2020, Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Tlaxcalantongo, de este municipio de Xicotepec del estado de Puebla:
Me da muchísimo gusto estar con ustedes en este día en que estamos recordando a un revolucionario, a Venustiano Carranza. Por la pandemia no pudimos estar el 21 de mayo de este año, que se cumplieron 100 años del asesinato de Venustiano Carranza en esta comunidad de Tlaxcalantongo, pero lo hacemos ahora, un día después del 20 de noviembre, porque hay una relación estrecha entre la convocatoria, el llamamiento que hizo Francisco I. Madero al pueblo para tomar las armas el 20 de noviembre de 1910 en contra de la dictadura porfirista, y la participación desde entonces de Venustiano Carranza. Él fue parte del equipo cercano a Francisco I. Madero, eran paisanos de Coahuila, uno de Parras y otro de Cuatro Ciénegas. Se conocían bien.
Cuando se integró el primer gabinete, después de que triunfó el movimiento revolucionario en la batalla de Ciudad Juárez, el entonces dirigente de la revolución, Francisco I. Madero, nombró a don Venustiano Carranza como secretario de Guerra.
Lo más destacado es que, cuando Victoriano Huerta y otros militares traicionan a Francisco I. Madero y lo asesinan, al Apóstol de la Democracia, esto ya en 1913, Venustiano Carranza era gobernador de Coahuila.
Se da el golpe de Estado, asume de esa manera Victoriano Huerta la presidencia y casi todos los gobernadores del país lo reconocen, menos Venustiano Carranza, que no sólo lo reprueba, sino que llama al pueblo a luchar para derrocar a Victoriano Huerta. Deja la gubernatura y encabeza el movimiento revolucionario, él es el que constituye al actual Ejército mexicano desde entonces.
Después de él, otro gobernador el de Sonora se adhiere y así se van uniendo a la lucha revolucionaria otros dirigentes, como Francisco Villa, que ya había estado con Madero, y llama a luchar en contra de Huerta, y desde luego Emiliano Zapata y muchos otros revolucionarios.
Por eso estar aquí en Tlaxcalantongo y recordar a don Venustiano es algo muy trascendente, muy importante, porque, como lo mencionó el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, el que no sabe de dónde viene, difícilmente va a saber hacia dónde va.
Venustiano Carranza participó para hacer realidad la tercera transformación de México. No hay que olvidar que antes de la Revolución mexicana había esclavitud, Porfirio Díaz se convirtió en un dictador, se mantuvo en la presidencia 34 años.
Habían haciendas con peones acasillados, los trabajadores de la industria textil, por ejemplo, tenían que laborar 16 horas diarias por 25 centavos, no había día de descanso obligatorio, si no trabajaban no les pagaban, ninguna prestación y las tierras estaban acaparadas en manos de unos cuantos, nacionales y extranjeros.
Con la Revolución se lograron mejores condiciones laborales, se estableció el salario mínimo, el día de descanso obligatorio, la jornada de ocho horas de trabajo y otras prestaciones, gracias a la Revolución de 1910; y lo mismo, se entregó la tierra a los campesinos.
No debe de olvidarse que uno de los presidentes revolucionarios, el más agrarista de todos, Lázaro Cárdenas, en su gobierno, en seis años, entregó 18 millones de hectáreas a un millón de familias campesinas de ese entonces.
Pero también la Revolución fue nacionalista y en eso tuvo mucho que ver don Venustiano Carranza, porque él, siendo presidente, promovió que se elaborara la Constitución de 1917.
Llegaron representantes de todo el país a Querétaro y discutieron cómo tenía que ser la nueva Constitución, porque la que estaba vigente se había aprobado en 1857, una época de los liberales, del presidente Juárez, y con la Revolución se necesitaba otra Constitución. Y esto fue muy importante porque ahí se consagraron los derechos del pueblo, los derechos de los campesinos a la tierra, los derechos de los obreros a un salario justo, el derecho del pueblo a la educación.
Y también en esa Constitución se estableció algo muy importante: se aprobó en el artículo 27 que los recursos naturales y el petróleo son de la nación. Porque en toda esta región, en ese entonces dominaban las empresas petroleras extranjeras y tenían grandes extensiones de terrenos, y como en la legislación de Estados Unidos el dueño de la tierra era el dueño también de lo que estaba debajo de la tierra, o sea, del subsuelo, así se sentían ellos los propietarios del petróleo. Con el artículo 27 de la Constitución del 17 se estableció que todos los bienes del subsuelo, en particular el petróleo, eran de la nación, del pueblo de México.
Eso molestó mucho a los dueños de las compañías petroleras extranjeras y a los gobiernos de otros países. Por eso, cuando don Venustiano sale de México rumbo a Veracruz en 1920 y le cierren el paso, descarrilan el tren o ya no pueden continuar porque levantan las vías, y a caballo viene hacia esta región buscando cruzar la sierra para llegar a la costa, quienes ayudan en su detención y en su ejecución son miembros de las Guardias Blancas del Ejército, que tenían las compañías petroleras en esta región, vengándose que Venustiano Carranza había nacionalizado el petróleo. Por eso es muy importante recordar a este revolucionario, no olvidarlo.
Como todos los seres humanos, como todos los dirigentes, tiene Venustiano Carranza pasajes grises, porque era él presidente cuando se asesinó a Emiliano Zapata, cuando se asesinó al general Felipe Ángeles, pero tenemos que exaltar y recordar lo bueno, lo que aportó para el bienestar, el desarrollo, la justicia y sobre todo para hacer valer la soberanía de nuestro país.
Ahora nos toca a nosotros, como también lo mencionó el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
No olvidemos, la primera transformación fue la que encabezaron dos curas buenos, rebeldes, Hidalgo y Morelos. Por ello se logró que México se convirtiera en un país libre, independiente, soberano, luego de tres siglos de dominación colonial.
La segunda transformación fue la que inició Benito Juárez para hacer valer las reformas en contra de los conservadores que, cuando ya estaban derrotados, se atrevieron a ir a buscar a un príncipe, a Maximiliano, y nos invadió el ejército francés, en ese entonces el ejército más poderoso del mundo, pero los poblanos, los mexicanos supieron resistir y Juárez nunca se rindió, y se logró expulsar a los extranjeros y restaurar nuestra República. Esa fue la segunda transformación.
Y la tercera, como ya lo expuse, fue la Revolución mexicana.
Hacía falta una nueva transformación, porque ya se habían olvidado los ideales revolucionarios, se le había dado la espalda al pueblo, el gobierno estaba al servicio de una minoría rapaz, era un comité al servicio de unos cuantos, y dominaba, imperaba, prevalecía la corrupción que nos llevó a esta decadencia, a esta grave crisis económica, social y también crisis por pérdida de valores culturales, morales, espirituales. Por eso era necesario iniciar la Cuarta Transformación de México.
A diferencia de las tres primeras, esta Cuarta Transformación la estamos llevando a cabo de manera pacífica, sin violencia, pero queremos que sea profunda como lo fue la Independencia, como lo fue la Reforma, como lo fue la Revolución, arrancar de raíz al régimen de corrupción, de injusticias y de privilegios, y en eso estamos. Desde luego, hay resistencias, pero tenemos esa firme convicción de transformar a México.
Tenemos que enfrentar dos crisis, la pandemia y la crisis económica, pero no vamos a dejar de caminar hacia la transformación del país.
¿Y qué significa esa transformación en esencia?
Limpiar de corrupción al país, desterrar la corrupción de México, porque es lo que más ha dañado.
Por eso, la desigualdad monstruosa que existe, que unos cuantos, una minoría lo tiene todo y la mayoría carece hasta de lo más indispensable, y eso se debe a la corrupción, a que estaba tomado, secuestrado el gobierno, que debía de estar al servicio del pueblo y estaba subordinado a intereses creados.
La transformación es, repito, acabar con la corrupción y que el actor principal sea el pueblo, que el presupuesto se maneje con honradez para que les llegue a todos, porque el presupuesto no es del gobierno, el presupuesto es del pueblo, nosotros somos simplemente administradores de los dineros del pueblo.
Vamos a acabar con la corrupción, como se está haciendo, no tengo la menor duda. Por eso, sin endeudar al país, sin aumentar impuestos, sin gasolinazos, vamos a que el presupuesto alcance, rinda y se siga empleando en beneficio de la gente, que nunca falte el apoyo para los adultos mayores, que nunca falte el apoyo para personas con discapacidad, que los hijos de las familias de escasos recursos tengan becas para estudiar en todos los niveles de escolaridad y que no importe la condición económica o social de los padres, que la educación no sea un privilegio, sino un derecho de nuestro pueblo.
Nos va a alcanzar el presupuesto para seguir impulsando programas como Sembrando Vida. Mientras estemos en el gobierno no van a dejar de recibir los campesinos apoyos para que cultiven sus parcelas, sean ejidos, sean pequeñas propiedades. Y vamos a seguir avanzando, atendiendo a todos, escuchando a todos, respetando a todos, pero dándole preferencia a la gente humilde. Por el bien de todos, primero los pobres.
Me da muchísimo gusto, la verdad, estar aquí con ustedes. Tenía que venir y nos vamos a seguir encontrando. Ahora con la pandemia no podemos estar tan cerca, abrazarnos, saludarnos como quisiéramos, pero esto ya va a pasar y va a regresar la normalidad, y vamos a seguir manteniendo la comunicación.
Yo no voy a estar todo el tiempo en Palacio Nacional. Como lo he hecho durante años, voy a seguir recorriendo el país a ras de tierra, recogiendo los sentimientos del pueblo.
Me dio mucho gusto estar aquí en Tlaxcalantongo, aquí en este municipio de Xicotepec, del estado de Puebla. Nos vamos a seguir encontrando.
Y quédense con una idea: yo tengo principios y tengo ideales, no soy un ambicioso vulgar, no luché por un cargo, luché por una transformación y nunca, jamás voy a traicionar al pueblo, no les voy a fallar.
Muchas gracias, amigas y amigos. ---