2020, Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Piedras Negras.
Me da mucho gusto estar el día de hoy en este hospital que ha sido remodelado, equipado luego de un largo tiempo de abandono.
Lo que aquí se está haciendo en Piedras Negras, al remodelar y ampliar esta clínica, es lo que tenemos que hacer en todo el país para mejorar los servicios médicos a los trabajadores que se desempeñan en funciones públicas, maestros, oficinistas, médicos, en fin, los trabajadores al servicio del Estado.
Cuando asumí la responsabilidad de encabezar el Gobierno de México, como es sabido, encontramos muchos pendientes, había un tiradero de obras inconclusas de todo tipo, carreteras, puentes, trenes, universidades y muchas unidades médicas, centros de salud y hospitales.
No sólo había ese abandono de la infraestructura, sino que no se tenía interés realmente en dar un buen servicio a los mexicanos.
De manera especial estaba por los suelos el sistema de salud pública, muy mal los hospitales de la Secretaría de Salud y en los estados, muy mal los hospitales, el servicio en el Seguro Social y muy mal los servicios en el Issste.
De todos los servicios de salud, sin temor a equivocarme, el más abandonado, el más olvidado era el servicio médico del Issste. Lo es todavía, porque, como aquí se mencionó, no hemos avanzado lo que quisiéramos, sobre todo porque se nos presentó la pandemia y tuvimos que llevar a cabo un programa emergente para atender a los afectados por el COVID.
Se tuvieron que reconvertir hospitales de la Secretaría de Salud, del Seguro, del Issste, se contó también con el apoyo de la Secretaría de la Defensa, de la Secretaría de Marina y así en pocos meses incrementamos el número de camas, equipos, especialistas, para enfrentar la pandemia con el propósito de que ningún enfermo, ningún afectado por COVID se quedara sin atención, que no se rebasara la demanda de servicio de atención médica, que no se saturaran los hospitales.
Ya eso logramos, era un problema porque tenemos poca infraestructura, pocos especialistas, pocos médicos en el país, ese es un saldo negativo de la política neoliberal, porque no les importó la formación de profesionales, en este caso, de médicos.
Se dedicaron a rechazar a los jóvenes que querían estudiar en las universidades públicas con la mentira de que no pasaban el examen de admisión, cuando en realidad no era eso, no es que no pasaran el examen de admisión, es que no había presupuesto, no había cupo en las universidades y sobre todo prevalecía la idea de que se tenía que privatizar la educación, que estudiara, sobre todo en el nivel superior, el que contara con recursos para pagar colegiatura. Ese era el modelo en materia educativa durante el periodo neoliberal.
Y ahora estamos sintiendo, todos padeciendo, las consecuencias de ese absurdo porque, repito, no tenemos los médicos, nos tenemos los especialistas que necesita nuestro país.
De ahí que con la pandemia se llevó a cabo un programa de formación rápida de médicos generales en la atención de los enfermos de COVID, y se avanzó mucho.
Ya desde antes de la pandemia había yo llevado a cabo un recorrido por 80 hospitales del IMSS-Bienestar, pensando en que debíamos de mejorar todo el sistema de salud pública; visité los hospitales, constaté el que faltaban los médicos, los especialistas, todo esto que ya sabemos.
Se puede tener hasta el presupuesto, pero hay que convencer a un especialista de que vaya a cierto lugar, no sólo pagándoles bien, sino que sean lugares no afectados por la inseguridad y en donde puedan estar tranquilos con sus familiares.
Desde luego, ir a un hospital en una región marginada, pobre, de México era muy difícil, casi no había especialistas; me acuerdo que cuando hice esa gira por 80 hospitales, en tres hospitales que hay en Yucatán, en los tres del IMSS-Bienestar no tenían pediatra, y así en otros lugares.
Entonces, se aceleró todo el plan para atender a enfermos de COVID, hicimos un paréntesis, pero sin dejar de pensar en mejorar la atención de salud.
Antes del COVID no sólo hice ese recorrido, sino presenté una iniciativa de ley para reformar la Constitución y se creó el Insabi, se estableció en el artículo 4º de la Constitución el derecho del pueblo a la salud, es decir, que todos los mexicanos tengan derecho a la atención médica y a los medicamentos de manera gratuita.
También se amplió el presupuesto, antes del COVID, en 40 mil millones de pesos para el sector salud y se nos presenta la emergencia y ya teníamos algo hecho para mejorar los sistemas de salud del país; sin embargo, nos hemos detenido por la pandemia.
Pero el objetivo es mejorar el sistema de salud pública sustancialmente, que tengamos un sistema de salud antes de que finalice el sexenio, el gobierno que represento, que podamos tener un buen sistema de salud, de los mejores del mundo y vamos avanzando en ese sentido.
Nos ha costado -por ejemplo- mucho resolver el problema del abasto de los medicamentos, porque era un gran negocio de unos cuantos. Imagínense ustedes, estamos hablando de la compra de alrededor de 100 mil millones de pesos en medicinas y unas cuantas empresas, laboratorios, sobre todo distribuidores con influencias políticas eran los que vendían estos medicamentos y por lo general no había abasto de medicamentos; incluso, se adulteraban los medicamentos. Una gran corrupción.
Cómo estarían de enraizados esos intereses que todavía estamos enfrentando bloqueos, que estamos enfrentando chantajes de estas empresas que antes abastecían de medicamentos; todavía están en una campaña en contra del gobierno porque tomamos la decisión de ya no comprarles a ellos los medicamentos.
Hace poco sucedió un caso bastante raro de que se compraron medicamentos para niñas, niños con cáncer y se robaron todos esos medicamentos y se están encontrando tirados en la basura, lo que buscaban era poner en evidencia al gobierno.
Pero, como es de dominio público, nosotros somos muy perseverantes, no nos rendimos y hemos decidido acabar con la corrupción, hemos decidido desterrar la corrupción del país y enfrentar todos los embates, porque si no acabamos con esa peste de la corrupción no vamos a lograr salir adelante.
Entonces, necesitamos mejorar los sistemas de salud.
Y, precisamente, lo que más se requiere es acabar con la corrupción en el gobierno en general; ya empezó esa limpia, esa purificación de la vida pública de arriba para abajo, hay que hacerlo también en el sector salud.
Y hay que hacerlo como se está llevando a cabo en el Issste, porque esta institución ha sido saqueada desde hace mucho tiempo, imagínense cuando se habla subrogar servicios del Issste.
¿Qué es subrogar?
Porque ese término subrogar es un eufemismo, es decir, es una mascarada, subrogar es privatizar y, de acuerdo al diccionario, privatizar es convertir lo público en privado, pues eso es lo que se ha hecho en el caso de Issste.
También se subrogaron servicios, se privatizaron servicios en el Seguro Social, acuérdense de la tragedia de la Guardería ABC, pues fue precisamente por subrogar, privatizar esos servicios del Seguro Social a particulares.
En el caso del Issste, pues fue excesivo, todo está subrogado, casi todo se privatizó, lo que aquí están señalando los nuevos responsables de esta institución. De modo, que vamos a rescatar al Issste.
Hoy en la mañana, fíjense, hablé de rescatar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad, porque lo mismo, se les dio preferencia a las empresas particulares, sobre todo a las empresas extranjeras.
Y estoy cerrando el día de visita aquí en Coahuila, en compañía con el ciudadano gobernador, y estamos hablando de lo mismo, del daño que causó la política privatizadora.
Estuvimos en la planta de generación de energía eléctrica en la mañana, en Nava, y tienen ocho generadores de energía eléctrica, pero nada más pueden operar uno, siete están parados, y no porque no estén funcionando, sino porque para beneficiar a los productores particulares de energía, no le dan despacho a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad, la preferencia se le otorga a las empresas privadas, sobre todo extranjeras.
Entonces, esa política está cambiando, si no recuperamos las empresas públicas, si no recuperamos el sistema de salud público, si no recuperamos la educación pública, no vamos a poder garantizar el bienestar de nuestro pueblo, sobre todo, el bienestar de las nuevas generaciones.
Por eso yo apoyo totalmente al maestro Luis Antonio Ramírez Pineda, director del Issste; apoyo al doctor Ramiro López, director normativo de Salud; apoyo al director administrativo, al general Lohmann, que está aquí con nosotros, apoyo a los tres, y les pido, les instruyo de que se pongan de acuerdo para rescatar al Issste. Esa es la misión.
Yo voy a apoyar, yo voy a respaldar, no les van a faltar los recursos, todo lo que se necesite para rehabilitar las clínicas, para contratar personal, para que haya medicamentos, tengan equipos y mejore sustancialmente esta institución.
Lo podríamos hacer, este acuerdo, allá en Palacio Nacional, pero no, es mucho lo que tenemos de trabajo, tanto ustedes como el que habla y tenemos que ir tomando acuerdos sobre la marcha, pero es muy claro, el propósito es que ustedes elaboren un plan de rescate del Issste, me lo presenten, yo voy a apoyarles con los recursos económicos que se necesiten para mejorar sustancialmente los servicios del Issste a los trabajadores al servicio del Estado. Ese es el plan.
Cuando vine el 5 de mayo del año pasado -me recordaba el presidente municipal y también el ciudadano gobernador- aquí, a Piedras Negras, estuvimos en la conmemoración de la Batalla de Puebla, y aquí fue donde me solicitaron que se rehabilitara esta clínica, que me decían estaban dando los servicios en un sótano aquí a los trabajadores al servicio del Estado en Piedras Negras, y que se necesitaba la ampliación de esta clínica.
Dijimos, vamos adelante, y por eso me da mucho gusto que ya hayan terminado esta obra.
Muchas gracias a los trabajadores del Issste, a las enfermeras, a los médicos, al personal administrativo, vamos todos juntos a transformar a México, vamos a hacer historia.
Eso es lo que está sucediendo, lo que se está llevando a cabo en el país a pesar de los pesares, no sólo por la pandemia y por la crisis económica, sino también por la reacción conservadora, los que estaban acostumbrados a robar, y dijimos: basta, y ya nadie va a poder robar lo que es del pueblo, ya nadie va a poder saquear como lo hacían anteriormente.
El dinero del presupuesto es dinero del pueblo, es dinero sagrado y vamos a seguir siendo guardianes para que nadie se robe el dinero del pueblo.
No es justo, no es humano que impere la corrupción y que sólo se beneficie una minoría rapaz, mientras la mayoría del pueblo carece hasta de lo más indispensable.
Que quede claro, por el bien de todos, primero los pobres.
Muchas gracias, amigas y amigos.
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