2024: Año de Felipe Carrillo Puerto, benemérito del proletariado, revolucionario y defensor del Mayab
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:
Me da mucho gusto estar con ustedes esta tarde, regresar a Tlaquiltenango, a Morelos, este estado con tanta historia y con tanta cultura, y estar aquí con ustedes en compañía de la presidenta electa de México.
Nada más, si recordamos que… Hasta donde sabemos, porque puede ser que sea desde mucho tiempo atrás, pero sólo lo que nos consta, porque hay pruebas documentales: desde hace 500 años no gobernaba nuestro país una mujer.
Imagínense el momento que estamos viviendo: 300 años de dominación colonial, nos mandan de España los reyes a los llamados virreyes para gobernar lo que se conocía como la Nueva España; nunca se dignaron los monarcas españoles, nunca visitó nuestro país un rey en 300 años, en tres siglos, siempre eran virreyes y, desde luego, hombres.
Afortunadamente, llegaron las órdenes franciscanas y dominicas, y gracias a eso se mantuvieron tradiciones, costumbres que hoy nos han salvado de muchas calamidades, porque son nuestras culturas, el México profundo lo que nos ha ayudado siempre a enfrentar adversidades, inundaciones, temblores, epidemias, malos gobiernos y siempre México sale adelante por su fortaleza cultural.
Cuando se logró la Independencia, porque dos curas buenos, rebeldes, lucharon por la justicia y también para que México se convirtiera en un país libre y soberano, Hidalgo y Morelos.
Hidalgo, no hay que olvidarlo, no sólo luchó por la independencia política; fue el primero en proclamar la abolición de la esclavitud.Por eso con saña los oligarcas de ese entonces lo asesinaron y le cortaron la cabeza, y como escarmiento exhibieron su cabeza 10 años en la plaza principal de Guanajuato, porque se había atrevido a luchar por la justicia, se había atrevido a plantear que se aboliera la esclavitud.
Y el otro cura, Morelos, que este estado lleva su nombre, lo mismo, él lo sustituyó y dictó, porque no lo escribió, dictó un documento que se llama los Sentimientos de la nación, se lo dictó a un abogado, Andrés Quintana Roo, y fíjense lo que dice ese documento, de manera muy sencilla le decía: ‘Licenciado, usted que es un hombre de letras, ponga ahí, pero hágalo como usted sabe escribirlo, ponga ahí que se modere la indigencia y la opulencia’. Le decía Quintana Roo: ‘Pero no hace falta agregarle nada, así lo voy a escribir’.
Y le decía: ‘Ponga que se eleve el salario del peón’. Fíjense cuántas palabras. Si se le pide a un economista ahora, ¿no?, que justifique que hay que aumentar los salarios de los trabajadores, a lo mejor se lleva un año escribiendo un tratado, o dos tomos, y acá de manera sencilla, ‘que se eleve el salario del peón’.
Le dice Morelos: ‘Que se eduque al hijo del campesino y al hijo del barretero —los que trabajaban en las minas— que se eduque al hijo del campesino, al hijo del barretero igual que al hijo del más rico hacendado; que haya tribunales que defiendan al débil de los abusos que comete el fuerte’. Eso es lo que decía Morelos.
Por eso, cuando lucha aquí, en Cuautla… ¿Se acuerdan del versito ese de que ‘por un cabo doy un real, por un soldado un tostón, por mi general Morelos doy todo mi corazón’?
Por eso nos da mucho gusto estar aquí.
Aquí también estuvo Juárez, aquí luchó por la justicia en Tetecala, estuvo Juárez con Juan Álvarez, de Guerrero que también luchó en contra de la tiranía de Santa Anna para liberar a nuestro pueblo. Y, desde luego, Emiliano Zapata.
Fíjense cómo era Zapata, que tenía al principio muy buena amistad con el Apóstol de la Democracia, con Francisco I. Madero, pero las intrigas los separaron. Además, Madero era un hombre bueno que creía que todo se podía resolver solo garantizando la libertad y no le daba la importancia que tenía la lucha de los campesinos por la tierra, porque él era norteño, y es otra la cultura agraria en el norte que en el sur o en el sureste.
Se llevaban bien al principio, muy bien, y los separaron, y era la única posibilidad que tenía Madero de que triunfara la democracia y que no lo asesinaran, como lo hicieron una pandilla de rufianes que lo sacrificó; sólo teniendo la base campesina podía llevar a cabo su transformación. Esa lección nosotros la aprendimos muy bien, porque no se puede transformar sin el apoyo del pueblo, sólo el pueblo puede salvar al pueblo. Con el pueblo, todo; sin el pueblo,nada.
Madero, siendo un hombre bueno, se quedó solo porque no se cumplieron los postulados del Plan de San Luis de devolver la tierra que los hacendados le habían quitado a los campesinos.
Y cuando se llevaban bien, sin malas intenciones, Madero le dice a Zapata: ‘Oiga, usted ha ayudado mucho, mucho, mucho en la revolución’. Y de manera ingenua, y yo digo que sin ofender y sin querer comprarlo, le dice: ¿Por qué no consigue, por qué no busca una hacienda en Morelos? Y el gobierno la va a comprar para usted’.
Y la respuesta de Zapata fue muy fuerte y muy clara: ‘Señor Madero, yo no fui a la revolución para hacerme hacendado, yo estoy en la revolución para que se les entregue la tierra a los campesinos’. Ese era Zapata.
Entonces, nos da mucho gusto estar aquí con ustedes esta tarde y venir a constatar la reconstrucción de este convento bellísimo, único, de lo mejor del país, de la época inicial de la Colonia.
Y decirles también que estamos muy contentos. Yo confieso que estoy muy contento porque la gente supo defender la causa de la justicia, como se demostró hace dos meses. Imagínense, ya ando un poco mal de la carrocería, porque estoy aflojado en terracería, pero hace dos meses me cambiaron el motor, traigo motor nuevo.
Estoy muy contento porque van a continuar todos los Programas de Bienestar. Y el país queda en muy buenas manos. Conozco a Claudia desde hace bastante tiempo. Es una mujer con convicciones, con principios, una mujer honesta. Y por eso me voy yo a jubilar y me voy a contento, sí, porque ya cierro mi ciclo.
Hoy estábamos haciendo cuentas, y ya llevamos bastante tiempo, desde que salí de la escuela, desde 1976, ya voy a cumplir, en dos años, 50 de trabajo con el pueblo. Y, además de que queda el país en muy buenas manos, avanzamos mucho con la revolución de las conciencias, entre todos vamos a defender lo que se ha alcanzado.
Y también, no hay que tenerle mucho apego ni al dinero, ni al poder. La felicidad es estar bien con uno mismo, estar con bien con nuestra conciencia y estar bien con el prójimo; esa es la verdadera felicidad.
Por eso me da mucho gusto estar con ustedes. Decirles que es una garantía el gobierno que viene, de que van a continuar todos los Programas de Bienestar: el programa de adultos mayores, el programa para personas con discapacidad, las becas para los estudiantes, el apoyo a los campesinos, el apoyo a los jóvenes. Van a continuar todos los programas, pero, además, ya esos programas, ahora enviamos un paquete de iniciativas de reformas a la Constitución para que se eleven esos programas a derechos constitucionales, se eleven a rango constitucional.
Y ya no tengamos que estar pensando que puede darse un retroceso —toco este plástico—, que van a regresar los corruptos, los reaccionarios, no, no, no.
Por eso hay ahora una polémica, no quieren aceptar que el movimiento de transformación obtuvo mayoría calificada para el plan C, para reformar la Constitución en beneficio del pueblo.
Porque ya hasta les debería de dar vergüenza. Durante todo el periodo neoliberal o neoporfirista, 36 años, desde 1983 hasta el 2018, 36 años —porque Porfirio Díaz, el porfiriato fueron 34 años, estos fueron 36 años—, todas las reformas que hicieron a la Constitución fueron para beneficiar a una minoría rapaz, todas en contra del pueblo; y ya llegó la hora de que sea al revés, que primero el pueblo.
La democracia auténtica, el poder del pueblo y para el pueblo. Porque nos hablaban de que vivíamos en una democracia; mentira, era una oligarquía, era el gobierno en beneficio de una minoría con fachada de democracia, nada más con elecciones cada tres, cada seis años, y eso con todos los riesgos de que hicieran fraude, como nos lo hicieron varias veces.
Bueno, pero solamente para legalizar, legitimar, el poder de una minoría. Eso no era democracia auténtica. Solamente cuando había elecciones es que volteaban a ver al pueblo, era cuando llegaban a las comunidades, a los ejidos, a las colonias, a entregar migajas, a repartir despensas, frijol con gorgojo, pollos, patos, chivos, borregos, puercos, cochinos, marranos, cerdos. Pasaba la elección —hasta dinero en efectivo—, pasaba la elección y ya no le volvían a ver ni el pelo a los gobernantes, hasta humillaban después a la gente cuando iba a los palacios municipales o al palacio de gobierno, o a hacer una gestión en el gobierno federal. Entonces, eso ya se acabó, ahora es el pueblo de México el que manda, esta es la Cuarta Transformación.
¡Que viva Morelos!
¡Que viva Zapata!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
MODERADORA: Procedemos con el corte de listón inaugurar de la parroquia Santo Domingo de Guzmán a cargo del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador; la presidenta electa, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, e integrantes del presídium.
(CORTE DE LISTÓN)
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