23.02.24 Versión estenográfica. Inauguración del Acueducto Picachos-Concordia, desde Sinaloa

23.02.24 Versión estenográfica. Inauguración del Acueducto Picachos-Concordia, desde Sinaloa

23.02.24 Versión estenográfica. Inauguración del Acueducto Picachos-Concordia, desde Sinaloa

2024: Año de Felipe Carrillo Puerto, benemérito del proletariado, revolucionario y defensor del Mayab

 

 

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Concordia, de pueblos, municipios cercanos del estado de Sinaloa:

Me da mucho gusto estar de nuevo aquí en Concordia, en Picachos.

Estamos inaugurando esta obra que, como lo mencionó el gobernador Rubén Rocha, es al mismo tiempo un acto solemne de justicia, porque se vivía en la contradicción, en la paradoja, de que tenían la presa, pero Concordia no contaba con agua. Es lo que sucedía antes, que teníamos un país rico con pueblo pobre, y todo por la corrupción que imperó, que reinó durante mucho tiempo.

Ahora nos alcanza el presupuesto, que es dinero del pueblo. Y parece una obviedad, parece que todos lo sabemos, que el presupuesto es dinero del pueblo, pero no, hasta hace poco todavía se pensaba que era dinero del gobierno. No, el presupuesto es dinero del pueblo, nosotros somos simplemente administradores de los dineros del pueblo y lo que procuramos es administrar bien ese presupuesto, distribuirlo con justicia y desde luego no permitir que se roben el dinero del presupuesto, que es dinero sagrado, dinero bendito, del pueblo.

No es muy complejo gobernar un país como México porque son muchas las ventajas, las virtudes: tenemos un pueblo bueno, un pueblo trabajador, un pueblo honesto, un pueblo muy fraterno, solidario; un pueblo con tradiciones, con costumbres, que nos protegen esas tradiciones, esas costumbres.

Por ejemplo —siempre lo estoy repitiendo, pero necesitamos que se internalice porque ahí está nuestra fortaleza—, nosotros tenemos una institución muy importante, la principal institución de seguridad social en México es la familia.

Fíjense cómo somos: nos ayudamos en familia mutuamente, le va mal a un miembro de la familia y acuden a apoyarlos otros.

Y ustedes podrán decir: ‘Y así es en todo el mundo’. No, la crisis que más está afectando a Estados Unidos es precisamente por la pérdida de valores culturales, morales, espirituales, porque —lo decimos con respeto— ellos tienen la costumbre de que van creciendo los hijos y se tienen que ir de la casa todavía como adolescentes, y se quedan solos, les falta amor, les falta apapacho. Aquí es distinto, no queremos que nunca se vayan los hijos de la casa y por eso hasta abusan.

Hace como una semana lo platiqué en la mañanera, fui a Morelos y me invitó a comer el gobernador Cuauhtémoc Blanco. Y estaba su mamá, y empezamos a tratar el tema, y me decía Cuauhtémoc, me hacía señas así, ‘no toque ese asunto’, porque son seis hijos con Cuauhtémoc, y tiene dos de más de 40 que todavía viven con ella, y les dice ‘mis bebés’. Y Cuauhtémoc enojado: ‘Son unos flojos’. Y le dice la señora: ‘No, no, no, no, el presidente tiene razón’. Y así somos y eso nos ayuda mucho.

Hace poco vi un reportaje de unas niñas en la adolescencia, con un papá texano. Y lo digo también de manera respetuosa, porque son costumbres. Entonces, él decía: ‘Ya le dije a las muchachas que si quieren quedarse en la casa tienen que aportar, 200, 300 dólares para vivir aquí y poder comer aquí; si no, se tienen que ir’. Eso aquí no se da, aquí lo que se da es: ‘Échale más agua a los frijoles’. Eso nos ayuda mucho, porque esas costumbres, esas tradiciones nos mantienen unidos y son buenos ejemplos para las nuevas generaciones. Tenemos todo eso a nuestro favor.

México es una potencia mundial en el terreno social y cultural. Nos hicieron creer durante mucho tiempo de que de Europa nos trajeron la cultura, nos vinieron a civilizar. No, miles de años antes en lo que hoy es México florecieron grandes civilizaciones, culturas. Y todo eso se fue transmitiendo de generación en generación, y esa identidad que tenemos que viene del México profundo es, repito, una fortaleza.

Por eso no es complicado gobernar, la fórmula es sencilla: no permitir la corrupción, que no haya lujos en el gobierno y todo lo que se ahorre que se entregue al pueblo, esa es la fórmula, y alcanza el presupuesto y rinde.

En el tiempo que llevamos ha aumentado la recaudación de impuestos, o las contribuciones, para decirlo más suave. Cuando llegamos al gobierno se recaudaban tres billones; el año pasado ya recaudamos cuatro billones y medio, un billón 500 mil más. Y no aumentamos los impuestos.

¿Y cómo le hicimos?

Bueno, es que antes, muy contrario a lo que se pueda pensar, los de mero arriba no pagaban impuestos. Piensen en una empresa grande, grande, grande, en un banco muy grande; pues ese banco, esa empresa que están pensando no pagaba. Pagaba todo el pueblo, porque los campesinos, los indígenas, los obreros, la gente más humilde paga impuesto, porque cuando se compra una mercancía ahí va incluido un impuesto, ahí va el IVA, todos pagamos impuestos, pero había una élite, una casta divina, un grupo de privilegiados, que no pagaban impuestos, había una ley para que se les condonara los impuestos.

¿Qué hicimos?

Modificamos el artículo 28 de la Constitución y ahora ya no se permite la condonación de impuestos. Y se enojan, pero tienen que pagar. Eso nos da presupuesto.

Y también nos da presupuesto el que no haya lujos en el gobierno. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Cuando llegué a la Presidencia se gastaban sólo en la Presidencia de la República, las oficinas del presidente, tres mil 600 millones de pesos al año, muchísimo dinero; ahora, el año pasado no llegamos a 600 millones, tres mil menos. Y así todas las dependencias.

Si no hay derroche, si no hay lujos en el gobierno, pues se ahorra mucho. Entonces, la fórmula es no permitir la corrupción y hacer un gobierno austero.

¿Y cuál es el resultado? Les decía que tenemos presupuesto sin aumentar los impuestos, sin gasolinazos, sin aumentar el precio de la luz, sin endeudar al país. ¿Y cuánto le estamos entregando al pueblo?

Les puedo poner aquí muchos ejemplos. Somos 35 millones de familias en el país, y a 32 millones de 35 millones de familias les llega cuando menos un apoyo de los Programas de Bienestar.

¿Cuánto distribuimos en los Banco del Bienestar? Ya terminamos dos mil 750 sucursales del Banco del Bienestar, distribuimos 800 mil millones de pesos. Porque el adulto mayor va con su tarjeta y ahí saca lo que por derecho le corresponde. Ya es eso.

Otra estrategia: no se entrega a intermediarios porque así no llega. Nada de que ‘soy de la organización Sinaloa Democrática’. Ya sabemos que Sinaloa es democrática, que es un estado democrático, ya eso ya lo sabemos. Pero no, no, primo hermano, mejor directo, sin intermediación, porque, si no, no llega o llega con piquete de ojo, con moche, y queremos que llegue completo, que el adulto mayor reciba sus seis mil pesos bimestrales, porque ya aumentó 25 por ciento, sin comisiones, y que el que recibe una beca ya sea de nivel básico, nivel medio superior o nivel superior, lo mismo.

Son más de 12 millones de adultos mayores en el país que tienen su pensión. Es universal, es para ricos y es para pobres, porque es una pequeña contribución al que llega a esa edad, por lo que ya hizo en beneficio de nuestro país.

Yo ya tengo mi tarjeta, porque ya estoy veterano, igual que muchos de aquí, pero lo mismo para los estudiantes, becas para educación básica, todos los que estudian preparatoria. Pero no sólo en Sinaloa; en todo el país, todos tienen su beca. Y ya son 600 mil los que estudian a nivel universitario que reciben también su beca.

Y estamos ayudando también al campo. Lo mencionó Rubén, en seis sexenios, seis sexenios, 36 años, seis gobiernos hicieron 22 mil hectáreas de riego, 22 mil hectáreas de riego, 36 años. Nosotros vamos a dejar más de 100 mil hectáreas de riego en seis años.

Y así podría yo ponerles muchos ejemplos. Ya estamos, en unos días más inauguramos otro tramo del Tren Maya. Cuando yo termine van a ser tres mil kilómetros de trenes modernos en el país. Y ya dejamos la iniciativa de reforma a la Constitución para que 18 mil kilómetros de trenes de carga, las vías que se utilizan para los trenes de carga se puedan utilizar, sin expropiarlo.

No hay crimen perfecto. Hubo un presidente, que es preferible olvidar, que entregó los Ferrocarriles Nacionales, porque todo México estaba comunicado con trenes de pasajeros, y de repente se acabaron los trenes de pasajeros, entregó Ferrocarriles Nacionales a dos empresas extranjeras. Nada más que se le olvidó, porque en las concesiones quedó establecido que, si algún día un gobierno usaba las vías para trenes de carga y se establecía comunicación con trenes de pasajeros, el gobierno tenía prioridad, es decir, tenía derecho a usar las vías antes que los trenes de carga.

Entonces, ¿qué estamos dejando? 18 mil hectáreas para que vuelva lo de antes, que desde la Ciudad de México se pasaba por toda Sinaloa en tren de pasajeros. Ya no me va a corresponder, pero vamos a dejar listo todo.

Y en cuanto a este acueducto, decía yo que es un asunto de justicia. Conozco Concordia desde hace años, no sólo porque hacen buenos sillones de buena madera, los recomiendo, ahora que ya me voy de retiro, que me voy a jubilar, en uno de esos me voy a estar sentando, como mecedora.

¿Saben? En la mañana inauguramos un acueducto de Zapotillo a Guadalajara, tres mil litros por segundo, se va a quedar resuelto el problema de Guadalajara, del agua. De esta presa se llevó agua a Mazatlán.

Como dice Rubén, ayuda mucho el turismo porque es una actividad económica que no sólo genera riqueza, sino distribuye riqueza: se benefician transportistas, se benefician trabajadores de los hoteles, se beneficia mucha gente.

Bueno, también ya resolvimos el problema de la falta de agua en Monterrey. Hicimos un acueducto de 80 kilómetros en la presa ‘El Cuchillo’ a Monterrey, cinco mil litros por segundo; ya no van a padecer de agua en Monterrey.

Allá en el sureste, como tres acueductos. Acabamos de inaugurar uno de Escárcega a Calakmul, allá en Campeche, que ya les dieron tierra a los campesinos, fueron a colonizar a Campeche, y había mucha tierra y poca gente, nada más que sin agua; les entregaban no parcelas de 20 hectáreas, sino parcelas de 50 y hasta de 100 hectáreas, pero sin agua. Sufrió mucho esa gente que fue a colonizar allá en Campeche y en Quintana Roo, antes de que Cancún tuviese el auge que tiene ahora, porque ahora ya llegan como 8300 aviones, despegan y aterrizan 300 aviones de pasajeros diarios a Cancún, estamos hablando que, al año como 30 millones de turistas, pero eso es reciente; cuando se fue a colonizar la península de Yucatán fue muy difícil, y ahora ya les llevamos agua.

También pasado mañana —y esto es un acto también de justicia— vamos a inaugurar un acueducto para los pueblos yaquis en Sonora que no tenían agua. Rodeados también de presas, pero los yaquis son de los pueblos originarios sin agua; los que sufrieron más, porque los querían exterminar para quitarles sus tierras durante el porfiriato; asesinaron a 15 mil yaquis y a miles también los deportaron a trabajar como esclavos en las haciendas henequeneras, en las haciendas cañeras del sureste. Por eso estamos haciendo justicia a los pueblos yaquis.

Y vamos también a resolver un problema grave de contaminación de agua en La Laguna, en los límites de Coahuila con Durango, la Comarca Lagunera. Ahí —y esto nos debe de servir de enseñanza para no caer en lo mismo, sobre todo, pensando en las nuevas generaciones—, ahí hubo una sobreexplotación de los mantos acuíferos y ya tenían que perforar a más de dos mil metros de profundidad para sacar agua equivocadamente donde no hay agua.

Pusieron todo un desarrollo para producir leche, una cuenca lechera de una empresa famosa, para sembrar alfalfa y producir leche; pero por cada litro de leche son mil litros de agua, eso se tiene que tener en cuenta.

Lo mismo que hicieron durante mucho tiempo los de Mexicali. En Baja California se rebelaron porque malos gobernantes, que ya ni merece mencionar, todo el bloque de la derecha, entregaron concesiones, el agua de Mexicali, para cerveceras. ¿Y saben que ni siquiera caguama o…? ¿Cómo se llama la de aquí del Pacífico?

INTERVENCIÓN: ¡Ballena!

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Ballena. Bueno, ni siquiera para tomar en México, sino para exportar, y por cada litro de cerveza —eso también téngalo en cuenta— son 100 litros de agua.

¿Qué ocasionaron con esa política en La Laguna?

Que como perforaban a más de dos mil metros para extraer agua, empezaron a sacar agua contaminada con arsénico. Es la única región del país en donde se potabiliza el agua para quitarle el arsénico; de todas maneras, con muchos daños a la salud. Ya estamos resolviendo eso con agua superficial con un programa que se llama Agua Saludable para La Laguna, que va a permitir que nueve municipios de la Comarca Lagunera tengan agua, incluyendo Torreón y Gómez Palacio.

Les explico todo esto porque cómo no íbamos a aprobar el acueducto de Concordia, si se necesita el agua. Ya esta presa Picachos tiene la función para regar las tierras, permite tener agua en Mazatlán, en Concordia y, además de eso, se está construyendo una hidroeléctrica, se va a producir energía eléctrica.

Y abro un paréntesis. Ya lo dijo Rubén, pero no está de más repetirlo: ayer firmé ya un acuerdo, un decreto, para que quede establecido el subsidio en el pago de la energía eléctrica en beneficio de los sinaloenses.

Podría yo seguir hablando, pero ya ven que no hablo de corrido y me tardo mucho. Pero ya creo que nos entendemos bastante bien. Y como siempre lo decimos y lo imaginó el gran poeta José Martí, amor con amor se paga. Y yo estoy muy contento siempre que vengo a Sinaloa. Y vamos a seguir apoyando al pueblo de Sinaloa.

Tuve la suerte —porque ya estoy por terminar, me faltan siete meses— tuve la suerte de que los dos gobernadores trabajaron de común acuerdo con nosotros, con el gobierno federal. Quirino ayudó, pero a Rubén es como… No, no es como, es mi hermano, nos conocemos, ya llovió, desde hace muchos años. Y vamos a seguir apoyando al pueblo de Sinaloa y vamos a seguir apoyando al gran gobernador que tienen, a Rubén Rocha, el maestro Rubén Rocha.

Y nos vamos a seguir encontrando porque todavía voy a regresar a Sinaloa. Ahora los próximos tres meses no porque ya viene la veda electoral y no quiero que, como se dice en el béisbol, no quiero que me vayan a cepillar, porque ya ven cómo andan, ¿no? Andan, pero con mucho miedo y enojadísimos, enojadísimos, y con la máxima del hampa del periodismo y del hampa de los delincuentes de cuello blanco, según la cual la calumnia, cuando no macha, tizna. Nada más que eso puede aplicar en otros casos, cuando no hay principios, no hay ideales, pero yo siempre he hecho de mi vida una línea recta y lo que estimo más importante en mi vida es la honestidad, por eso me van a seguir haciendo lo que el viento a Juárez.

Ya hasta estoy hablando más rápido. Mejor ahí nos vemos.

¡Que viva La Concordia!

¡Que viva Sinaloa

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

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