2024: Año de Felipe Carrillo Puerto, benemérito del proletariado, revolucionario y defensor del Mayab
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos, paisanas, paisanos:
Me da mucho gusto estar en el heroico puerto de Veracruz, estar con ustedes. Podríamos hablar bastante, mucho, pero no hace falta, ya sabemos todas, todos, de lo que se trata. Y hemos, entre todos, desde abajo, hemos llevado a cabo una transformación o una primera etapa en la transformación de nuestro país.
Ya sabemos que ha habido en la historia de México tres grandes transformaciones, la Independencia, la Reforma, la Revolución, y nosotros estamos llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
Y lo estamos haciendo. Y estamos, gracias al Creador y a la naturaleza y a la ciencia, estamos siendo testigos de este cambio, estamos para poder contarlo, que esta Cuarta Transformación se está llevando a cabo de manera pacífica, sin violencia, porque las tres anteriores transformaciones, por las circunstancias, no porque así lo quisieran los padres de nuestra patria, nuestros héroes, sino porque no tuvieron otra opción, llevaron a cabo esos movimientos con las armas.
Nosotros hemos logrado iniciar esta transformación y pronto se va a consolidar de manera pacífica con la revolución, pero de las consciencias de millones de mexicanos, completamente en paz. Y hasta tengo que reconocer y agradecer, ¿por qué no?, a nuestros adversarios, los conservadores de ahora, porque no han pasado de calumnias y de mentiras, y de guerra sucia, de insultos, pero hasta ahí se han quedado. Ya hasta creo que les da pena a ellos mismos seguir con ese discurso de diatribas, de insultos. Les tengo que agradecer que hemos llevado a cabo entre todos los mexicanos esta transformación de manera pacífica.
Decirles, paisanas, paisanos, que ya sentaron las bases para la transformación. Lo más importante es que se le dio su lugar al pueblo. Ahí es la clave de todo.
Porque antes se decía que la política era asunto de los políticos y el pueblo no era tomado en cuenta, no contaba, todo se hacía arriba. Se tomaba en cuenta al pueblo, porque necesitaban legitimarse en el poder, y entonces sí iban a las comunidades, a las colonias, a los barrios, a los pueblos cuando había elecciones a entregar despensas, frijol con gorgojo, pollos, patos, chivos, borregos, puercos, cochinos, marranos, cochis, tuncas, cerdos. Se acuerdan de eso, ¿verdad? Nada más que poco a poco se fue haciendo consciencia.
Y hasta se le decía a la gente: ‘Mira, eso que te están entregando de tu dinero, porque el presupuesto… Y esa era otra mentira, decían: ‘El presupuesto es del gobierno’. No, el presupuesto es dinero del pueblo y los gobernantes somos simplemente administradores de los dineros del pueblo.
Entonces, decíamos para hacer consciencia: Agarra todo lo que te den, porque lo necesitas, pero a la hora de la hora, cuando votes, porque te van a decir ‘necesitamos tu voto’, pues entonces vota por lo que te dicte tu consciencia, vota libre y hazles: ‘Toma tu Champotón, toma tu voto’.
¿Y saben por qué es ‘toma tu Champotón’? Que no lo puedo hacer completo, porque cuando llegaron los conquistadores, los primeros en invadir México en la época del inicio de la Colonia, quisieron tomar Champotón, Campeche, y se organizaron las comunidades mayas y no permitieron el desembarco, y desde entonces se dice así: ‘Toma tu Champotón’, ya lo vas a agarrar.
Pues todo eso se hizo a un lado y ahora hay una auténtica democracia, porque no había. La democracia, de acuerdo aAristóteles, es el poder del pueblo y para el pueblo. Tiene dos palabras: demos es pueblo, kratos, es poder, es el poder del pueblo.
¿Qué era lo que había entonces?
Realmente, una oligarquía con fachada de democracia.
¿Qué es la oligarquía?
Es, de acuerdo también a la concepción aristotélica, es el gobierno de una minoría. Para decirlo con más claridad, aunque suene duro, es el gobierno de los ricos, esa es la oligarquía con fachada de democracia; ahora ya no es así, ahora el gobierno es del pueblo, ese fue el avance importante en esta transformación.
Antes, el gobierno estaba tomado por una minoría rapaz y repartían nada más migajas al pueblo; ahora no, ahora el presupuesto se distribuye con justicia y alcanza a todos.
Nos tenían también muy engañados, que no se podía aumentar los salarios de los trabajadores porque eso iba a desatar la inflación, y por eso en más de 30 años el salario en México perdió como el 70 por ciento de su poder de compra.
Nosotros dijimos: Eso no va a continuar, vamos a aumentar el salario. Lo hemos aumentado más del 100 por ciento y no ha habido inflación, se fue al carajo con esa mentira.
Y al carajo no es… Porque aquí estamos en el puerto y en el principal puerto de México. El carajo es una canastilla que se pone en los barcos, allá, en el asta. Entonces el marinero que se porta mal va a la canastilla, al carajo. Para que no vayan a pensar que somos malhablados los veracruzanos, los choco-jarochos.
Todo eso quedó ahora ya como lección.
Quedó también como lección:
Había otra mentira, decían: ‘Mira, hay que darle a los arriba porque, si le va bien a los de arriba, le va a ir bien a los de abajo; si llueve fuerte arriba, gotea abajo, va a salpicar abajo’.
Y por eso fue que llevaron a cabo lo que se conoce como Fobaproa, cuando Zedillo, que convirtió las deudas privadas de unos cuantos banqueros y empresarios en deuda pública, en deuda de todo el pueblo.
Fíjense, ¿por qué no rescataron, cuando esa crisis, a los pequeños comerciantes, a los pequeños empresarios? ¿Por qué no rescataron a los obreros? ¿Por qué no rescataron a los campesinos? No, rescataron a los de arriba y todo el pueblo tiene que pagar esa deuda, que originalmente decía Zedillo iba a ser de 185 mil millones de pesos y ya van tres billones de esa enorme deuda pública. Eso ya también se acabó.
Cuando lamentablemente enfrentamos el problema de la pandemia, del COVID, que fue muy duro, muy doloroso, llegaron también a plantearme lo mismo: ‘Hay que solicitar créditos al extranjero, a los organismos financieros internacionales para apoyar a banqueros, para apoyar a los empresarios’. Y así: toma tu Champotón también.
Y también me llegaron a plantear: ‘No hay que cobrar los impuestos a los de arriba durante un tiempo’. Todavía me dijo el dirigente de un organismo empresarial: ‘De todas maneras, no van a recaudar nada con la crisis, es mejor que decretes una pausa, una tregua en el pago de los impuestos a los grandes contribuyentes’. No, le digo, sí vamos a recaudar y no endeudamos al país.
¿Cómo fue que salimos adelante después de esa tremenda crisis de la pandemia? Que no sólo nos afectó y causó la pérdida de vidas de miles de mexicanos, no sólo nos produjo dolor, sino nos tumbó la economía, como no se había visto en los últimos 100 años. ¿Cómo salimos a flote? Lo que hicimos, que es la estrategia de política económica que venimos aplicando, es apoyar de abajo hacia arriba, lo opuesto a lo que se venía haciendo, y empezamos a atender casa por casa.
¿Y saben que somos 35 millones de familias? Pues a 30 millones de las 35 millones de familias les llega cuando menos una pequeña porción del presupuesto nacional. El que no recibe un apoyo de adulto mayor sí tiene una beca, sí está en el programa Sembrando Vida, sí está en Jóvenes Construyendo el Futuro, y todos nuestros adultos mayores tienen garantizada su pensión.
Me propuse, paisanos, de que cuando yo terminara… Esto lo dije hace dos años, precisamente en Guelatao, en la tierra de Juárez, lo dije hace dos años, un 21 de marzo, dije: Vamos a ir aumentando la pensión para que cuando yo me vaya cuando menos sean seis mil pesos bimestrales de pensión para cada adulto mayor. Y así me voy, ya se cumplió. Y por eso, por eso, apoyando abajo se reactivó nuestra economía y salimos de la crisis.
Nos ayudó también mucho el que no nos dejaron solos nuestros paisanos migrantes. Un aplauso para ellos.
Se debe saber que los que se fueron en los peores momentos de la crisis económica del periodo neoliberal o neoporfirista… Estamos hablando de 1983 hasta el 2018, 36 años; el porfiriato se impuso 34 años. Nosotros padecimos, las nuevas generaciones padecieron de 36 años de política neoliberal, neoporfirista que solo beneficiaba a una minoría rapaz.
Bueno, en ese periodo se fueron más de un millón de veracruzanos a buscarse la vida a las ciudades fronterizas y del otro lado de la frontera. No creció la población en Veracruz porque, a pesar de que este es un estado rico, no había oportunidades. Veracruz no es un estado, Veracruz es una República que tiene de todo y, sobre todo, tiene un pueblo bueno, un pueblo trabajador.
Pues esos que se fueron de Veracruz y de otros estados, cuando estaban imponiendo la política de pillaje y de saqueo, esos migrantes que se fueron arriesgándolo todo a buscar algo que mitigara su hambre y su pobreza, ahora nos están enviando 65 mil millones de dólares al año, eso es lo que envían nuestros paisanos migrantes a sus familiares. Es la principal fuente de ingresos que tiene nuestro país.
Por eso, ¡que vivan los migrantes! Salimos adelante.
Me llena mucho de orgullo que, a pesar de la crisis, ya el Banco Mundial reconoce que durante nuestro gobierno salieron de la pobreza nueve millones 500 mil personas. Y les fue bien a todos, porque cuando el pueblo tiene para consumir lo básico, y a veces hasta un poco más de lo básico, se beneficia el comercio, se beneficia la industria y hay progreso.
Le ha ido bien a los grandes empresarios, le ha ido bien a los banqueros; el año pasado tuvieron utilidades récord de 270 mil millones de pesos. Y aquí repito el dicho campesino choco-jarocho, de que cuando le va bien, cuando la milpa se da bien, alcanza hasta para el pájaro. Eso es de allá, de por la cuenca del Papaloapan. ¡Que viva la cuenca del Papaloapan! Y así sacamos adelante a nuestro país.
Desde luego, falta todavía mucho por atender porque, decía yo, 36 años del porfiriato, 34, esto duró más que el porfiriato. Y si hubiesen continuado con esa política… Por eso siempre digo que el pueblo es sabio, porque el pueblo dijo: ‘Basta ya, se les pasó la mano, ustedes no tienen llenadera, y se van al carajo’; así les dijo el pueblo.
Bueno, falta todavía mucho por hacer, pero estoy contento porque voy a entregar la banda presidencial a una mujer extraordinaria, excepcional, preparada, con experiencia, honesta y, lo más importante, de buenos sentimientos, de buen corazón. Por eso, no hay nada que temer, van a seguir todos los Programas de Bienestar, y hasta mejor que ahora.
Yo les puedo decir que en poco tiempo la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, va a ser la mejor presidenta del mundo, la mejor presidenta del mundo. No les estoy choreando, ¿eh?, estoy diciendo la verdad, porque necesitamos también tener esa seguridad.
Por eso, vengo a despedirme de ustedes. Me voy contento, me voy muy contento, porque acuérdense, fíjense, Veracruz, ¿dónde van…?
VOCES A CORO: ¡No te vayas! ¡No te vayas! ¡No te vayas!
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: No, ya se terminó un ciclo y no puedo traicionar principios. Miren, yo soy maderista.
Hay tres presidentes que debemos de recordar con cariño:
Benito Juárez el mejor presidente de México.
El presidente Francisco I. Madero, Apóstol de la Democracia, acuérdense lo que decía. ¿Cuál fue su lema? ‘Sufragio efectivo, no reelección’.
Y el tercer presidente que hay que recordar con mucho cariño, porque le tenía un profundo amor al pueblo, el general Lázaro Cárdenas del Río.
Entonces, yo soy maderista. No quiero, no quiero ser hombre fuerte, no quiero ser caudillo, no quiero ser jefe máximo; mucho menos, cacique, eso no, no. Y, además, no olvidemos, porque es muy importante para los que se dedican a la política y también para todos: no hay que tenerle, no hay que tenerle mucho apego, ni al poder ni al dinero, porque a veces se confunden y se piensa que esa es la felicidad. No. Ahora sí que lo que diga mi dedito. La felicidad no es el dinero, la felicidad no son bienes materiales; la felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra consciencia y estar bien con el prójimo, esa es la verdadera felicidad.
Ya terminé mi ciclo, ya me voy a Palenque. Paisanas, paisanos, ya nos vimos mucho, bastante, ya nos identificamos; amor con amor se paga, ya está en marcha la transformación y vamos hacia adelante. Yo voy a estar allá en Palenque.
También, de una vez aprovecho para decirles que a lo mejor alguien va a decir: ‘Voy a pasar a ver a mi paisano’. Fíjense que no va a ser tan fácil, porque yo ya no quiero atender, recibir, amigos. ¿Saben por qué? Porque son millones, son millones.
Entonces, si yo le abro la puerta a una familia, amigas, amigos que son, les tengo que abrir la puerta a todos, y entonces ya no trabajo, porque no crean que voy a la hamaca, no, voy a tener un espacio de quietud porque voy a escribir, voy a dedicarme a escribir y va a ser una aportación.
Va a llevar tiempo, porque es una investigación que quiero hacer sobre la grandeza cultural de México, para que nunca más nos acomplejen, para demostrar que México es una potencia cultural en el mundo y que como México no hay dos, y como el pueblo de México no hay, con todo respeto, en ninguna parte, gente tan trabajadora y con tantos valores culturales, morales, espirituales. Tenemos la fortuna, la dicha enorme de vivir en un gran país.
Por eso, me da mucho gusto estar aquí paisanos, paisanos.
Hacía falta este museo de las Leyes de Reforma, porque miren,aquí, pues es… toda la historia de México está en Veracruz, por aquí pasó toda la historia. No se podría escribir la historia de México sin Veracruz.
Ya aquí en la Independencia, después de que se consuma la independencia, los españoles no querían irse y tomaron San Juan de Ulúa. Y después de 1821 y 1825, Pedro Sáinz de Baranda, comandante de la Armada de México, de la Marina de México, es el que expulsa ya a los españoles y se consigue la independencia nacional.
Después este episodio de la Reforma no muy conocido, y por algo será; estaba así, como oculto este periodo, de que aquí estuvo Juárez y de que aquí se expidieron las Leyes de Reforma, no se hablaba mucho de eso.
Y en la tercera transformación sí, sobre todo, en la Revolución, porque aquí estuvo Carranza, aquí se emitieron las primeras leyes agrarias, el 6 de enero de 1915, la Ley Agraria para reconocer el derecho de los campesinos a la tierra. Y desde aquí, desde Veracruz quedó abolida la esclavitud.
Entonces, en la Independencia, Veracruz; en la Reforma, Veracruz; en la Revolución, Veracruz; y en la Cuarta Transformación, Veracruz.
¡Y que viva Veracruz!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!