2021: Año de la Independencia
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:
Nos da mucho gusto participar en esta ceremonia de conmemoración del Día de la Armada de México.
Esta es una de las instituciones fundamentales del Estado nacional y, como toda institución, tiene su origen, su historia, en hechos verdaderamente heroicos. Como aquí lo ha mencionado el almirante José Rafael Ojeda Durán, luego de la fundación de la Secretaría de Guerra y Marina hace 200 años, se estrena la Armada de México consumando un hecho histórico: la expulsión de los españoles del fuerte de San Juan de Ulúa en 1825. Pedro Sainz de Baranda encabeza esa acción patriota siendo presidente de México Guadalupe Victoria. Iniciaba la vida independiente de México. Fue Guadalupe Victoria el primer presidente de nuestra nación.
Sin embargo, no fue fácil consolidar nuestra independencia, se seguía insistiendo desde España en reconquistar a México y también los integrantes de la Armada se consagraron en defender nuestro territorio. Lo cierto es que la independencia con relación a España se consuma hasta 1829.
Se van los españoles, pero al poco tiempo nos invaden los franceses, 1838, porque veían a México como tierra de conquista y con cualquier pretexto querían apoderarse de nuestro territorio. En ese entonces alegan los franceses que se tenía una deuda porque en un conflicto interno a un pastelero francés de esta ciudad en Tacubaya se le afectó su negocio. Por eso se llamó a esa invasión, se le conoció como la Guerra de los Pasteles.
Se defendió en ese entonces nuestro territorio, se expulsó a los invasores, pero poco después vino otra invasión, en ese tiempo sí muy dolorosa, fue gran zarpazo porque fue cuando Estados Unidos nos quitó más de la mitad de nuestro territorio en la invasión de 1847. Se defendió el territorio, lo hicieron los marinos de ese entonces, en todas las costas del golfo, todos los puertos del golfo, pero no se pudo detener el avance de las fuerzas invasoras.
Son momentos muy tristes de nuestra historia, porque los invasores llegaron hasta el Zócalo y se izó, como afrenta, la bandera estadounidense en el Palacio Nacional. Se tuvo que pactar y de ahí se desprendió la entrega de, repito, lo que ahora son nueve estados de la Unión Americana.
Todavía no terminaron las invasiones. De nuevo Francia, en los años 60 del siglo XIX, también con pretextos de que teníamos una deuda con ellos decidieron invadirnos. En ese entonces era el ejército más poderoso del mundo, llegaron a Veracruz barcos de la armada española, también de los ingleses y de la armada francesa.
Se llegó a un acuerdo. En ese entonces era presidente Benito Juárez. Y exigían que de inmediato se pagara la deuda de México, que atravesaba nuestro país por una situación económica muy precaria, muy lamentable.
Entendieron Inglaterra y España, pero Francia tenía otros propósitos, quería volvernos colonia y optaron por la invasión. Se tuvo que enfrentar la intervención francesa. Con un acto de deslealtad, los conservadores de nuestro país de manera vergonzosa apoyaron esa intervención y fueron a buscar a un príncipe y a una emperatriz. Los soldados, marinos resistieron, y Juárez actuó con dignidad, con perseverancia, con patriotismo, no cedió. Aun cuando Maximiliano le escribía para que se llegara a un acuerdo, la respuesta del presidente zapoteco siempre fue la misma: no aceptaba a un extranjero gobernando nuestra patria.
Y así, con esa tenacidad, con esa fe inquebrantable en la causa que se defendía, se logró expulsar a los invasores, al ejército en ese entonces más poderoso del mundo, y se recuperó nuestra República, se logró la segunda independencia de México.
Así fue todo el siglo XIX, pero así desgraciadamente se inauguró el siglo XX, el inicio de la Revolución también por el golpe de Estado de Victoriano Huerta, el asesinato del presidente Madero, del vicepresidente José María Pino Suárez, llevó a que se dividiera nuestro país, iniciara una guerra cruenta que dejó un millón de muertos, ese fue el saldo triste de la Revolución mexicana, aunque, como lo acabo de decir hace poco en la conmemoración del 20 de Noviembre, cuando celebramos el inicio de la Revolución, ese sacrificio no fue en vano, porque por los mexicanos que dieron su vida en la Revolución se logró que en México se hiciera realidad la justicia social, mejorara la situación de los campesinos, se garantizara el derecho de los campesinos a la tierra, se aboliera la esclavitud, se mejoraran las condiciones laborales de los trabajadores, se garantizara el derecho del pueblo a la educación y muchos otros derechos sociales.
Pero, en medio de esa confrontación armada, también de nuevo los Estados Unidos nos invadieron, 1914, y fueron de nueva cuenta los marinos de la Armada de México los que enfrentaron esa injusta y arbitraria invasión, dieron su vida marinos. Por eso recordamos a Azueta, a Uribe, que lucharon por la independencia de nuestro país.
Esa es cronológicamente la historia general de la Armada.
¿Y qué es hoy esta institución?
Pues una institución de mucho prestigio y de mucha utilidad por los servicios que presta al pueblo de México.
¿Cómo se mide el prestigio de la Armada?
Cada determinado tiempo el Inegi hace una encuesta sobre cómo ve el pueblo a sus instituciones y cuando se le pregunta sobre la Armada, sobre la Secretaría de Marina, aparece esta institución con una aprobación de más del 80 por ciento, así ve el pueblo de México a esta institución. Lo mismo a la Secretaría de la Defensa. Son las dos instituciones mejor valuadas en el gobierno, las que tienen más respaldo y cuentan con más confianza de nuestro pueblo.
En esta nueva etapa nosotros tenemos que agradecer mucho a esta institución, hablo en nombre del Gobierno de México, agradecerles por el apoyo que están prestando en tareas de seguridad pública.
Como ustedes saben, antes no podía ni la Armada ni el Ejército participar en tareas de seguridad pública, no lo permitía la Constitución y era muy difícil para el gobierno enfrentar el grave problema de la inseguridad y de la violencia.
Se contaba con la Policía Federal, que en sus mejores tiempos llegó a tener 40 mil elementos, pero la mitad encargados de labores administrativas, sólo la mitad se dedicaba a operaciones de seguridad pública. Y no llegó esa institución a consolidarse, se desvió, no se le dio apoyo, no se profesionalizó a sus elementos, no se crearon instalaciones y se echó a perder.
Pero, imagínense, cómo enfrentar el grave problema de la inseguridad y de la violencia sólo con 20 mil efectivos en un país de 126 millones de personas. Bueno, por eso decidimos enviar una iniciativa de reforma al Congreso, una reforma constitucional para que se le permitiera a la Secretaría de la Defensa y a la Secretaría de Marina ayudar en labores de seguridad pública. Esa iniciativa fue aprobada casi por unanimidad, todos los partidos aprobaron esa reforma constitucional y a partir de entonces ya se cuenta con el apoyo de las Fuerzas Armadas para labores de seguridad pública.
Se creó la Guardia Nacional, que ha estado consolidándose con la guía, con la asesoría, con el apoyo tanto de la Secretaría de Marina como de la Secretaría de la Defensa. Y ahora ya la Guardia Nacional cuenta con 100 mil elementos, con más de 200 cuarteles en las distintas regiones del país para proteger a nuestro pueblo.
Todo esto tenemos que agradecerlo a la Armada, a la Secretaría de Marina, y muchas otras cosas.
Agradecer lo que hacen con el Plan Marina. Cada vez que hay un fenómeno natural que afecta la población, cada vez que el pueblo requiere de apoyo, de auxilio, ahí están ustedes.
Un ejemplo es lo que ahora estamos reconociendo, el mérito de oficiales, de marinos, por su desempeño ejemplar.
Tengo todavía presente lo del accidente del helicóptero en Agua Blanca, Hidalgo, en los límites con Veracruz luego del huracán Grace, cómo estos oficiales lograron que la caída del helicóptero no produjera víctimas, que no perdiera la vida no solo los tripulantes y los que ocupaban el helicóptero, sino los pobladores, porque en momentos difíciles supieron maniobrar para que el helicóptero no afectara a viviendas y se perdieran vidas humanas.
¿Cuándo se da este hecho?
Apenas unos días después del huracán, cuando están ahí los marinos con los helicópteros como lo hace el ejército con el Plan DN-III auxiliando a la población civil.
Por eso mi reconocimiento a todo el personal, a los marinos, oficiales de la Armada de México.
Me da muchísimo gusto compartir con ustedes estos momentos.
Y termino diciéndoles que hace, repito, unos días en la conmemoración del 20 de Noviembre se otorgó un reconocimiento especial tanto al secretario de la Defensa como al secretario de Marina, al almirante José Rafael Ojeda Durán.
Por primera vez se entrega un reconocimiento cuyo título es el de la honestidad. El presidente de México, que al mismo tiempo es comandante de las Fuerzas Armadas decide entregar este reconocimiento a la honestidad del secretario de Marina y del secretario de la Defensa. Desde luego, esto incluye la lealtad, incluye la entrega, el compromiso en bien del pueblo, en bien de nuestra nación.
Yo les comento a ustedes que tengo la fortuna de contar con el respaldo del secretario de la Defensa, del secretario de Marina, dos integrantes de las Fuerzas Armadas excepcionales, dos ciudadanos ejemplares que me ayudan mucho en la responsabilidad que tengo, me alivian, me aligeran la carga de responsabilidad para no fallarle al pueblo de México, para seguir manteniendo nuestra convicción de no mentir, de no robar y de no traicionar al pueblo de México.
Muchas gracias.
MODERADOR: Se invita a la amable concurrencia a entonar las estrofas de nuestro glorioso Himno Nacional, para lo cual se les pide ponerse de pie.
(HIMNO NACIONAL)
MODERADOR: Con lo anterior se da por terminada esta ceremonia del Día de la Armada de México, por lo que felicitamos a las y los integrantes de la Armada de México.
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