2021: Año de la Independencia
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos del Cuatro Ciénegas, del estado de Coahuila:
Nos da mucho gusto estar aquí. Muchas gracias a los dueños de esta propiedad, a los representantes de los productores de este municipio, a la presidenta municipal de Cuatro Ciénegas, Yolanda Cantú; desde luego al gobernador del estado de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme.
Nos da gusto estar aquí porque se puede hablar del agua y de la historia, como se mencionó. Voy a empezar con el agua y luego la historia.
En el caso de este recurso, que es fundamental, es un derecho humano el derecho al agua, tenemos que convencer, persuadir a todos de cuidar el agua, de conservar el agua, de manejar racionalmente el agua, tiene que ser una labor de concientización y nosotros ayudar para que se logre ese propósito. Si no avanza en esa idea de conservar el agua, de cuidar la vida, entonces tendríamos que tomar decisiones enérgicas, estrictas, porque por encima de todo está el agua y está la vida.
Con el periodo neoliberal se apostó nada más al crecimiento económico, a crecer por crecer y no se cuidó el medio ambiente ni se preocupó de la situación del pueblo, era crecer, crear riquezas al costo que fuese.
Ahora ese modelo ha demostrado su rotundo fracaso, porque destruye el territorio, destruye la naturaleza, empobrece y lo único que causa es más desigualdad, más confrontación, más resentimientos, más odios, más violencia. No es un proyecto para la paz y para la tranquilidad.
Por eso tenemos que ir haciendo conciencia de la necesidad de cuidar el medio ambiente, de producir sin destruir, que también tomemos en cuenta que los recursos naturales pues no son sólo nuestros, de nuestra generación, nosotros somos guardianes y tenemos que entregar buenas cuentas a las nuevas generaciones.
Es cosa de pensar cómo nos entregaron nuestros padres el país y cómo lo vamos a entregar nosotros a nuestros hijos, a nuestros nietos. Y, la verdad, que no estaba así el país cuando lo recibimos de nuestros padres. No había la escasez de agua ni la contaminación que hay ahora, y desde luego no había la inseguridad y la violencia que se padece en nuestros tiempos.
Por eso tenemos que apurarnos, esmerarnos en que las cosas cambien, se transformen y, vuelvo a decir, convenciendo. Como decía el presidente Juárez: ‘Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho’.
Tenemos que convencer de que en el norte ya no se puede crecer con el uso excesivo del agua. ¿Cómo poner plantas cerveceras en el norte?, ¿cómo producir cerveza para exportar?
¿Qué es lo que exportamos?
Agua. Si no tenemos agua en el norte.
Y lo mismo el caso de la producción de leche en La Laguna. No se trata de que se deje de producir la leche, sino de ya no seguir ampliando las áreas de cultivo de alfalfa, porque significan más agua para producir leche.
La leche es agua, entonces ¿por qué no, sin dejar de producir la cerveza y la leche…? Aunque es mejor la leche que la cerveza, bueno, así lo recomienda Ricardo Anaya, de que ya no se tomen caguamas, pero ¿por qué no utilizar el agua del sur y del sureste? que hay tanta agua, que se padece de inundaciones.
Esto tiene que ver con lo irracional que es el modelo neoliberal, que parte del sofisma de que no hace falta el Estado, no hace falta la planeación, que todo hay que dejarlo al mercado y lo más importante es producir a costa de lo que sea. El Estado tiene que jugar un papel en la planeación para ordenar el desarrollo.
Entonces, ojalá y en estas regiones podamos, como se está logrando, hacer que todos, productores, empresarios, campesinos, ejidatarios, pequeños propietarios, autoridades locales, estatales, el gobierno federal, todos nos pongamos de acuerdo para establecer límites y recuperar lo que se pueda de lo perdido como es este modelo, este ensayo para recuperar el agua, estos humedales únicos en el mundo de Cuatro Ciénegas.
Creo yo que se podría avanzar, Conagua lo está haciendo, Blanca Jiménez lo ha expuesto con más tecnificación, para ser más eficientes en el uso del agua, que no se desperdicie el agua, es tecnología que se usa en Israel, que se está utilizando en otras partes para ahorrar en el agua en el riego. Esto permitiría reducir el consumo del agua y que ya no se sigan agotando los mantos acuíferos y que se mantengan estas reservas ecológicas que son fundamentales.
Yo estoy desde luego a favor de estas reservas, estos parques naturales, pero no debemos sólo de apostar a este modelo, porque aquí podemos conservar 80 mil hectáreas bien ¿y el resto?
Es lo que pasa con la selva en el trópico.
¿Dónde hay selva?
Donde existen las zonas arqueológicas, en esos perímetros ahí hay selva, ahí hay monte alto; pero ya sale uno de Palenque, de Yaxchilán, de Bonampak, de Calakmul, afuera, y ya no hay selva, ya todo es potrero o acahuales.
Entonces tenemos que hacer consciencia para que se siga conservando los recursos naturales y entregar buenas cuentas a las nuevas generaciones.
Vamos nosotros a apoyar con este propósito y con la idea de no prohibir, prohibido prohibir, pero todo tiene un límite. Si se quiere arrasar y destruir la naturaleza nada más por la codicia, pues vamos a poner orden y vamos a tomar decisiones, porque el pueblo y la vida, la salud es lo primero.
También estar en Cuatro Ciénegas es, como se ha dicho, recordar la historia de nuestro país. Es muy importante saber de dónde venimos para saber hacia dónde vamos.
Cicerón decía que la historia era la maestra de la vida y estamos en un sitio donde podemos dar una muy buena clase de historia de nuestro país, porque aquí nació Venustiano Carranza, un gran presidente de México, muy buen presidente. Tiene, como todos los presidentes, sus fallas, porque la perfección sólo corresponde al Creador. Los seres humanos, todos, tenemos cosas buenas y también cosas reprochables, somos seres humanos, no somos dioses.
Don Venustiano fue excepcional y tiene que ver con su familia, lo que aquí se mencionó. El papá era liberal, era juarista. No conocía este primer episodio de Mariano Escobedo, cuando está aquí protegido y enfrenta, como lo hicieron otros liberales, al ejército invasor, ese episodio no lo conocía.
Conocía yo, y lo escribí en un libro, el otro episodio, de cuando Porfirio Díaz a finales de 1876 toma el poder, da un golpe de Estado, expulsa al presidente legal, legítimamente constituido, Sebastián Lerdo de Tejada. Se van todos al exilio, todo su gabinete, entre ellos Mariano Escobedo, que era su ministro de Guerra, que antes, pues ya sabemos, había triunfado en Querétaro y había vencido a las fuerzas que defendían a Maximiliano y a él le tocó llevar a cabo, después de un juicio, la ejecución al príncipe.
Posteriormente él está con el presidente Juárez y luego con el presidente Lerdo, se viene esta situación de que triunfa el Plan de Tuxtepec, encabezado por Porfirio Díaz. Antes, Porfirio Díaz había enfrentado también a Juárez con el Plan de la Noria y posteriormente a Lerdo con el Plan de Tuxtepec, con la bandera -fíjense lo que son las cosas- de la no reelección, Porfirio Díaz, en 1876.
Y triunfa en una batalla en Tecoac, en Tlaxcala, toma la Ciudad de México y al exilio los gobernantes, y entre ellos Mariano Escobedo. Y allá organizan, en efecto, un regreso, una invasión para restaurar el gobierno de Lerdo y entra al territorio nacional, y aquí es acompañado de un grupo realmente no muy numeroso, porque ya para entonces Porfirio Díaz ya tenía el control militar del país.
Y llega aquí donde estamos y se protege, lo protege don Jesús Carranza. Vienen a perseguirlo y saben que está aquí y él se entrega, y declara que lo hacen para no poner en riesgo a quien lo estaba protegiendo, a Jesús Carranza. De aquí se lo llevan a Monterrey, en efecto, en ferrocarril, y de ahí a México, pero le tienen consideraciones por lo que significaba Mariano Escobedo.
A él le toca después porque no va a la cárcel, Porfirio Díaz lo considera, porque no era cualquier militar, y a él le toca ir a buscar a Sebastián Lerdo a Nueva York cuando fallece, porque Lerdo decide no regresar, todos después del golpe regresaron, casi todos, menos Lerdo.
Y regresaron personajes como Manuel Romero Rubio, que había sido secretario de Gobernación con Lerdo, se llamaba de Relaciones, con Lerdo. Y su hija, que era ahijada de Lerdo, Carmelita, se convertiría después en la esposa de Porfirio, él ya cuando se casan tenía 50 años y ella 17.
Todos regresan y los va cooptando Porfirio con cargos, menos Lerdo. Muere allá y lo va a buscar Mariano Escobedo, y lo traen y desde luego celebran en todos los pueblos al expresidente reconociéndole lo que había aportado a la República.
Regresa y hay discursos oficiales. Porfirio Díaz ordena que se le dé un trato especial. Sólo hay un liberal que ve todo eso, que era también junto con Juárez y con Lerdo parte de la dirección del movimiento liberal, ese personaje era José María Iglesias, que regresó del exilio, se fue a su casa y vivía modestamente, pero cuando ve la forma en que manipularon todos los funerales de Lerdo con los discursos oficialistas les dice a los hijos Iglesias: ‘Cuando yo me muera no quiero que se lleven a cabo estos actos. Tengo un ahorro, que es el que quiero que se utilice para mi funeral’, y ya les dijo que quería que la carroza la llevaran cinco caballos prietos cuando muriera.
Y se cayó en el hueco de un elevador, murió y ya los hijos estaban aleccionados. Llegan los enviados de Porfirio a querer llevárselo para rendirle homenaje a quien había, como Lerdo, desempeñado el cargo de presidente de la Corte y le habían ofrecido todo en vida y no había aceptado absolutamente nada de la dictadura porfirista. Ya cuando llegan a buscar su cuerpo, ya los hijos estaban preparados y les dicen que no, que el funeral va a ser distinto, no oficial.
Bueno, de todo eso abreva, todas esas enseñanzas seguramente forman a Venustiano Carranza y él se incorpora al movimiento maderista cuando se triunfa en Ciudad Juárez en esa batalla decisiva en mayo de 1911, porque el presidente Madero convoca al pueblo a tomar las armas en contra de Porfirio Díaz el 20 de noviembre de 1910 y en mayo del 11 se da esta batalla en Ciudad Juárez, decisiva.
En poco tiempo se resuelve, la revolución maderista tardó muy poco y no causó daños y tuvo mucha eficacia, porque en mayo se triunfa y en junio ya está Porfirio Díaz con rumbo al exilio, esa primera parte se logró sin muchos problemas.
En el primer gabinete provisional ya aparece Venustiano Carranza como ministro de Guerra, con Francisco I. Madero, 1911.
Y luego, pues ya sabemos, es gobernador de Coahuila y es el único gobernador que después de la vileza que comete Huerta, también con la participación, con la injerencia reprobable del embajador de Estados Unidos, Wilson, después del asesinato del presidente Madero, él único gobernador que se revela es Venustiano Carranza, hasta gobernadores que habían estado con Madero se quedaron callados, porque Huerta a todos les mandó un telegrama diciéndoles que ya lo habían nombra a él presidente.
Todos contestaron, o la mayoría, el telegrama reconociéndolo menos Venustiano Carranza, que desde que tomaron preso en Palacio Nacional al presidente Madero se manifestó en contra y convocó para que el congreso local de Coahuila tomara la decisión de desconocer a Huerta y de iniciar la revolución, creando un nuevo ejército que es nuestro actual ejército, que surge por mandato y por decisión del Congreso y de don Venustiano Carranza.
Y lo que el gobernador nos comentó, que hace tres días se conmemoró un aniversario más del Plan de Guadalupe, porque eso fue lo que le dio continuidad a esa acción, la reunión en la Hacienda de Guadalupe de los revolucionarios de varias partes del país. Ahí estaba ya Lucio Blanco, ahí estaba ya en la Hacienda de Guadalupe un general que yo admiro mucho, un extraordinario revolucionario, Francisco J. Múgica, de ahí elaboraron el plan de la Hacienda de Guadalupe para enfrentar a Victoriano Huerta.
¿Qué más podemos hablar de don Venustiano Carranza?
Que fue el que, lo dije ayer y lo repito ahora, llevó a cabo la abolición de la esclavitud. De eso se sabe poco, porque nos quedamos con la idea de que la esclavitud se abolió en 1810 y no es así, el cura Hidalgo proclamó la abolición de la esclavitud, incluso emitió un decreto aboliendo la esclavitud, pero en la práctica, en los hechos, durante todo el siglo XIX hubo esclavitud, se mantuvo el régimen de haciendas con peones acasillados y es hasta 1914 que los constitucionalistas empiezan a emitir decretos en cada estado para abolir la esclavitud, 100 años después, y esto es Venustiano Carranza.
Lo otro que es importantísimo es la Ley Agraria del 6 de enero de 1915, donde se reconoce el derecho a los campesinos a la tierra, eso es Venustiano Carranza.
Y lo más importante de todo, el que se haya incluido en el artículo 27 de la Constitución del 17 el dominio de la nación sobre los recursos naturales, eso es Venustiano Carranza.
Sobre todo, porque de esa manera se pudo expropiar el petróleo. Antes de la Constitución del 17 los dueños de las tierras eran los dueños del subsuelo, al estilo anglosajón, al estilo americano; en Texas, el que tiene la propiedad de la tierra es dueño del petróleo. Así era, por eso las compañías petroleras extranjeras dominaban grandes extensiones del territorio nacional, tenían enclaves, sobre todo en el golfo, en las zonas petroleras.
Con esta decisión de que el petróleo es propiedad de la nación las compañías extranjeras se inconforman y no está lejos la versión de la realidad, de que cuando en 1920 asesinan a Venustiano Carranza, quienes llevan a cabo la ejecución son guardias blancas de la compañía petrolera extranjera El Águila, de la petrolera extranjera El Águila, como una venganza por lo que había hecho de establecer en el artículo 27 de la Constitución el derecho del pueblo y de la nación al manejo soberano de los recursos naturales y en particular del petróleo.
Por eso nos da muchísimo gusto estar aquí. No olvidar a quienes han luchado antes para que México sea un país libre, independiente, un país con justicia, un país con democracia. Ayer lo recordaba yo en San Pedro, no ha habido un presidente de México más demócrata en toda la historia a pesar de lo grande que fue Juárez, de lo que grande que fue Venustiano Carranza, de lo grande que fue el general Lázaro Cárdenas, ninguno de los presidentes de México ha tenido más vocación democrática que Francisco I. Madero, una cuestión excepcional el gobierno de Madero por su vocación por la democracia, el sufragio efectivo, voto efectivo, que efectivamente el pueblo sea el que elija libremente a sus gobernantes, a sus autoridades.
Por eso me da mucho gusto estar aquí, terminar la gira en Cuatro Ciénegas. Comenzamos el viernes, estuvimos en Ciudad Juárez también, todo México es historia, allá estuvimos en Ciudad Juárez y ya ayer sábado estuvimos en Torreón, en Gómez Palacio, en San Pedro y ahora aquí en Cuatro Ciénegas.
Y vamos a seguir visitando, vamos a seguir recorriendo todo el país y siempre apoyando en todo lo que podamos a los productores, a los campesinos, a empresarios, a todos los mexicanos.
Aquí se mencionó algo que es importantísimo: nos conviene que haya una separación entre el poder económico y el poder político. Así como Juárez separó el poder de la Iglesia y el poder del Estado, porque a Dios lo que es Dios y al César lo que es del César, así lo que se necesita ahora y por lo que estamos luchando es por separar al poder económico del poder político para que el gobierno represente a todos, a ricos y a pobres, que el gobierno no esté al servicio de una minoría, porque en el neoliberalismo durante 36 años de política neoliberal tenían acaparado al gobierno, estaba tomado el gobierno, estaba secuestrado el gobierno.
En el caso de manejo del agua eran los empresarios más influyentes los que ponían al director de la Conagua, así estábamos; y ahora no, la directora de la Conagua es una investigadora, es una científica, además de que le tiene mucho amor al agua, que no se va a vender, que no está al servicio de un grupo de interés creado, está para proteger a todos y cuidar el agua.
Todo esto lo tenemos que ir convirtiendo en costumbre, en hábito, para que los gobernantes representen al pueblo y nos cuiden y nos protejan a todos. Muchas gracias, amigas y amigos. ---