2022: Año de Ricardo Flores Magón, precursor de la Revolución Mexicana
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar, mujeres y hombres.
Almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina.
General Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa.
Ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, gobernador del estado de Veracruz.
Servidores públicos.
Representantes de la Cámara de Diputados y de Senadores.
Estimados familiares de los cadetes y de los marinos de Veracruz y de México.
Amigas, amigos todos.
Los cadetes de esta Heroica Escuela Naval Militar saben que un día como hoy hace 108 años nos invadieron estadounidenses, y este puerto heroico de Veracruz defendió a México, defendió la soberanía de nuestra patria.
Por eso, el día de hoy no sólo celebramos el heroísmo de los cadetes, marinos, soldados y de muchos ciudadanos de este puerto que ofrendaron su vida por la independencia de nuestra nación; también un día como hoy es importante para recordar, no olvidar lo que significa nuestra soberanía.
Hace poco, Rusia invadió a Ucrania y, sin aspavientos, sin exagerar, manifestamos que nosotros los mexicanos siempre vamos a estar en contra de las invasiones, porque nosotros hemos padecido de varias invasiones de extranjeros. Cómo olvidar que nos invadieron españoles y nos convirtieron en una colonia durante tres siglos, 300 años, hasta 1821 y 1825, cuando quisieron reconquistarnos y, de nuevo, aquí en Veracruz se reafirmó que México sería un país libre e independiente.
Nos invadieron dos veces los franceses: 1838, la llamada Guerra de los Pasteles, porque ya no estaba España, pero ansiaban convertirnos de nuevo en colonia y usaron como pretexto de que un mexicano no pagó la cuenta en una panadería de un comerciante francés; por eso se le conoció a esa guerra, a esa invasión, como la Guerra de los Pasteles.
Y, luego, una vez perdidos los conservadores, acudieron a Europa a traer a un príncipe, a Maximiliano, y nos invadieron los franceses, en ese entonces el ejército más poderoso del mundo, y tomaron nuestro país cerca de 30 mil soldados franceses.
Se resistió hasta que se expulsó a los extranjeros y se restauró nuestra República, porque también eso ha sido nuestra historia: la definición de que somos una República popular, democrática; no una monarquía.
También en el siglo XIX nos invadieron los estadounidenses, 1847; un gran zarpazo, porque nos arrebataron más de la mitad de nuestro territorio.
Y la última invasión estadounidense fue precisamente lo que hoy recordamos, la del 21 de abril de 1914.
¿En qué circunstancias se da esta invasión?
Un año antes se había asesinado cobardemente al presidente Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez. Madero era un hombre bueno, Apóstol de la Democracia, y, en un pacto celebrado en la embajada de Estados Unidos con un embajador cuyo nombre es preferible olvidar, sólo decir que es sin duda el peor embajador que ha tenido Estados Unidos en nuestro país, ese embajador con militares desleales y con la oligarquía porfirista fraguaron la detención, el asesinato de Francisco I. Madero, y Victoriano Huerta se autonombró presidente de México.
Hay que decir que el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, nunca reconoció a Huerta, siempre lo consideró un maleante. Pero Wilson, a pesar de ser un hombre de avanzada del Partido Demócrata, cometió el error que tiene que ver mucho con ese afán de hegemonía, de sentirse gobiernos del mundo y, supuestamente para ayudarnos y sacar a Huerta, nos invaden.
El pueblo resiste y el dirigente principal del movimiento revolucionario de ese entonces, Venustiano Carranza, a pesar de que había sido el único gobernador que se había opuesto a Huerta y que había convocado al pueblo a tomar las armas y que creó el actual Ejército Nacional, a pesar de las profundas diferencias con Huerta, no vio bien la invasión y condenó el que la Marina de Estados Unidos, en ese entonces manejada por Joseph Daniels, que miren cómo son las cosas, al paso del tiempo ese secretario de Marina se iba a convertir en la época del general Cárdenas, cuando la expropiación petrolera, en embajador de Estados Unidos en México, y gracias a su actitud de respeto a México en esa ocasión no hubo de nuevo agravios y no se invadió nuestro país.
Daniels era el secretario de Marina y su segundo era en ese entonces Franklin Delano Roosevelt, que llegó a ser presidente de Estados Unidos cuando gobernaba México, repito, el general Cárdenas. Entonces Roosevelt nombró al que había sido su jefe como embajador en nuestro país.
Pero regresando al 14, Carranza no acepta la invasión y no acepta el que también entren por el norte a perseguir a Villa, que también era para entonces su adversario. Así se va conformando lo que se conoce como la doctrina Carranza, que consiste en que todos los países del mundo somos iguales y que nadie tiene el derecho de someter a otro país.
Eso es lo que tenemos de tener presente, la defensa de nuestros principios y, en especial, la defensa de nuestra soberanía, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, tener relaciones de amistad con todos los pueblos del mundo, respetar a todos los gobiernos, pero defender nuestra soberanía.
Porque México, con el esfuerzo, el sacrificio de muchos mexicanos es un país independiente, libre, soberano, no es colonia de ningún país extranjero, no es un protectorado. México es nuestra patria y es mucha, mucha la grandeza de México. Es un orgullo ser mexicana, ser mexicano. Por eso siempre, siempre exclamamos con pasión:
¡Que viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
---