2019, Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos, jóvenes de esta organización Scholas:
Nos da mucho gusto tenerles aquí, recibirles en Palacio Nacional. Cuando nos presentaron este proyecto, lo apoyamos porque coincide con la política que estamos aplicando, que estamos llevando a cabo en atención a los jóvenes de México y además vimos muy bien el que este programa de ustedes, Scholas, tenga una concepción abierta, plural, que también coincide con nuestros principios, primero, de hacer valer el Estado laico con libertad religiosa.
A veces esto no se entiende bien. El Estado laico es en esencia el que puedan manifestarse todas las religiones, todas las expresiones religiosas en absoluta libertad y que no haya una religión de Estado. Eso es el Estado laico: pluralidad. Y en eso coincidimos con ustedes.
Y también coincidimos en que debe de haber diálogo. Esa palabra, ese término, ese concepto es fundamental, comunicarnos, entendernos. No enfrentarnos, no vencer, sino convencer.
Diálogo ecuménico, diálogo en las religiones cristianas, entre todas, diálogo interreligioso, entre todas las religiones y diálogo entre todos los seres humanos, diálogo.
Por eso nos da mucho gusto que nos visiten y que hayan decidido tener el encuentro en nuestro país.
De manera también especial destaco que el papa Francisco en su reciente visita a México habló mucho de la atención a los jóvenes, en particular en un discurso en Ciudad Juárez, por cierto, deberían de conocerse esos discursos, homilías, esos textos. Nunca un dirigente político o religioso había hablado con tanta claridad sobre los problemas de nuestro país como lo hizo el papa Francisco.
Pero en ese entonces pues ese mensaje no era acorde con lo que se aplicaba como política en nuestro país y por eso pasó de noche, incluso ni en la misma Iglesia católica se destacaron esos contenidos, que yo aprovecho para recordar, porque nunca es tarde. Y sugiero, recomiendo respetuosamente leer esos textos, porque abordó todos los temas: lo económico, lo social, lo político y lo espiritual.
Nosotros hemos decidido dar atención especial a los jóvenes, es un programa prioritario.
Antes lo único que se hizo por los jóvenes fue llamarles ninis, acuñaron esa frase, ninis, que ni estudian ni trabajan, dando un trato despectivo, discriminatorio a los jóvenes que no tenían oportunidad de estudiar, que se les excluía porque se impuso una política educativa donde para poder estudiar había que pagar colegiaturas y la mayoría de las familias de México no tienen para pagar colegiaturas en escuelas particulares.
Nosotros no estamos en contra de la educación privada, el que tiene para pagar una escuela privada está en su derecho, pero sostenemos que el Estado tiene la obligación de garantizar la educación pública gratuita y de calidad en todos los niveles escolares. La educación no es un privilegio, es un derecho del pueblo.
Entonces, se les excluía, se les rechazaba con el pretexto, la mentira de que no pasaban el examen de admisión, cuando eso no era cierto. Como no había espacios en las escuelas públicas porque no destinaban presupuesto suficiente, se hacían exámenes; y aunque pasaran el examen los que querían ingresar a las universidades, los rechazaban. En la escuela de medicina de la UNAM, si se escribían 10 mil para entrar a esa escuela, al final aceptaban 500, rechazaban a nueve mil 500.
Entonces, aplicaban un examen con 120 preguntas y decían: ‘Bueno, vamos a aceptar a los que respondan bien 118, 119 y 120’. El que respondía bien 117, que sólo se equivocaba en tres no pasaba.
Entonces, muchos jóvenes fueron rechazados, en todo el periodo que nosotros llamamos neoliberal. Imagínense cuánta insensatez, cuánta irresponsabilidad.
Bueno, ahora por eso nosotros estamos garantizando el derecho a la educación. Se han abierto 100 universidades públicas en las zonas más pobres del país y 300 mil jóvenes de escasos recursos económicos reciben una beca de dos mil 400 pesos mensuales para que puedan estudiar. Y estamos comprometidos a que nadie sea rechazado, es un proceso pero vamos hacia allá, hacia ese propósito.
Pero también los jóvenes que no estudian y no tienen empleo están siendo contratados, esa es una gran universidad ¿Saben de cuántos jóvenes?
De más de 900 mil jóvenes que ya están trabajando de aprendices en talleres, en empresas, en comercios; y se les paga tres mil 600 pesos mensuales, mientras se van formando.
Tienen tutores que les enseñan, los capacitan en sus oficios, en las profesiones, pero también los orientan para que siempre se conduzcan por el camino del bien, que no sean tentados los jóvenes, que no sean enganchados para tomar el camino de las conductas antisociales.
Esto es lo que estamos haciendo. La organización de ustedes participa activamente en este programa que se llama Jóvenes Construyendo el Futuro. Entonces, son muchas las coincidencias que tenemos.
Además, están aquí amigos, dirigentes espirituales de la comunidad judía, de la Iglesia católica y de otras iglesias, y también librepensadores, porque lo más importante es llevar a la práctica un principio universal que viene de lejos y que atañe a todos, que cubre a todos, las mujeres, los hombres de buena voluntad. Ese principio es el amor al prójimo y eso es lo que consideramos debe ser filosofía, debe ser doctrina para todos los seres humanos.
Me dio mucho gusto recibirles aquí. Como lo dijo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, esta es la casa de ustedes.
Muchas gracias.