13.07.24 Versión estenográfica. Sembrando Vida, desde San Salvador el Verde, Puebla

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2024: Año de Felipe Carrillo Puerto, benemérito del proletariado, revolucionario y defensor del Mayab

 

 

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Puebla, de San Salvador El Verde:

Me da mucho gusto estar de nuevo con ustedes, porque quiero empezar presumiendo, tirando aceite. Conozco todos los municipios de México, les puedo decir que conozco los 570 municipios de Oaxaca, los 217 municipios de Puebla, todos, y en muchos casos los he visitado más de una vez. De hecho, siempre campaña y recorridos a ras de tierra.

No crean que tengo mucha edad, porque ya ahora me dicen ‘abuelo’, no, estoy joven, nada más que estoy aflojado en terracería. Pero hace como dos meses me cambiaron completamente el motor, traigo motor nuevo; la carrocería un poco maltratada, pero el motor nuevo.

¿Y por qué traigo el motor nuevo?

Porque estoy muy contento, después de la elección presidencial, elecciones estales, porque se reafirmó el principio de que en la democracia el pueblo manda. Esto fue un ejemplo y ojalá y lo internalicen, lo asimilen nuestros adversarios, porque no le va a ir bien a nadie si no se hace un análisis, una reflexión, una autocrítica.

La política es asunto de todos, no es asunto de minorías, no es asunto de una élite. Ya que se quiten de la cabeza que el pueblo no existe y que lo pueden manipular, y que solamente lo van a ver a las comunidades, a los ejidos, a los pueblos, a las colonias cuando necesitan el voto y entonces en las vísperas de las elecciones, como era antes, repartían migajas, despensas, frijol con gorgojo, pollos, patos, chivos, borregos, puercos, cochinos, marranos, eso era antes, y una vez que obtenían el voto ya se sentaban, se olvidaban, no les volvían a ver ni el pelo en las comunidades. Eso ya se acabó, que vayan aprendiendo, tengan para que aprendan.

Y eso es muy importante, esa revolución de las consciencias; que se aprenda a respetar al pueblo, lo mejor es que se le tenga un profundo amor al pueblo. Pero si les cuesta trabajo, por su origen, por su clasismo, por su racismo, que cuando menos respeten al pueblo. Nunca más ignorar al pueblo, nunca más humillar al pueblo de México. Esa es la principal lección de la elección pasada.

Hacían sus cuentas, crearon una burbuja, una atmósfera muy apegada a su manera de pensar conservadora y reaccionaria, en donde el pueblo no contaba, y pensaban que, con los medios de información, de manipulación, iban a engañar al pueblo. Y apostaron a eso, a campañas de desprestigio, como lo han hecho siempre, guerra sucia, y no pudieron porque el pueblo de México es de los pueblos más politizados del mundo, el pueblo es mucha pieza, eso fue lo que se demostró en la elección pasada.

Por eso, vamos a continuar con la transformación. Tenemos que seguir haciendo justicia, porque todavía es bastante el atraso; es cosa de pensar que sólo en el periodo neoliberal o neoporfirista se impusieron durante 36 años, esta política facciosa la empezaron en 1983 hasta el 2018, 36 años; el porfiriato, el dominio de Porfirio Díaz duró 34, pero estos se llevaron 36 años. Entonces, se dedicaron en todo ese tiempo a saquear, a robar, se dedicaron en todo ese tiempo a destruir las posibilidades de desarrollo de nuestro país. Por eso en el periodo neoliberal muchos mexicanos, por necesidad, decidieron irse a buscar la vida a Estados Unidos. Ustedes lo saben bastante bien.

Fíjense lo que son las cosas, las vueltas que da la vida, ahora esos que por necesidad se fueron, ahora esos migrantes, que son héroes, como heroínas, nos están ayudando. No los vamos a olvidar porque en los momentos más difíciles de la pandemia, cuando se cayó la economía nacional y estábamos a punto de car en una crisis de consumo, de falta de recursos, de falta de ingresos, los paisanos nuestros migrantes no dejaron de enviar apoyos a sus familiares, están enviando 63 mil millones de dólares nuestros paisanos. ¡Que vivan los poblanos que trabajan en Estados Unidos! ¡Que vivan todos los migrantes!

Tenemos, por eso, que seguir impulsando el campo para que ya no vuelva esa situación.

Ahora estamos apoyando, como aquí se ha dicho, con varios programas para el fomento al campo. Me da mucho gusto poder decir que estamos entregando de manera gratuita los fertilizantes a todos los pequeños y medianos agricultores de México, a todos.

Y ese es un programa que, como aquí lo acaba de decir nuestra presidenta, va a continuar para que dos millones de campesinos, productores agrícolas, reciban de manera gratuita sus fertilizantes y se puede resumir en una frase: que coman los que nos dan de comer. Así.

Y vamos a seguir con el programa de Producción para el Bienestar.

Y desde luego, como aquí lo ha expresado la presidenta, nuestra presidenta, compañera extraordinaria, llena de humanismo, Claudia Sheinbaum, va a continuar el programa Sembrando Vida.

Me da por eso mucho gusto cuando les digo que traigo motor nuevo, es porque estoy contento y quiero compartir con ustedes mi alegría.

Estoy terminando ya mi ciclo, porque les hablaba yo de la carrocería, y la naturaleza pues es muy sabía, ya se llega a una determinada edad que es conveniente descansar, el retiro, y yo me voy ya a jubilar. Me quedan dos meses y medio, pero me voy muy contento, puedo decir que cumplimos con nuestra responsabilidad, que logramos sentar las bases de la transformación. Que, como dije, estoy muy satisfecho porque voy a entregar la banda presidencial a una mujer con mucha experiencia, muy preparada, no lo digo como si fuese cualquier cosa.

Miren, Claudia tiene dos cuestiones: es preparada y, al mismo tiempo, tiene buenos sentimientos. Porque no es nada más la educación lo que se necesita, se necesita y la educación y tener buen corazón. El presidente Juárez, el mejor presidente de la historia de México, sólo terminó, muy bien, eso sí, su licenciatura, licenciatura; el otro presidente, también, muy bueno, Apóstol de la Democracia, Francisco I. Madero, también nivel licenciatura, estaba preparado.

El general Lázaro Cárdenas, que es el tercer presidente que debemos de recordar con mucho respeto y cariño, ese no terminó la primaria, pero era puro corazón, el presidente que más amor le tenía al pueblo de México. Nada más les voy a dar un dato: en el tiempo que él gobernó entregó 18 millones de hectáreas a un millón de familias campesinas, eso es Lázaro Cárdenas.

El que les habla apenas de milagro, porque viví en la Casa del Estudiante Tabasqueño y pude en la Ciudad de México terminar la carrera, primero como pasante y luego me titulé. Porque como pasante me fui a trabajar a Tabasco, que me ayudó mucho eso, porque regresé a mi estado natal y mi primer trabajo fue de director del Instituto Nacional Indigenista y ahí aprendí a trabajar con los indígenas chontales, ahí aprendí a trabajar con la gente pobre. Y desde entonces hasta ahora no he cambiado, siempre he pensado que, por el bien de todos, primero los pobres.

Bueno, y termino la licenciatura, que es el nivel académico. Pero no sólo es licenciatura. Ahora —antes no había— ahora sí ya hay preescolar, hay kínder y luego primaria, y luego secundaria, luego preparatoria y luego licenciatura, porque todas las carreras, el nivel es de licenciado, el médico general es licenciado, el ingeniero su nivel es licenciado, el contador su nivel es licenciado; pero hay otro nivel que se necesita estudiar dos o tres años más, que es el nivel de maestría; y luego hay otro nivel, el más alto, que hay que estudiar dos o tres años más, que es el nivel de doctorado.

¿Qué creen?

Que la próxima presidenta de México es doctora en Ingeniería, lo más alto que puede haber. Y tiene mucha experiencia y, dije y repito, muy buen corazón. Por eso me voy contento.

Además, siempre he pensado que no hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero. No aspiro yo a ser líder moral, no aspiro a ser caudillo, no aspiro a ser hombre fuerte, no aspiro mucho menos a ser cacique; yo ya cumplí, ya cierro mi ciclo y me voy muy feliz.

Porque, ya saben y no lo olviden eso, porque el dinero a veces, muchas veces, es la perdición, la enfermedad, la ambición al dinero, a lo material. No hay que olvidar que la verdadera felicidad no es el dinero, no es lo material, la verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, con nuestra conciencia, estar bien con el prójimo, allá la conciencia, la conciencia, y, lo voy a decir, con el creador, sí, y estar bien con el prójimo, esa es la verdadera felicidad.

Por eso, me voy a ir muy contento. Y yo realmente les felicito porque ustedes, si hablamos de niveles académicos, ustedes ya tienen posdoctorado, ya.

Y no hay que dejar de trabajar en el programa Sembrando Vida.

La verdad es que yo tenía… Pues es que había pues ciertas dudas en algunos casos, decía: Bueno, puede llegar alguien de nuestro movimiento, en la democracia es el pueblo el que manda, y puede llegar alguien de nuestro movimiento, pero puede decir: ‘Va a continuar adulto mayor, va a continuar el programa de pensión para personas con discapacidad’, pero quién sabe Sembrando Vida.

Yo les decía en las reuniones: Apúrense a sembrar porque, ustedes saben, si es un cedro, lleva como 20 años; si es una caoba, como 30; si es café o es cacao, cuatro; si son cítricos, cuatro. Entonces, apúrense porque ya va a terminar el sexenio y no sabemos si va a seguir, va a continuar la ayuda. También lo hacía yo para que se apuraran, porque, como decíamos antes… Antes teníamos una consigna cuando empezábamos: ‘Compañero, escucha, en la hamaca no se lucha’.

Entonces, siempre tenía yo esa preocupación, qué va a pasar con Sembrando Vida. Me imaginaba: si siembran y ya están grandes los árboles, ya no le van a echar machete ni hacha, ya lo van a cuidar y va a seguir el árbol, y ese es el futuro para la familia, pensando en los hijos, pensando en los nietos, en los que vienen detrás de nosotros.

Pero, fíjense, fue una bendición, resulta que la gente dice ‘que siga a transformación’ y ahora la presidenta ha decidido que va a continuar el programa Sembrando Vida. Qué más le podemos pedir a la vida. Gracias a la vida, que nos ha dado tanto. Gracias al pueblo de México.

¡Que viva Puebla!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

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