29.09.24 Versión estenográfica. Tren Maya y entrega de reconocimientos a ingenieros constructores, desde Chetumal, Quintana Roo

29.09.24 Versión estenográfica. Tren Maya y entrega de reconocimientos a ingenieros constructores, desde Chetumal, Quintana Roo

29.09.24 Versión estenográfica. Tren Maya y entrega de reconocimientos a ingenieros constructores, desde Chetumal, Quintana Roo

2024: Año de Felipe Carrillo Puerto, benemérito del proletariado, revolucionario y defensor del Mayab

 

29/09/2024

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Quintana Roo y de nuestro querido México:

Este acto es muy importante, está lleno de simbolismos porque aquí concluye prácticamente nuestra obra, nuestra tarea. Y vamos ya en unas horas más, en dos días o menos, a entregar la encomienda, el encargo de presidente de México a la presidenta Claudia Sheinbaum, una extraordinaria mujer que va a ser, por primera vez en la historia, presidenta de México, una mujer presidenta en nuestro país, en nuestra patria.

Y, como decía el general Múgica, que admiro mucho, un gran revolucionario: hechos, no palabras. Ya hemos hablado bastante y sólo me resta agradecer a todos los que participaron en la construcción de esta majestuosa obra del Tren Maya.

Nada más recordar que no se había hecho una obra así en décadas en nuestro país, y que esta obra es la más importante que se ha construido en el mundo en los últimos años, no hay ninguna otra.

También recordar que esta obra se financió con recursos del presupuesto público, no se contrató deuda para hacer esta obra. Y esta obra y otras, y acciones de bienestar en beneficio de nuestro pueblo se realizaron porque no se permitió la corrupción. Se comprobó de que la corrupción hay que combatirla no sólo por razones de índole moral, sino porque, si no se permite la corrupción, se ahorra y se liberan muchos recursos para el desarrollo; dinero que, cuando hay corrupción, se desperdicia o va a parar a unas cuantas manos.

Por no permitir la corrupción tuvimos ahorros y se incrementó, como tenía mucho tiempo, la inversión pública para poder hacer estas obras, sin endeudamiento y sin aumentar impuestos, eso también es importante tomarlo en cuenta.

Tengo aquí un dato que voy a compartir con ustedes: cuando llegamos al gobierno en el 2018, ese año se recaudaron tres billones de pesos, tres billones, y el año pasado cuatro billones 517 mil millones, un billón y medio más que lo recaudado en el 2018, y este año vamos a estar muy cerca de los cinco billones en recaudación de impuestos; entre otras cosas, porque nos han ayudado todos los contribuyentes, no hay la duda de que se pagan los llamados impuestos, y yo quiero que se conozca como contribuciones y se van a utilizar, se van a manejar, se van a administrar con honestidad, esa sensación hay en la mayoría de nuestro pueblo.

Y tomamos una decisión desde el principio, que nos ayudó mucho, se reformó el artículo 28 de la Constitución para cancelar la condonación de impuestos, porque los grandes contribuyentes no apoyaban, legalmente podían hacer trámites para que no pagaran los impuestos, no contribuyeran en nada. En dos sexenios anteriores se condonaron a grandes contribuyentes 400 mil millones de pesos.

¿Cuánto se invirtió en el Tren Maya?

Un poco más, 500 mil millones costó esta obra aproximadamente, los mil 554 kilómetros. Quiere decir que se financió con esa decisión que tomamos de cancelar la condonación de los impuestos a los potentados, a los influyentes. Por eso, repito, es muy importante que no se permita la corrupción.

Y el otro criterio básico es que no se permitan los lujos en el gobierno. Tiene que haber austeridad republicana, no grandes aparatos burocráticos, con funcionarios que ganan muchísimo, colmados de atenciones, de privilegios. No puede haber, como decía el presidente Juárez, gobierno rico con pueblo pobre. La austeridad no sólo es un asunto administrativo, es un asunto de principios, y también permite que se ahorra y se destinan esos recursos al desarrollo de nuestro país.

Por eso, me da mucho gusto el que estemos inaugurando esta obra en el último día de mi gobierno, prácticamente en lo que tiene que ver con el trabajo en territorio, porque eso también es importante, es mejor el territorio que el escritorio.

Y agradecer a todas, a todos, primero al pueblo, nuestro soberano, el pueblo de México. Como se establece en nuestra Constitución, en el artículo 39, el poder dimana del pueblo y se instituye en su beneficio, y el pueblo tiene en todo momento el derecho de cambiar la forma de su gobierno. El pueblo de México decidió hace muy poco que iba a cambiar la forma de su gobierno, que iba a haber una auténtica democracia y no una oligarquía; ahora es el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo. Eso es la democracia.

Agradecerles mucho a los habitantes del sureste; de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, por donde pasa el tren, los cinco estados del Tren Maya.

Agradecerles también mucho a los trabajadores de la construcción. No es retórica, mucho menos demagogia, son los mejores trabajadores del mundo los trabajadores mexicanos de la construcción, que ya no están, ya están en otras obras, no están aquí en la inauguración, pero ellos son el alma de estas transformaciones, los trabajadores de la construcción.

Agradecer a los técnicos, a los ingenieros civiles, agradecer de manera muy especial a los ingenieros militares por su participación, por su apoyo.

Agradecer a las empresas que participaron en la construcción; agradecer a la empresa ICA y, así, de manera muy especial, a Guadalupe Phillips.

Agradecer a todos los trabajadores, a los directivos de la empresa Carso, en especial a Antonio Gómez.

A los trabajadores, directivos, ingenieros de la empresa INDI, en especial a Manuel Muñozcano.

Mi agradecimiento a los directivos y trabajadores, técnicos de la empresa Mota Engil, en especial a José Miguel Bejos y Joao Pereira, a los dos.

Agradecer a la empresa Alstom, que se ha hecho de la construcción de los trenes en Ciudad Sahagún. A todos los trabajadores de Ciudad Sahagún, a todos los trabajadores de Alstom. También, de manera especial, a Maite Ramos, que está aquí con nosotros. Y a Bruno, también, ya nacionalizado mexicano, ¿no es así? Casi, bueno. Agradecer a todos.

Agradecer de manera muy especial al supervisor honorario Daniel Chávez.

Agradecer a las compañeras, los compañeros del gobierno federal que ayudaron en la construcción, porque esta obra la hicimos entre todos y todas: a María Luisa Albores, secretaria del Medio Ambiente; a Jorge Nuño Lara, secretario de Infraestructura y Comunicaciones; a Román Meyer, secretario de Desarrollo Territorial y Urbano; a Raquel Buenrostro, secretaria de Economía.

No están aquí, pero les agradezco mucho al licenciado Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad. Ah, licenciado, doble aplauso.

A Octavio Romero, director de Pemex; al antropólogo Diego Prieto, fuerte ese aplauso; al secretario de Turismo, Miguel Torruco; a Lyndia Quiroz, del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, Fonatur.

Alguien valiosísimo, y no sólo en esta obra porque nos ayudó a resolver uno de los problemas principales que se enfrenta cuando se hacen obras así, no se nos complicó mucho porque no hubo oposición de las comunidades, porque el pueblo quería esta obra.

¿Quiénes eran los opositores?

Pues seudoambientalistas que tienen una concepción no ecológica, sino política, muy conservadora. Y no se nos complicó mucho por eso, porque ejidatarios, comuneros, pequeños propietarios, ayudaron mucho. De todas maneras, fue muy importante el trabajo de convencimiento para hacer avalúos y compensar a quienes entregaban sus pedazos de terreno, sus porciones de tierra. Agradecerle mucho a Víctor Martínez Bolaños.

¿Saben que aquí estuvo todo el gobierno, todo el gabinete? Aquí estuvieron acampados secretarios, secretarias, como Ariadna Montiel, la secretaria del Bienestar, ayudando; el ingeniero Germán Martínez Santoyo, de Conagua; y puede ser que se me pase alguno, pero, a todos, mi reconocimiento.

Y, desde luego, como ya lo expresé, a los ingenieros militares: al general Gustavo Ricardo Vallejo Suárez, comandante del Agrupamiento de Ingenieros ‘Felipe Ángeles’, muchas gracias, general Vallejo; al general Águila, director del Tren Maya; al general Cervantes Loza.

Nuestro reconocimiento y afecto, por esta obra y por todas, porque aquí me llevaría muchísimo tiempo hablar de las obras que construyeron los ingenieros militares: estamos hablando de dos mil 750 sucursales del Banco del Bienestar, 500 instalaciones para la Guardia Nacional; ayer estuvimos inaugurando un distrito de riego hecho también por los ingenieros militares, 42 mil hectáreas en Nayarit, y muchísimas obras construidas por los ingenieros militares. Y nos ha ayudado la participación del general Loza, el acueducto Cuchillo II, para resolver el problema del agua en Monterrey y así muchísimas obras.

También aquí hacer un reconocimiento a Juan Pablo de Botton, subsecretario de Egresos.

A los gobernadores de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas; de Campeche, Layda Sansores San Román; al gobernador Carlos Manuel Merino Campos, de Tabasco; y también aquí incluyo a Javier May, gobernador electo de Tabasco, que trabajó en esta obra; al gobernador Mauricio Vila Dosal, de Yucatán; y a la gobernadora consentida del sureste, Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo.

Ni modo, también quiero muchísimo, muchísimo, muchísimo a Layda, y a todas las gobernadoras de México. Si no, imagínense, cosa de preguntarle a Romeo cómo le va. Pero queremos mucho, mucho, mucho a Mara.

Y agradecer de manera muy especial al general secretario, al general Sandoval. Muchas gracias, general Luis Cresencio Sandoval González.

Son muy importantes las decisiones que se toman cuando se tiene la responsabilidad de ocupar un cargo, un encargo, una misión. Yo creo que la política es virtud, pero también es fortuna, es suerte, y he tenido la suerte, me ha acompañado la suerte en esta odisea que es servir al pueblo de México, es por la virtud, pero por la suerte, por el Creador y por los aluxes, por la vida, pero he tenido suerte.

Ayer lo mencioné hablando también, igual, del almirante Ojeda. No lo conocía, como tampoco conocía al general Sandoval. Y claro para tomar la decisión hice lo mismo que ha hecho la presidenta electa, estudiar los expedientes de los generales de división.

Se tiene mucho orden hasta en eso, en la Secretaría de la Defensa están todos los expedientes, ahí están los méritos y están también los arrestos, ahí se entera uno de todos. Y después de que hice el análisis riguroso, tomé la decisión de nombrar al general Luis Cresencio Sandoval González como secretario de la Defensa. Y quiero decirles aquí que no me equivoqué, fue una muy buena decisión, porque me ha apoyado muchísimo en el desarrollo de México para garantizar la paz, la tranquilidad, el progreso. Ha actuado con responsabilidad, con honestidad. Es un buen general y un buen ciudadano, y desde luego termina como un buen servidor público.

Yo quiero también aprovechar para agradecer a las Fuerzas Armadas por su apoyo, por su respaldo. Nada más podría resumirlo con tres hechos recientes:

El viernes estuvimos en Sinaloa, y me dolió mucho cuando me informaron que, para evitar enfrentamientos entre la delincuencia organizada, para que no se hicieran daño ellos, se le hizo daño a un grupo de militares y fallecieron tres, y me dolió mucho, porque están en el cumplimiento de su deber. Eso tiene relación con una de las misiones, dos de las misiones de las cinco misiones de las Fuerzas Armadas, garantizar la seguridad interior y garantizar la soberanía nacional, dos misiones.

Ayer subí a mi red social la labor de las Fuerzas Armadas también ayudando a los damnificados de las inundaciones en Acapulco, un militar cargando a una mujer, esa es otra imagen de nuestro Ejército.

Y hoy inaugurando esta obra que, en buena medida, se debe a los ingenieros militares.

Por eso, muchas gracias.

¿Saben ustedes que decidimos inaugurar aquí este día porque es muy importante la capital de Quintana Roo, Chetumal? Primero, porque estaba en el abandono el sur de Quintana Roo. Sí, su capital es Chetumal, Othón P. Blanco su municipio, pero cuando se hablaba de Quintana Roo todo era el norte de Quintana Roo y el sur de Quintana Roo en el abandono.

Y el Tren Maya, entre otros de sus propósitos es traer a quienes visitan Cancún, y ahora la Riviera Maya, hacia el sur de Quintana Roo y a Campeche, que se internen en el territorio, donde hay zonas arqueológicas llenas de cultura, de arte, de historia, que no se ven en otras partes del mundo. Esta es una región muy importante, con mucha grandeza cultural en el mundo, todo lo que fue la antigua civilización maya.

Entonces, necesitábamos traer el tren y que llegara aquí, a Chetumal, era muy importante, no nos quedáramos con el aeropuerto de Tulum hasta ahí nada más, y quedarnos… Había como una especie de barrera, un muro que llegaba hasta Tulum, ya no pasaba hacia Felipe Carrillo Puerto. Entonces, ahora no, ahora con el tren se va a llegar a Chetumal y a toda esta región que es también bellísima, que tiene mucho potencial cultural y turístico. Entonces, por eso se decidió inaugurar aquí.

Pero también se decidió inaugurar aquí porque hubo, cuando empezamos a decidir, hubo la intención de que sólo se hiciera el tramo de Palenque a Cancún, que no íbamos a terminar de cerrar todo el circuito, o sea, que íbamos a llegar a Cancún. Ya llegamos de Palenque a Cancún, más de 900 kilómetros, se están haciendo 10 horas; en autobús de Palenque a Cancún, para los que no creen en el Tren Maya, son 15 horas, y en el tren, y va pasando en estaciones, no tarda tanto en las estaciones, pero va dejando y recogiendo pasaje, son 10 horas, más de 900 kilómetros. Llega a desplazarse a 140, 150 kilómetros por hora. Eso ya lo estamos haciendo, todos los días recibo un reporte del secretario sobre la salida de los trenes en esa ruta.

Pero decían: ‘No, no vamos a poder terminar todo el circuito’. Y dijimos: Sí, sí vamos a terminar, porque estaban las empresas que cumplieron en tiempo, en forma; hicieron muy buen trabajo de Palenque a Cancún.

Y le pensamos, dijimos: a ver cómo sí terminamos completo todo el circuito porque, si no, imagínense esa belleza cultural que es Calakmul, ¿cuándo se iba a conocer mundialmente? Algo que es como Atenas o como Egipto, y esa selva que es la segunda reserva de selva tropical después de la Amazonas, ¿cómo se iba a conocer si no hacíamos este tramo?

Entonces, dijimos: a ver, general Sandoval, dígale al general Vallejo que le apure a terminar el aeropuerto ‘Felipe Ángeles’. Se terminó en 2022.

Así fue, ¿verdad? Un 21 de marzo del 2022 y no hubo vacaciones; ahora van a tener unas vacaciones. No me crean mucho, porque la presidenta es muy trabajadora y seguramente ya tiene pensado que se van a ir a hacer los trenes del norte, pero, bueno.

Cuando terminamos el aeropuerto ‘Felipe Ángeles’ les dijimos: Al Tren Maya, y se vinieron todos para acá.

Por eso es muy importante este día y estar inaugurando el Tren Maya aquí, en Chetumal, porque, lo informó el parte de hoy del general Vallejo, ya se unió todo el Tren Maya, los mil 554 kilómetros, fue una hazaña, una verdadera hazaña.

Pues eso incumplí, porque iba yo a hablar poco, pero me apasioné. Siempre digo que, bueno y breve, doblemente bueno, pero esto es algo muy importante. Como decía un maestro, mi maestro Pellicer, decía: ‘La vida es tan corta que no vale la pena gastarla o desperdiciarla en cosas que no valen la pena’. Esto sí, esto sí vale mucho la pena, porque es una herencia para las nuevas generaciones, nuestros hijos, nuestros nietos, los que vendrán después de nosotros.

Muchas gracias de todo corazón.

¡Que viva el sureste de México!

¡Que viva Quintana Roo!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

 

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