20.12.22 Versión estenográfica. Reunión con legisladores federales, desde Palacio Nacional

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2022: Año de Ricardo Flores Magón, precursor de la Revolución Mexicana

 

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos, compañeras, compañeros.

Pues este es un acto de reconocimiento a ustedes, es un acto que implica cómo mujeres, hombres, como ustedes, legisladores, hacen realidad, hacen valer una palabra, un término, un concepto que es fundamental: la lealtad.

Pero aclaro de que no me refiero a la lealtad a las personas, a los dirigentes, a los políticos. La lealtad más importante es la que se profesa al pueblo y al proyecto de transformación en beneficio del pueblo. Esa es la lealtad.

La lealtad al proyecto de transformación, porque suele pasar, antes se hablaba de la lealtad a las personas, y además de ser algo relativo, porque suele pasar, no es el caso de nosotros que nos formamos manteniendo principios, ideales, pero en la política suele pasar de que se tienen amigos de mentira y enemigos de verdad.

 

Y los que hablan mucho de lealtad sin tener principios, sin tener ideales, a la primera traicionan, no resisten las tentaciones del poder. Por eso, lo mejor es la lealtad al proyecto, la lealtad al pueblo, la lealtad a los ideales, la lealtad a los principios, la lealtad a la transformación que estamos llevando a cabo. Y ustedes han actuado de manera ejemplar en ese sentido, han actuado como mujeres, como hombres leales al proyecto del pueblo. Deben de sentirse muy orgullosas, muy orgullosos, porque lo que han hecho y van a seguir haciendo es en beneficio de los demás, en beneficio de la gente, de los mexicanos y, en especial, de la gente más necesitada, de la gente pobre.

Eso es lo fundamental y eso es lo que debe de guiarnos. Hay órdenes que no deben de cumplirse, instrucciones que no deben de llevarse a cabo, de cumplirse, cuando está de por medio el afectar una causa popular. Inclusive he venido diciendo que cuando se tiene que optar entre la eficacia política y los principios no hay que titubear, hay que irse del lado de los principios.

Es lo mismo cuando se habla de derecho y justicia, no hay que titubear: justicia. La ley para el hombre y para la mujer, no la mujer y el hombre para la ley, y lo más importante es la justicia.

Ustedes han ayudado mucho, sus compañeras, compañeros, de la legislatura pasada, en el caso de los diputados, los senadores desde el inicio, para que se lleven a cabo los cambios, las transformaciones.

Siempre que ha habido una transformación, una revolución, se elabora una nueva Constitución, se propone una nueva Constitución. Después de la Revolución de Independencia fue la Constitución de 1824.

Me refiero a las constituciones liberales, federales, no incluyo a las constituciones centralistas, conservadoras, porque esas no han servido más que para permitir que avance el movimiento reaccionario y para darle entrada a quienes nos han invadido, a quienes nos han quitado parte de nuestro territorio por esas constituciones conservadoras y centralistas.

No así la Constitución de 1824, la primera Constitución federal de nuestro país, con el primer presidente de México, Guadalupe Victoria.

No así la Constitución liberal, reformista de 1857, que dio inicio a todo el movimiento de transformación, de fortalecimiento de nuestra República, de hacer de México un ejemplo en cuanto a la separación que debe existir entre el poder eclesiástico y el poder civil, porque, como está en la Biblia, a Dios lo que es Dios y al César lo que es del César. Eso fue Juárez y lo liberales.

Y ustedes pueden hasta la fecha observar que México tiene un Estado laico, como muy pocos países en el mundo, y eso surge en ese movimiento de Reforma. Y hemos sabido convivir con el laicismo, porque también el laicismo implica libertad religiosa y no hay que confundir al clero con las creencias, con la religión.

Juárez fue anticlerical, pero no antirreligioso, y así hemos actuado nosotros en un país donde la inmensa mayoría es católica y respetamos esa religión como respetamos otras religiones y como respetamos a los libres pensadores, eso es Estado laico. Y eso surge de la segunda transformación del movimiento de Reforma, de la restauración de nuestra República, luego de la invasión francesa.

Y la tercera transformación fue, como ya sabemos, la Revolución de 1910 y también eso dio lugar a una nueva Constitución, la de 1917.

En una ocasión o en varias ocasiones he dicho que, si hablábamos de la Cuarta Transformación, lo que correspondía era convocar a un Constituyente para tener una nueva Constitución. Y analizamos la situación y llegamos a la conclusión de que nos iba a significar mucha confrontación, que íbamos a perder el tiempo y que lo mejor era mantener vigente la Constitución del 17 que en su espíritu es una Constitución de avanzada. No olvidemos que esa Constitución surge del primer movimiento social, la primera revolución social en el mundo en el siglo XX, una revolución también excepcional, extraordinaria. Por eso nuestro país es único.

Por eso hablo yo de que lo que estamos haciendo debemos llamarle, y es mi propuesta, Humanismo Mexicano, porque nuestra historia es excepcional, es muy fecunda. Con todo respeto, no es fácil que en otros países haya Hidalgos, haya Morelos, haya Juárez, haya Villas, haya Zapatas, se encuentren Maderos, Lázaro Cárdenas, o sea, no hay, con todo respeto.

Y estos tres movimientos transformadores, les decía que el movimiento de Reforma pues es único, porque uno va a otro país y pues uno respeta las tradiciones, pero la autoridad jura con la Biblia; aquí no es así, aquí es un Estado, ya lo dije, laico, respetuoso de todas las religiones y de todas las creencias y de los libres pensadores, sean agnósticos, sean ateos. Eso es nuestro país.

Entonces, la Revolución mexicana fue una gran transformación. Ni pensado lo tenían, se adelantaron los revolucionarios mexicanos a lo que hizo Lenin y Trotsky, y otros revolucionarios en Rusia, y se adelantaron a otros movimientos sociales.

Entonces, imagínense que los Flores Magón desde 1906 ya estaban planteando la distribución del ingreso, el fortalecimiento del mercado interno, desde luego las jornadas de ocho horas de trabajo, la tierra para los campesinos, el que no se considerara que había hijos bastardos, ilegítimos, que se considerara la igualdad del hombre y de la mujer, todo eso lo planteaban en el plan liberal de 1906; la lucha por la tierra, la lucha por las reivindicaciones laborales, la lucha por la educación pública, laica, gratuita, la lucha por la justicia. Entonces, todo eso contemplado en la Constitución.

El que los bienes del subsuelo sean propiedad de la nación, que todos los bienes naturales sean de la nación, eso tampoco se veía, ni se acepta en muchos países.

¿Por qué las compañías petroleras no aceptaban la nacionalización de petróleo, que inicia Venustiano Carranza con la reforma o, mejor dicho, con el artículo 27 de la Constitución, que establece que todos los bienes del subsuelo son propiedad de la nación?

Porque ellos querían que se mantuviese el derecho que se aplicaba en Estados Unidos y se sigue aplicando, y en otros países, en donde el dueño de la tierra es también el dueño del subsuelo en la legislación anglosajona.

Y aquí se decide que el petróleo y otros bienes del subsuelo son de la nación, esto en 1917. Fue tan fuerte esta decisión de los revolucionarios que no se podía hacer la ley secundaria para regular la explotación del petróleo, no se permitía, nos amenazaban con invadirnos, y es hasta que llega el general Cárdenas, en 1938, que se expropia el petróleo.

Entonces, esa es nuestra historia.

Por eso, imagínense lo lamentable, triste, de que el partido que surge de la Revolución en la actualidad, en vez de defender el petróleo como lo defendieron los revolucionarios de México, o en vez de defender la industria eléctrica, que también la nacionaliza el general Cárdenas, es el creador de la Comisión Federal de Electricidad, y luego un presidente patriota, Adolfo López Mateos, 1960, nacionaliza la industria eléctrica, y es de lectura obligada esa carta que escribe el presidente López Mateos cuando nacionaliza la industria eléctrica y le dice al pueblo de México: ‘Tengan cuidado porque van a venir algunos traidores a querer dar marcha atrás a todos estos logros’, entonces qué papel tan triste, tan lamentable que los que surgen de este movimiento o el partido que surge de este movimiento…

Porque se justifica, aunque no estemos de acuerdo, en el caso del PAN, porque ese partido nace para oponerse a la política popular y patriótica del general Lázaro Cárdenas. Se expropia el petróleo en 1938 y en 1939, un año después, nace el PAN para oponerse a la expropiación petrolera, pero ¿el PRI qué hace adhiriéndose, sumándose a esa causa?

Entonces, por eso para reconsiderar la importancia del movimiento revolucionario decidimos: Vamos a mantener la Constitución del 17, no vamos a promover un Constituyente nuevo para la elaboración de una Constitución.

Se justificaba porque, si también ustedes hacen el análisis de todas las reformas constitucionales del periodo neoliberal, se van a dar cuenta que todas las reformas fueron para beneficiar a una minoría y afectar al pueblo de México. No hay una sola reforma que hayan hecho en el periodo neoliberal en beneficio del pueblo, todas fueron para favorecer a la oligarquía de este país.

Por eso están tan molestos, pero también hay que entenderlos y tener paciencia.

Se decidió mantener la misma Constitución, pero como una estrategia: vamos a hacer reformas, pocas, pero mejores. Y gracias a ustedes con esas reformas se ha podido llevar a la práctica la transformación.

¿Cuáles son esas reformas?

No, pues son muchas, pero, por ejemplo, imagínense lo que significó la reforma al artículo 28 de la Constitución para prohibir la condonación de impuestos. En este país, hasta antes de que llegáramos, los potentados, los de arriba, no pagaban impuestos, y se llevó a cabo esa reforma por ustedes, en el artículo 28, y ahora todos tienen que pagar impuestos.

¿Y qué nos ha significado?

Que tenemos una recaudación fuerte, una hacienda pública fuerte, y no necesitamos aumentar impuestos ni gasolinazos, ni pedir créditos o endeudar al país, porque ya los privilegiados, como todos los ciudadanos, tenemos que pagar nuestros impuestos.

Y esto es importantísimo, porque nos habían engañado, como en otros asuntos, de que el problema de México, el problema fiscal era que no pagaban impuestos los de la economía informal, los vendedores ambulantes, los que acomodan los carros en la calle, los ‘viene-viene’, que ese era el problema, o sea, que había que incorporarlos a todos a la formalidad porque de esa manera se iba a fortalecer la hacienda pública. Puro cuento.

No se tenía ingresos suficientes porque había privilegios, había empresas que les condonaban hasta 20 mil millones de pesos al año, lo que es el presupuesto de un estado se lo condonaban a una empresa vinculada al poder, porque ellos eran los que mandaban, tenían tomado el gobierno, tenían secuestrado al gobierno, el gobierno era un comité al servicio de una minoría rapaz; ahora el gobierno es de todos los mexicanos, como aquí lo comentó el senador. Entonces, eso ayudó mucho.

Y, para hablar de otra reforma, imagínense el que hayan logrado elevar a rango constitucional el derecho a la pensión a los adultos mayores; que se haya elevado a rango constitucional el derecho a recibir una pensión si se tiene una discapacidad; el derecho a recibir una beca si se es estudiante de familia humilde, todo eso.

Es una gran reforma. Además, hay en la misma Constitución el mandato de que esos programas que ya se convirtieron en derechos deben de tener siempre el presupuesto suficiente y que no debe de ser de un año a otro menor el presupuesto destinado a garantizar estos derechos sociales importantes.

Vamos hacia un auténtico Estado de bienestar. Imagínense lo que ustedes acaban de aprobar, el que ya a partir del 1º de enero los adultos mayores del país, que todos tienen el derecho a su pensión, van a recibir 25 por ciento más de pensión.

Entonces, sí tenemos motivos para estar contentos, para decir: estamos cumpliendo. Ustedes están cumpliendo al pueblo, son verdaderos, verdaderas representantes populares, y eso es un gran orgullo. Yo estoy muy agradecido con ustedes.

No creo en las medidas coercitivas, en el autoritarismo, no soy estalinista. Si se trata de decidir sobre qué dirigente de izquierda de Rusia, me llama más la atención diría Trotsky, no Stalin; y le tengo mucho respeto a Lenin, pero yo soy idealista.

Entonces, sí admiro a los hombres del poder, los que ejercen el poder. Es el caso de Fidel y ‘el Che’, si le dice uno a los jóvenes, dicen: ‘el Che’. Sí, por idealismo, pero Fidel fue el que condujo, estemos o no de acuerdo, ese proceso de independencia. Porque es un ejemplo, es de los pocos países en el mundo en donde no han permitido la intervención extranjera, ustedes me entienden, ¿verdad?

Entonces, ya está terminando el año. Felicidades.

Como aquí lo dijo el maestro Beto, vamos hacia adelante, vamos juntos, vamos a seguir caminando juntos. Es por México, es por nuestro pueblo.

Adicionalmente, y esto es complementario, es accesorio, estoy contento también porque fíjense que en nuestro movimiento tenemos mujeres, tenemos hombres con muy buen nivel político e ideológico. La oposición tiene problemas.

Esto lo podemos decir aquí porque no se está transmitiendo, no se está transmitiendo, ¿verdad? ¿Sí? Ah, bueno, ya ni modo. Pero miren nada más, porque algunos piensan y se puso de moda, ¿no?, de que cualquiera puede ser gobernador, cualquiera puede ser presidente, ¿no? No, la política es un oficio noble del más alto nivel espiritual; decía don Jesús Reyes Heroles ‘La política es tan limpia que ni los más sucios políticos han podido mancharla’.

Es, siempre lo digo en este pódium y lo puedo decir en cualquier otro lugar, es como el oficio del carpintero. Si nosotros nos ponemos a hacer una mesa, una ventana, si hacemos esto, no nos va a salir; además, nos va a salir chueco y además nos vamos a dar buenos martillazos. Lo mismo el oficio del albañil, si no se conoce ese oficio se caen las paredes. Pues así es el oficio de la política.

Y nosotros tenemos muy buenos dirigentes políticos, eso es una bendición. Por eso me voy a ir muy tranquilo, mucho muy tranquilo, no voy a decir a dónde, bueno, sí, a Palenque, porque voy a entregar el mando a una mujer, a un hombre con principios, con ideales, con profesionalismo.

Aquí tengo, miren, aquí tengo dos hermanos, dos hermanos: mi hermano Marcelo, mi hermano Adán y mi hermana Claudia. Y de una vez, ¿eh?, de una vez les digo: ya saben cuáles son las reglas, ya no hay dedazo, eso se acabó, eso pertenece a la época de la antidemocracia. Estamos inaugurando una etapa nueva, esto es la transformación, la Cuarta Transformación.

Ya saben cómo se va a elegir y yo voy a apoyar al que gane la encuesta.

No me voy a meter a hacer campaña porque no me corresponde, yo voy a seguir gobernando para todos los mexicanos, pero sí cuando se dé a conocer quién gana la encuesta voy a estar con el que gane la encuesta, sea quien sea.

Y a ver, a ver, a ver, para irle midiendo: ¿Vamos a apoyar al que gane la encuesta?

VOCES A CORO: ¡Sí!

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: ¿Sea quién sea?

VOCES A CORO: ¡Sí!

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: ¿No está por encima de todo el proyecto de transformación?

VOCES A CORO: ¡Sí!

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Vamos adelante.

¡Que viva los legisladores!

¡Que vivan los diputados, las diputadas, senadoras, senadores!

Me da muchísimo gusto verles.

Amor con amor se paga.

Muchas gracias.

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