30.06.22 Versión estenográfica. 3° Aniversario de la Guardia Nacional, desde Tlalpan, Ciudad de México

30.06.22 Versión estenográfica. 3° Aniversario de la Guardia Nacional, desde Tlalpan, Ciudad de México

30.06.22 Versión estenográfica. 3° Aniversario de la Guardia Nacional, desde Tlalpan, Ciudad de México

2022: Año de Ricardo Flores Magón, precursor de la Revolución Mexicana

 

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos todos.

Integrantes de la Guardia Nacional.

Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Gobernadoras de los estados.

Ciudadanos gobernadores.

Oficiales de las Fuerzas Armadas de México.

Servidores públicos.

Me da mucho gusto participar en este acto conmemorativo por cumplirse tres años desde la fundación de esta importante institución para garantizar la paz y la tranquilidad en nuestro país, en especial la creación de esta institución para la seguridad pública.

Como todos sabemos, por profesionalismo, tradición, defensa de nuestra patria, contábamos con dos instituciones fundamentales del Estado nacional, la Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina, pero en los últimos tiempos no habíamos podido consolidar una institución para garantizar la seguridad pública.

Estábamos cubiertos, blindados en defensa interior, en defensa del Estado, en defensa de nuestro territorio, pero no teníamos una institución que atendiera, enfrentara el principal problema de nuestro país, sobre todo lo que más siente y reclama con justicia nuestro pueblo, no teníamos una institución para la seguridad pública.

Se confiaba esta función a autoridades municipales, estatales y, de manera extralegal y sin que lo estableciera la Constitución, ayudaba tanto la Secretaría de la Defensa como la Secretaría de Marina. Por eso se tomó la decisión hace algunos años de crear una Policía Federal.

El resultado no fue de lo mejor, como es de dominio público, como nos consta. Por eso, cuando llegamos al gobierno tomamos la decisión de enviar al congreso una reforma a la Constitución para que se permitiera tanto a la Secretaría de la Defensa como a la Secretaría de Marina ayudar en funciones, en tareas de seguridad pública, y también se propuso la creación de esta Guardia Nacional.

Debo reconocer y subrayar que se contó en ese entonces, al inicio del gobierno, con la participación de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso, se hizo a un lado el interés partidista y se puso por delante el interés del pueblo y el interés de la nación. Por eso se logró la reforma a la Constitución por unanimidad, tanto en la Cámara de Diputados como la Cámara de Senadores, y se creó la Guardia Nacional.

A tres años de su fundación se ha avanzado mucho porque ya se cuenta, como aquí lo mencionó el general Sandoval, secretario de la Defensa, con 118 mil 188 elementos. En el mejor momento de la Policía Federal, incluyendo personal operativo y administrativo, se llegó a 40 mil elementos; ahora, repito, son 118 mil 188 elementos que integran esta institución.

Se cuenta también, como aquí se informó, con 241 instalaciones, 241 cuarteles, 63 están en proceso de construcción, se tiene proyectado construir 190 más y han sido asignados por la Secretaría de la Defensa y por Marina 100 instalaciones. De modo que para finales del gobierno que represento se contará con alrededor de 500 instalaciones de la Guardia Nacional y ya se están incluyendo en las nuevas instalaciones la construcción de unidades habitacionales para personal y sus familias.

Hemos avanzando, sin duda. Aquí en este Colegio Militar se están formando los nuevos elementos de la Guardia Nacional.

Se han construido edificios especiales para albergar a estudiantes del Colegio Militar ya con la orientación a que al egresar se incorporen a la Guardia Nacional. Esto, en una palabra, significa profesionalismo.

Y como también aquí se comentó, la Guardia Nacional ya es reconocida, aprobada por la mayoría de los mexicanos. En las encuestas que se levantan, más del 80 por ciento de la población está conforme, está de acuerdo con el trabajo que llevan a cabo los integrantes de la Guardia Nacional.

Ahora, nos falta llevar a cabo otra reforma a la Constitución porque necesitamos dejar bien consolidada esta Guardia Nacional, aprender de lo sucedido, de cómo, cuando no hay profesionalismo, disciplina, orden, honradez, mística, las instituciones no duran, son endebles, se destruyen. Esto suele pasar en todas las organizaciones. S una institución no tiene mística, si no hay una doctrina, si no hay principios, si no hay ideales, es muy difícil que se conserve y que resista las tentaciones del poder y del dinero.

Por eso tenemos que lograr que la Guardia Nacional dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional, ese es el propósito. Si dejamos a la Guardia Nacional dependiendo de una secretaría o de una institución sin el profesionalismo, la disciplina, la doctrina, vamos a cometer el mismo error y no podemos ya equivocarnos.

Sí es importante la Secretaría de Seguridad Pública, sí es importante la Secretaría de Gobernación, pero en este caso tan determinante para la vida pública de México tenemos que buscar que la Guardia Nacional quede inscrita en una institución como la Secretaría de la Defensa, que la Guardia Nacional se convierta en otra rama de la Secretaría de la Defensa. Así como existe el Ejército, la Fuerza Aérea, que dependa de la Secretaría de la Defensa la Guardia Nacional.

Se cuestiona con el argumento que no se debe de militarizar la Guardia Nacional y se ponen por delante, como todos lo deseamos, el respeto a los derechos humanos; pero debe también valorarse que nuestro ejército tiene un origen peculiar no es como otros ejércitos de otros países del mundo.

Esto suelo repetirlo para que no generalicemos. El Ejército Mexicano se fundó al siguiente día o unos días del asesinato cobarde del presidente Francisco I. Madero, y se fundó por iniciativa de Venustiano Carranza para restaurar la legalidad y hacer valer la democracia en nuestro país.

Es un ejército que surge para oponerse a un golpe de Estado, ese es el origen de nuestro Ejército. Y a pesar de errores cometidos, como todas las instituciones y gobiernos, su desempeño ha sido ejemplar a lo largo del tiempo. Es más lo que ha aportado a la paz, a la tranquilidad, al progreso del país que lo que ha significado como obstáculo, rémora, al desarrollo de México. No se ha corrompido el Ejército en tiempos en que imperaba la corrupción. Los generales del Ejército mexicano no pertenecen a la oligarquía. Por eso digo: no es lo mismo este ejército que el de otros países.

Me tocó revisar la situación de todos los generales, estoy hablando de los altos mandos del Ejército, generales de división. Cuando tomé la decisión de nombrar al general secretario, Luis Cresencio Sandoval González. Revisé todos los expedientes, hice un análisis de la trayectoria pública de más de 30 generales de división y una de las cosas que me llamó la atención que debe tenerse en cuenta es que la mayoría, todos los generales de división son hijos de campesinos, de obreros, de comerciantes, de militares. Por eso siempre digo, sostengo que el soldado es pueblo uniformado.

¿De dónde son la mayoría de los soldados?

De los estados del sur, del sureste de México. Con todo respeto, la proporción es como de 80 a 20, si se compara el sur con el norte, y vaya que hay buenos soldados y muy buenos oficiales en el norte del país.

Pero hay también otro elemento a considerar, para los que tienen preocupación de la militarización y de la posible violación de derechos humanos, dos cuestiones que son importantes:

Primero, la responsabilidad del gobierno civil. No hay que olvidar que el comandante supremo de las Fuerzas Armadas es el presidente de la República y de ahí dimanan las órdenes. Entonces, si el presidente no tiene afanes represivos, si el presidente considera que la paz es fruto de la justicia y que no se puede enfrentar la violencia con la violencia, pues no hay nada que temer. Y esto se va a ir estableciendo a lo largo del tiempo y se va a hacer a un lado, porque no conviene a nadie, el afán autoritario.

Todas las guerras son malas, para eso se inventó la política, para evitar las guerras. Tenemos que tomar en cuenta el que, si no hay la orden de reprimir al pueblo, repito, no hay nada que temer. Y estoy convencido de que los gobiernos civiles en el futuro van a ser gentes sensibles, que cada vez van a profesar más amor a nuestro pueblo, más amor al prójimo.

Lo otro que es importante que se sepa es que desde antes de que nosotros llegáramos al gobierno ya en las escuelas de formación militar, tanto en la Marina como en el Ejército, ya se hablaba y se enseñaba la materia de respeto a derechos humanos, y ya es algo que está en todos los planes de estudio, tanto en este Colegio Militar como en las escuelas de la Armada de México y desde luego en esta nueva institución, la Guardia Nacional.

Por eso hay que darle la confianza a esta nueva institución y dejarla en buenas manos, cuidarla, para que permanezca, que no sea flor de un sexenio, de dos, sino que sea una institución que dure siglos, como las guardias nacionales en otros países, que ya llevan siglos desde que se fundaron.

Son instituciones muy consolidadas, aquí se habló de algunas de ellas, que, por cierto, están vinculadas en varios países a las fuerzas armadas.

Yo estoy seguro que las gobernadoras, la jefa de Gobierno, los gobernadores aquí presentes, nos van a ayudar a convencer a los legisladores de que es importante que dejemos bien consolidada, blindada esta institución que se creó para garantizar la paz y la tranquilidad en nuestro país en beneficio de nuestro pueblo.

Termino pues agradeciendo a Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Pública, por su apoyo. Rosa Icela Rodríguez es la coordinadora del Gabinete de Seguridad, es la que conduce todas las reuniones cuando recibimos diariamente el reporte, el parte de lo que sucede en materia de seguridad en todo nuestro país.

Aquí también aprovecho para hacer un reconocimiento —no está por cuestiones familiares— al general Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional.

A los dos padrinos, guías de esta institución que han ayudado mucho: al almirante José Rafael Ojeda Durán y por supuesto al general Luis Cresencio Sandoval González.

Y a todas, a todos ustedes integrantes de la Guardia Nacional, mi más sincera felicitación y que hagan extensiva esta felicitación, este reconocimiento a sus familiares.

Un abrazo fraterno.

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