2024: Año de Felipe Carrillo Puerto, benemérito del proletariado, revolucionario y defensor del Mayab
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Río Blanco y de pueblos, municipios de esta región del estado de Veracruz:
Me da mucho gusto estar aquí en este día histórico. Celebro el que nos acompañen y que también estén presentes los dirigentes sindicales, que estemos juntos en este día histórico, porque no debemos olvidar nuestro pasado.
Los neoliberales que, en esencia son neoporfiristas, quisieran que olvidáramos la historia, que es la maestra de la vida. Nosotros tenemos que recordar siempre a nuestros mártires, a nuestros héroes, a los próceres, que lucharon en la Independencia, en la Reforma, en la Revolución, y que nos enseñaron el camino para lograr vivir siempre en un país libre, justo, soberano, democrático.
Por eso México es excepcional, por eso es un gran país, no sólo porque fue dotado por la naturaleza, por el Creador, de muchos recursos naturales, de muchas riquezas que quisieran en otros países; también es excepcional nuestro país por su pueblo, por las culturas que heredamos, porque somos beneficiados de tradiciones, de costumbres milenarias y extraordinarias civilizaciones.
El México profundo, eso lo tenemos que tener cada vez más claro, porque nos apabullaron, porque querían que aceptáramos que nos habían traído de Europa la civilización hace apenas 500 años, cuando la cultura madre, la cultura olmeca, floreció en estas tierras hace tres mil años. Y lo mismo la teotihuacana y lo mismo la cultura totonaca, y todas las culturas de México.
Por eso es nuestra idiosincrasia, por eso somos muy especiales los mexicanos, por eso el mexicano es fraterno, es amoroso, por eso el mexicano es solidario, porque tenemos esa herencia que viene de lejos, del México profundo, y por eso el mexicano es uno de los pueblos más trabajadores del mundo.
Y a quien lo dude —porque también esa era otra idea que querían meternos en la cabeza, de que el mexicano era flojo—, si fuese así, no habría ahora, por sólo poner un ejemplo, mexicanos que por necesidad tuvieron que irse por falta de oportunidades, arriesgándolo todo, a buscar algo que mitigara su hambre y su pobreza a Estados Unidos, en otros tiempos, precisamente de la política neoliberal, y que ahora esos migrantes, nuestros hermanos, están enviando a sus familiares en México 63 mil 200 millones de dólares en remesas. Eso que envían nuestros paisanos migrantes es la principal fuente de ingresos que tiene nuestro país. Qué más ejemplo de trabajo, de solidaridad de los trabajadores mexicanos.
Por si fuese poco, nuestro país tiene una historia fecunda, que también, con todo respeto, ya quisiera en otras partes.
¿Dónde están, en otras partes, los curas buenos y rebeldes que hicieron la independencia? Hidalgo y Morelos, que no sólo lucharon por la independencia, lucharon por la justicia, porque Hidalgo fue el primero en proclamar la abolición de la esclavitud. Y Morelos decía en los Sentimientos de la nación: ‘Que se modere la indigencia y la opulencia, que se eleve el salario del peón, que se eduque al hijo del campesino, al hijo del barretero, igual que al hijo del más poderoso hacendado’; decía Morelos: ‘Que haya tribunales que protejan al débil de los abusos que comete el fuerte’. Eso era Morelos y eso era el padre de nuestra patria, Miguel Hidalgo y Costilla.
¿Dónde están los Juárez en el mundo, el que hizo valer el criterio, la máxima, el principio bíblico de que a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, el que nunca perdió la fe en la causa que defendía? Y cuando los franceses querían volvernos de nuevo colonia después de que habíamos estado sometidos 300 años a España, Juárez con los liberales lograron restaurar la República. Eso es único en la historia del mundo.
Y lo mismo podemos decir, y en esta fecha más, de los revolucionarios, los precursores del movimiento revolucionario de 1910, los magonistas, Villa, Zapata, Madero y un presidente revolucionario, el mejor presidente del siglo XX, porque el mejor presidente de toda la historia de México fue Benito Juárez, y el mejor presidente del siglo XX, el general Lázaro Cárdenas del Río.
Y quiero recordar un poco sobre lo que sucedió en 1907, cómo se dio la represión de los obreros, la masacre, aquí en Río Blanco. En ese entonces Porfirio Díaz dominaba y su propósito, como sucedió hasta hace poco, era gobernar básicamente para las minorías, para los potentados.
En sentido estricto no sólo no había democracia, sino que estaba establecida una dictadura con características de oligarquía. El gobierno no era del pueblo, porque eso es la democracia, el gobierno era para la minoría.
En el campo había esclavitud. Hace un momento decía yo que el cura Hidalgo había proclamado la abolición de la esclavitud, pero lamentablemente aun ya en el México independiente siguió existiendo la esclavitud en nuestro país y se intensificó en el periodo de Porfirio Díaz, porque hubo un auge económico y se necesitaba enganchar a trabajadores para las haciendas azucareras, para las minas, para el trabajo en las haciendas henequeneras, en Yucatán, y en ese entonces se estableció la esclavitud, se reestableció la esclavitud en nuestro país.
Muchos desconocen que la esclavitud quedó abolida en nuestro país hasta 1914, hace relativamente poco, cuando los carrancistas, también, empujados por el movimiento zapatista y villista, tomaron la decisión de decretar la abolición de los peones acasillados.
Miren cómo era esa época que llegaban los revolucionarios a las haciendas y les informaban a los peones que ya eran libres, los peones en vez de alegrarse, como no sabían qué era la libertad y ahí estaban enterrados en esas haciendas sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, tuvo que pasar un tiempo para que empezaran a actuar como hombres libres.
En el caso de los obreros, lo mismo: jornadas de 15, 16 horas, como aquí en las plantas textileras de Puebla, de Veracruz y de Tlaxcala y de la Ciudad de México, salarios realmente muy precarios.
Antes de esta huelga, un año antes, estalló la huelga de Cananea y hubo también represión. Fueron las dos huelgas históricas de México en contra de la dictadura y de la esclavitud que se padecía en el porfiriato.
Pero allá, aun cuando un minero ganaba 10 veces, 20 veces menos que un minero estadounidense, ese minero de Cananea llegó a ganar, ese obrero, tres veces más de lo que ganaba un trabajador en las industrias textiles de este corredor de Veracruz, tres veces menos; y tenían que trabajar 15, 16 horas, desde luego que no había día de descanso. Tenían que trabajar también los niños, esos tenían que poner para alcanzar la máquina de textil sus cajas para poder trabajar. Era una gran explotación, pero acompañada de una gran prepotencia, porque ellos se sentían los dueños de México y el gobierno era de ellos.
Se habla que la huelga textil de ese tiempo, la huelga que desembocó en la represión de Río Blanco, aquí donde estamos, fue una huelga de empresarios inicialmente, porque los trabajadores plantearon mejores condiciones laborales, presentaron un pliego petitorio, y los empresarios dijeron: ‘No, no vamos a aceptar mejorar los salarios y vamos a cerrar las plantas’. Y eso hicieron como un año, cerraron todas las plantas.
Imagínense la situación tan difícil de los trabajadores. Los que buscaban la conciliación eran los trabajadores, los que estaban en una actitud cerrada, prepotente, eran los empresarios. Llegó el caso hasta que los trabajadores propusieron que sirviera como intermediario Porfirio Díaz, imagínense, y dijeron los empresarios: ‘No, no queremos’ que el presidente, siendo Porfirio Díaz el mediador, el intermediario, porque se sentían los dueños de México, hasta tratar como inferior al mismo Porfirio Díaz.
Poco a poco se fue resolviendo el problema, pero hubo mucho sufrimiento, mucho desempleo en Puebla, en Veracruz, en Tlaxcala.
Por ese entonces un dirigente que fue realmente ejemplar y por eso se le conoce como el Apóstol de la Democracia, Francisco I. Madero, que ofreció que fueran a trabajar los obreros de la industria textil a sus haciendas, allá a Coahuila, para darles empleo, porque la situación era muy difícil en toda esta región. Fíjense cómo desde 1906 Madero empieza a actuar de esa manera, humanitaria, ofrece en su hacienda, en San Pedro de las Colonias, trabajo a los desempleados de las empresas textileras.
No se lograba nada y se dio este enfrentamiento en un día como hoy, 1907; más que enfrentamiento, una brutal represión, porque se inició una confrontación con un empresario, en ese entonces dominaban los empresarios franceses y españoles, no sólo eran los dueños de las empresas textiles, sino también del comercio.
Se empezó con este enfrentamiento, hubo algunos muertos y Porfirio Díaz envió al Ejército y se reprimió brutalmente a los trabajadores. Muchos se fueron a la montaña; la mayoría, muchos, perdieron la vida, se habla de 600, 700 muertos.
Cómo sería triste este acontecimiento que, ante tanto muerto, un maquinista del ferrocarril estadounidense no quiso echar a andar la máquina para llevarse a los muertos, a tirarlos al puerto de Veracruz para que se los devoraran los tiburones. Es durísima esa historia. Tuvo que participar otro maquinista sin escrúpulos morales y sin sentimientos, de malas entrañas, y él fue el que condujo el ferrocarril llevándose a todos los muertos, todos los asesinados en la represión de ese fatálico día del 7 de enero del… El día 1º… 7 siete de enero de 1907, ese día.
Como a los tres o cuatro meses, porque detuvieron a todos los dirigentes, como a los tres o cuatro meses, haciendo mis trabajos de investigación —porque me gusta mucho la historia, porque como ya dije, es la maestra de la vida y el que no sabe de dónde viene difícilmente va a saber hacia a adónde va—, me encontré en los archivos de Porfirio Díaz unas notas donde le informan que salen presos de Veracruz embarcados en el vapor ‘Progreso’ hacia Quintana Roo, Vigía Chico, allá en Quintana Roo, lo que ahora se llama Felipe Carrillo Puerto y que antes se conocía como Chan Santa Cruz.
Quintana Roo era una cárcel, era como la Siberia tropical, era muy difícil salir de ahí, por las enfermedades. Eso que ahora es un paraíso era un infierno verde, era la cárcel de Porfirio Díaz. Ahí se llevaron a los dirigentes de Río Blanco.
Por eso ahora estamos ahí, en Vigía Chico, estamos creando un museo para no olvidar a todos los que sufrieron, padecieron, de la represión durante el porfiriato. Por eso, cuando me invitaron a venir a Río Blanco, dije: Claro, me hace falta, ya estoy terminando mi gobierno y tengo que ir. Y aquí estoy.
El secretario del Trabajo, Marath Bolaños, ya dio a conocer lo que hemos hecho en beneficio de los trabajadores. Ya es una política laboral distinta. Al carajo con el neoliberalismo, al carajo con el neoporfirismo.
No queremos la oligarquía. México no es país de unos cuantos, México es de todos los mexicanos, de todo el pueblo.
Ya Marath habló de cómo aumentamos el salario mínimo. Durante todo el periodo neoliberal, 36 años, desde 1983 hasta que llegamos, a finales del 2018 —por voluntad de nuestro pueblo, porque a nosotros no nos impusieron los de arriba, no nos impuso la oligarquía, no fueron los medios de manipulación los que nos llevaron a la Presidencia de la República, a nosotros nos dio esa responsabilidad el pueblo de México, que es nuestro amo, nadie más, por eso es importante la democracia—, en los 36 años de periodo neoliberal o neoporfirista no aumentó el salario mínimo; al contrario, hubo una pérdida constante al poder adquisitivo de los salarios, al poder de compra.
Porque ni siquiera aumentaban el salario de acuerdo a la inflación, muchas veces los aumentos. el aumento al salario mínimo se quedaban por debajo de la inflación, y en los 36 años —y ojalá y eso lo digan los periodistas alquilados o vendidos a la oligarquía— en 36 años hubo una pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo del 70 por ciento. Tan es así, que en 1980 el salario mínimo alcanzaba para comprar 50 kilos de tortilla, 1980, y cuando nosotros llegamos a la Presidencia apenas alcanzaba el salario mínimo para comprar cinco kilos de tortilla.
Y aunque hemos aumentado a más del 100 por ciento el salario mínimo, apenas y ahora un salario mínimo alcanza para comprar 10 kilos de tortilla. Fíjense cuánto se deterioró el poder adquisitivo del salario.
Por eso, tenemos que continuar con la misma política salarial. Y aquí hago el compromiso de que antes de que yo termine mi mandato voy a enviar una iniciativa de ley de reforma al artículo 123 de la Constitución para que se establezca que nunca, jamás, va a aumentar el salario menos que la inflación, nunca más. Vamos a seguir con esa política.
Y hago también el compromiso con ustedes, me lo plantearon, me lo plantearon del sindicato de maestros y otros trabajadores, vamos a revisar la contrarreforma laboral de Zedillo, la de las pensiones.
Y vamos a hacer una propuesta, porque es completamente inhumano, injusto, que un trabajador después de 30 años de estar laborando, cuando termina ni siquiera recibe, porque así está esa reforma, su salario cuando estaba en activo, sino la mitad, si le va bien, de ese salario. Eso ya no va a continuar así, voy a enviar también una reforma a esa legislación antiobrerista, esa legislación contraria a los intereses de los trabajadores.
Son los dos compromisos que hago aquí en Río Blanco en memoria de los mártires, de los que lucharon por mejores salarios, por mejores condiciones labores.
Podría yo seguir hablando, porque, la verdad, estoy muy a gusto, muy contento aquí con ustedes, porque esto es lo que impulsó a los Flores Magón, esta fue la herencia de Francisco I. Madero que en su campaña por la Presidencia vino aquí, aquí comenzó su campaña por la Presidencia.
De aquí de esta región era un gran gobernante, Cándido Aguilar, veracruzano.
Y de esa región un dirigente que admiro mucho, el general Heriberto Jara. ¿Saben que era gobernador Heriberto Jara, de Veracruz, y en ese entonces era capitán del Ejército encargado de una zona militar en Papantla el que fue después general, Lázaro Cárdenas del Río?
Y cuando el general Cárdenas expropia el petróleo en 1938 pone en su diario: ‘Cuando tomé la decisión recordaba yo las conversaciones que teníamos en Papantla con el general Jara, y eso me inspiró a tomar esta decisión’.
Ese era Heriberto Jara, un gran revolucionario de estas tierras; fue también en su momento el primer secretario de la Secretaría de Marina, 1940, porque le tenía mucha confianza el presidente Lázaro Cárdenas del Río.
Aquí estamos en tierra de revolucionarios y por eso me da mucho gusto estar aquí con ustedes.
¡Que vivan los mártires de Río Blanco!
¡Viva Heriberto Jara!
¡Viva Veracruz!
¡Vivan los trabajadores de México!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
MODERADOR: Solicitamos guardar el debido respeto para entonar el Himno Nacional Mexicano.
(HIMNO NACIONAL MEXICANO)
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