2022: Año de Ricardo Flores Magón, precursor de la Revolución Mexicana
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:
Me da mucho gusto estar con ustedes. Estoy un poco afónico. No es por ese bicho que tanto daño nos ha traído tanto dolor; es un problema en la garganta, y ya voy saliendo. Por lo mismo, voy a hablar poco. Además, ya está dicho todo y bien dicho, y se dice que bueno y breve, doblemente bueno.
Cuando uno se dedica a este noble oficio de la política y se va uno formando en las plazas públicas, pues aprende uno a estructurar los mensajes, a improvisar. Lo mejor, desde luego, es cuando tiene uno oportunidad de escribir los discursos, porque así se profundiza y no se sale uno del guion, de lo que uno quiere expresar.
La improvisación es muy buena, tiene que ver con la pasión, con el corazón, pero hay veces que mucha pasión puede significar cometer errores. La política siempre es el equilibrio entre la razón y la pasión.
Cuando uno improvisa dice uno: A ver, ¿cómo abordo el tema? Y yo ahora pensaba, porque no le daría a uno tiempo, no podría uno estar pensando en el discurso de hoy desde ayer o el discurso de Bahía de Banderas, más tarde, en Nayarit, sino es ahora, y dije: Voy a hablar de tres cosas:
Una, de la Comisión Federal de Electricidad, de manera así muy sucinta, muy resumida. Es una empresa que, en efecto, la creó el general Lázaro Cárdenas y en ese entonces todavía las empresas extranjeras eran las que generaban y distribuían la energía eléctrica.
Luego, llegó un gran presidente, igual que el general Cárdenas. Yo sostengo que ha habido tres grandes presidentes en la historia de México que merecen afecto, cariño, reconoceros, siempre: el presidente Juárez, el mejor presidente de México en toda la historia; el presidente Francisco I. Madero, Apóstol de la Democracia, y el presidente Lázaro Cárdenas del Río.
Pero si me dicen: ‘dos más’, diría yo Adolfo López Mateos e incluiría también a don Adolfo Ruiz Cortines. A don Adolfo por su honestidad y a López Mateos porque fue un promotor del desarrollo nacional. Cuando él fue presidente, la economía creció a una tasa promedio anual del seis por ciento, sin deuda, sin devaluación, sin inflación, un gran presidente. Tenía también un buen secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena, que fue después también secretario de Hacienda con Díaz Ordaz.
Bueno, cuando Adolfo López Mateos llega a la Presidencia decide nacionalizar la industria eléctrica y su planteamiento ante los empresarios fue muy sencillo, pero trascendente, les dijo: ‘Ustedes no van a electrificar a todo el país, no van a llevar la electricidad a todos los pueblos, porque ustedes como empresa lo que buscan es el negocio y no les va a parecer rentable ir a instalar infraestructura para la electricidad a los pueblos. Además, los pueblos, ¿cómo van a pagar la instalación de las líneas eléctricas, si la mayoría de la gente no tiene fondos, no tiene recursos, no tiene dinero?’
Entonces, esta es una función del Estado porque, a diferencia de lo que piensan los neoliberales, de que el Estado debe diluirse, desaparecer y que todo tiene que hacerlo el mercado… Llegaron al extremo de querer dejar al mercado como si fuese una mercancía la educación, la salud. A eso es a lo que se llama privatización, que se pueda curar el que tenga para pagar un médico o ir a un hospital.
Que pueda estudiar el que tenga para pagar una colegiatura. Yo no estoy en contra de la educación privada, el que tiene para pagar una colegiatura está en su derecho, pero el Estado está obligado a garantizar la educación pública, gratuita, de calidad en todos los niveles escolares; porque no se trata de privilegios, son derechos del pueblo.
Bueno, el presidente López Mateos toma esta decisión y ya sabemos los resultados: el 99.6 por ciento de los mexicanos tiene acceso a la electricidad, 99.6 por ciento, se electrificó al país. Y cuando se tomó esta decisión no tenía electricidad ni el 50 por ciento de la población. Entonces, un gran presidente.
Y quiero ahora… Aunque me voy a contradecir, porque dije que iba yo a hablar poco, nada más que el momento lo amerita; además estamos en su estado.
El abuelo del gobernador fue colaborador de Adolfo López Mateos, fue secretario de Recursos Hidráulicos. Y miren, la carta de Adolfo López Mateos, del 27 de septiembre de 1960, cuando nacionaliza la industria eléctrica. Dice:
‘Les devuelvo la energía eléctrica, que es de la exclusiva propiedad de la Nación, pero no se confíen, porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los inversionistas extranjeros.
‘Ni un paso atrás, fue la consigna de don Lázaro Cárdenas del Río al nacionalizar nuestro petróleo. Hoy le tocó por fortuna a la energía eléctrica.
‘Pueblo de México, los dispenso de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la nación que conformamos.
‘Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México no requiere de la capacitación tecnológica en materia eléctrica y petrolera; pero para ello, ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para apoyarnos. Solo un traidor entrega su país a los extranjeros; los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier otro país.
‘Cuando un gobernante extranjero me pregunta si hay posibilidad de entrar al negocio de los energéticos o a la electricidad, le respondo que apenas estamos independizándonos de las invasiones extrajeras que nos vaciaron el país, pero que, en tanto, los mexicanos sí queremos invertir en el petróleo americano o en su producción de energía eléctrica, por si quieren un socio extranjero.
‘En México la Constitución es muy clara: los recursos energéticos y los yacimientos petroleros son a perpetuidad propiedad única y exclusiva del pueblo mexicano. El resto de las especulaciones al respecto son traición a la patria. Industrializar el país no implica una subasta pública de nuestros recursos naturales, ni la entrega indiscriminada del patrimonio de la patria.’
Para ubicarnos, porque hace poco se hicieron reformas constitucionales y se pasaron, le dieron —y ni siquiera fue eso, fue menos— el mismo trato a Iberdrola, una empresa eléctrica española que a la Comisión Federal de Electricidad. Por eso están ahora enojados, porque estamos rescatando a la Comisión Federal de Electricidad.
Lo segundo es agradecerles mucho por su apoyo. Sin ustedes no avanzaríamos, sin los trabajadores petroleros, sin las maestras, los maestros, sin las enfermeras, sin los médicos, sin los integrantes de las Fuerzas Armadas; desde luego, sin ustedes no avanzaríamos en la transformación de México.
Así como es importante el capital y la empresa, así es de importante el trabajo. No se puede hacer nada sin los trabajadores, sin las mujeres, sin los hombres que transforman a México, que impulsan el desarrollo de nuestra gran nación.
Por eso, sigan contando con nosotros. No es una relación, lo dije ayer, obrero-patronal; esta es una relación de compañerismo y juntos tenemos la misión, como aquí lo expresó muy bien el dirigente de Suterm, tenemos la misión de poner por delante el interés nacional, por encima de todo México y su pueblo, y eso es lo que nos une.
Cuando llegamos al gobierno sabíamos que teníamos que detener el propósito deliberado, perverso, de destruir a la Comisión Federal de Electricidad. No me voy a meter a detalles porque entonces sí me llevaría tiempo, de cómo estaban cerrando plantas, subutilizando las plantas en la Comisión Federal de Electricidad, todo con la excusa, el pretexto, la mentira de las energías renovables, de las energías limpias. La verdad que todo era un cuento, una farsa: energías limpias para hacer negocios sucios, para darle subsidio y protección a empresas extranjeras que saqueaban a nuestro país.
Y lo primero que hicimos fue detener las privatizaciones y empezar a que la comisión federal tuviese las mismas condiciones que las empresas extranjeras, que se pudiera competir en igualdad de circunstancias, aun cuando se trata de una empresa pública, que debería de tener prioridad porque no tiene ningún propósito de lucro, su objetivo es el bienestar del pueblo.
Bueno, pero ni siquiera había un pie de igualdad, porque despachaban primero a las empresas particulares, subían la energía eléctrica a la línea, a las líneas de transmisión de las empresas particulares. Llegaron al extremo de no considerar energía limpia a la que se produce en las hidroeléctricas. Como las hidroeléctricas son de la Comisión Federal de Electricidad, son de la nación, no se consideraba energía limpia, y ustedes saben que la energía que se produce con agua es limpia, barata y es una infraestructura, que ya se tenía porque se fue construyendo a través de los años.
Es una infraestructura que se tiene y que lo único que ahora se está haciendo es cambiar turbinas, modernizar sus equipos para producir más energía eléctrica, pero no se permitía el despacho, eran para sólo respaldar a las supuestas energías renovables, al grado de que, en las presas del Grijalva, Angostura, Chicoasén, Malpaso, Peñitas, los vasos de las presas estaban llenos porque no se turbinaba.
Si una hidroeléctrica tiene seis turbinas, utilizaban una, y por el embalse siempre lleno; venía la temporada de lluvia, como ahora, los huracanes, y había que desfogar, sacar el agua, inundar Tabasco, toda la planicie del golfo, por esa política.
Bueno, fui a Tabasco y les dije a mis paisanos: Ya no se van a volver a inundar, vamos a tener el control de las presas y vamos a estar turbinando todo el tiempo, se genera energía y mantenemos bajo los embalses.
Íbamos muy bien, esto fue el año pasado, y de repente un amparo de una empresa extranjera y nos paran la generación de energía, nos impiden turbinar de acuerdo al plan. Y entonces fue cuando dije: Se acabó esto, y envié la iniciativa de ley para modificar las reglas, las normas, y darle prioridad a la Comisión Federal de Electricidad. Por eso están enojados, pero, repito, ya se les va a pasar.
Lo otro que quiero comentarles es que, como ya lo expresé, cuenten con nosotros. Siempre vamos a procurar que los aumentos de salario no se queden abajo de la inflación.
Les consta a los dirigentes, por eso nos llevamos bien, porque cuando llegué, lo primero que me plantearon a través del licenciado Bartlett es que habían mutilado el contrato colectivo y les habían aumentado la edad de jubilación, y di la instrucción para que se corrigiera ese daño al contrato.
Y ustedes lo tienen muy merecido, son de los mejores trabajadores de México y del mundo. No quiero aquí herir susceptibilidades, ni crear celos ni sentimientos, pero de lo que no tengo duda es que cuando hay un huracán, cuando hay un fenómeno natural que afecta, que tumba los postes, las líneas, se restablece el servicio, ustedes los trabajadores restablecen el servicio de energía eléctrica en una semana, en 10 días. Eso no sucede en otras partes del mundo.
Voy a poner un ejemplo, con todo respeto. Hubo una helada en Texas, estuvieron padeciendo por falta de energía eléctrica más de un mes; nosotros lo resolvimos en una semana, por ustedes.
Y ya para terminar, pues pedirles que nos ayuden para la instalación de las antenas. Es así como se electrificó el país completo, que se pueda tener conectividad en todo México con internet. Nos va a quedar a todos los que estamos aquí, muchos los que estamos aquí y otros que no pudieron estar, la gran satisfacción, cuando pase el tiempo que se va a decir: ‘El país se electrificó porque los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad llevaron los postes en lanchas, a veces en helicópteros hasta las comunidades más apartadas y así se electrificó México’ Eso va a ser parte de la historia.
Y también va a ser parte de la historia, y los mismos trabajadores electricistas, otra generación, fue la encargada de que en todo México se tuviese, se contara con internet, y nos vamos a sentir muy orgullosos, porque eso es hacer historia.
El internet, imagínense, para los estudiantes de las comunidades más apartadas, para los enfermos, todos los servicios que se pueden tener con el internet. Aquí, en el Estado de México, en el sur del estado, Tejupilco, cuántos pueblos sin internet, Luvianos; si vamos a Michoacán, La Montaña de Guerrero. Comunicar con internet a todos estos pueblos es una revolución, es un paso hacia adelante.
Y lo que aquí mencionaba el licenciado Bartlett, también el general Sandoval, ya se van a tener tres mil sucursales del Banco del Bienestar, es el banco con más sucursales en todo el país y hasta en los pueblos más apartados una sucursal del Banco del Bienestar.
¿Cuánto se está dispersando ya en el Banco del Bienestar?
Cuatrocientos mil millones de pesos, para el 2024 van a ser cerca de 600 mil millones de pesos.
Todos los adultos mayores del país van a ir a cobrar su pensión a las sucursales del Banco del Bienestar, hasta las comunidades más apartadas.
¿Cómo funcionan los cajeros del Banco del Bienestar si no hay internet? ¿Quién va a hacer ese trabajo de que en todas las sucursales del Banco del Bienestar haya electricidad y haya internet?
Ustedes.
Entonces, muchas gracias por anticipado. Y voy a regresar, voy a estar con ustedes cuando se pueda decir: ‘misión cumplida’. ¿De acuerdo?
MODERADORA: Les solicitamos ponerse de pie, guardar el debido respeto para entonar nuestro Himno Nacional Mexicano.
(HIMNO NACIONAL MEXICANO)
MODERADORA: De esta manera concluye este evento. Se despide de ustedes el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador, agradeciendo su amable asistencia y deseando que tengan un buen día.
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