mi apoyo y mi reconocimiento por su lealtad al secretario de Marina, un hombre íntegro, recto, honesto, el almirante José Rafael Ojeda Durán.

Felicidades en su día, marinos de México.

Muchas gracias.